La guionista levanta la voz en medio de una polémica social que hoy afecta directamente a la película.
Juno: Crecer, correr y tropezar se encuentra entre las películas más importantes de la primera década de 2010, pero el tiempo no ha sido del todo justo con ella. No por falta de calidad en ningún sentido, pues hablamos de un filme dirigido por Jason Reitman, protagonizado por Elliot Page y cuyo guion fue escrito por Diablo Cody, destacando que la labor de esta última fue reconocida con el Premio de la Academia. Más bien, por un malentendido que la ha llevado a ser considerada como una película antiaborto.
El dilema surge de una secuencia ocurrida justo después de que Juno decide abortar. La joven acude a la clínica, pero una vez ahí se topa con un grupo de manifestantes y termina cambiando de idea. Al final se decanta por el embarazo y todos conocemos el resto.
Es por esto que muchos la consideran una película antiaborto, una etiqueta especialmente controvertida tras la polémica anulación de la sentencia Roe v Wade que garantizaba el derecho constitucional al aborto en los Estados Unidos. Y la escritora quiere aclarar que ésta nunca fue su intención [vía].
Diablo Cody asegura estar a favor del aborto. “Y lo he estado toda mi vida. Es importante para mí dejarlo claro”. Sin embargo, asegura que “puedo entender que mi película se malinterprete. En retrospectiva, puedo ver cómo podría ser percibida como antiabortista. Y eso me horroriza. Cuando miro atrás, a cuando escribí el guion, siento nostalgia, porque entonces nunca se me ocurrió que mis derechos reproductivos pudieran estar en peligro. Si alguien me hubiera dicho en aquel momento, como feminista de tercera ola despreocupada y joven, que en 2022 se anularía la sentencia Roe contra Wade, me habría horrorizado y habría asumido que nos dirigíamos hacia una especie de distopía inconcebible, y quizás habría tenido razón. Pero en aquel momento parecía imposible”.
En cuanto a la secuencia en cuestión, explica que “Juno va a la clínica a abortar y se acobarda, que es algo que yo habría hecho a esa edad, especialmente teniendo en cuenta todo el trauma religioso que procesaba. Ya no me asusta el aborto, ya he tenido uno. Y fue menos aterrador que dar a luz. Pero la película es un reflejo de cómo me sentía de joven”.
Finalmente, explica que “prefiero que este relato salga a la luz antes de que mi silencio se malinterprete”.
Las palabras de Diablo Cody son determinantes para aclarar sus intenciones como escritora de la historia, y de paso, para evitar que una de las mejores películas de su tiempo se vea opacada por un malentendido.
