Entre caos y decepciones, la actriz encontró un motor para su futuro.
En medio de su mejor etapa laboral, Demi Moore recuerda el caos, la despreocupación y el nivel de responsabilidad que vivió durante su infancia.
Nacida en 1962, Demi Moore atraviesa por momentos incomparables. Su trabajo en La sustancia la hizo acreedora de numerosos premios, y la ha puesto en la mira de medios nacionales e internacionales como nunca. En sus discursos, ella misma ha expresado cuán difícil fue llegar a este punto, pero no todo se debe a desencantos en su vida profesional.
Criada en una familia disfuncional, se mudó constantemente durante sus primeros años, lo que influyó en su desarrollo y en su posterior carrera. A pesar de los desafíos, Moore demostró una gran determinación y ambición desde joven, cualidades que la impulsarían a convertirse en una de las actrices más reconocidas de Hollywood.
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Un punto que marcó su infancia fue el poco cuidado que tenían sus padres tenían con ella y sus hermanos. El padre biológico de Demi abandonó a su madre, Virginia, antes de que ella naciera. Por ello, fue el nuevo esposo de Virginia quien se hizo cargo de su crianza; de hecho, a él se le atribuyen tantas mudanzas. No obstante, la protagonista de La sustancia descubrió su verdadero origen hasta muchos años después.
“Nuestros padres nos dejaron tomar el auto, sin licencia de conducir, a los 13 años. Conduciendo por la autopista, mis padres decían: ‘Está bien, este es el trato, puedes llevarte el auto. Si te detienen, solo tienes que decir que tomaste el auto sin permiso’. Y lo vieron como algo beneficioso para todos, pero eso es una locura”, reveló en el programa de Drew Barrymore.
Con el paso de los años, la nominada al Oscar entendió que no podía juzgar del todo a quienes la criaron. También se acercó a su madre, e hizo uso de la empatía para comprender todo lo que vivía. Pero Virginia no era una mujer fácil: tuvo arrestos por conducción en estado de ebriedad e incendio intencional. También tuvo problemas con sustancias ilícitas, intentó quitarse la vida y estuvo envuelta en numerosos rumores. El más oscuro de ellos se reveló en Inside Out, un libro con memorias de la actriz.
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En sus páginas, Moore reveló que desde muy pequeña asistía a bares, y en muchas ocasiones acudió acompañada de su madre. Esta ya se encontraba soltera, y tenía la intención de que los hombres se fijaran en ambas. Cuando tenía 15 años, Demi Moore enfrentó un episodio de abuso sexual. El hombre responsable afirmó que lo había cometido tras pagar $500 dólares a su madre, quien accedió. En numerosas entrevistas, Demi dijo que, desde el fondo de su corazón, no creía capaz a su madre para hacer dicha “transacción”.
“Mis padres hicieron lo mejor que pudieron, mi mamá hizo lo mejor que pudo con el nivel de conciencia y conocimiento que tenía en ese momento”, dijo. “Pero éramos más padres de nuestros padres. No creo que mi madre viniera a este mundo con la intención de ser menos que protectora, ser negligente, de no poder realmente presentarse como una madre para mí. Creo que llegó con la inocencia de un alma que quería encontrar la felicidad, sentir amor y pertenecer”.
Dan Guynes, el padrastro de Demi, pero a quien ella ve como su verdadero padre, se quitó la vida dos años después de su divorcio con Virginia. Respecto al hombre que la concibió, Moore nunca tuvo una relación particularmente cercana con él. Años más tarde, ya en su juventud, vinieron todo tipo de sustancias que marcaron la vida de Demi.
Cuando ya tenía algunos proyectos como actriz, los responsables de estos le pidieron que se rehabilitara si quería continuar en esa carrera. Ella lo ve como un “gran regalo” que le dieron, pues cambió su vida y la hizo convertirse en una mujer más centrada. Durante la década de los 90 consiguió personajes más importantes, y aunque había roto relaciones con su madre, pudo reconciliarse brevemente con ella durante 1998, antes de que esta falleciera por un tumor cerebral.
En su libro de memorias, un párrafo llamó la atención de los lectores y sus fans.
“Creo que la pregunta fundamental que me surgió fue: ‘¿Cómo llegué hasta aquí?’ Es decir, desde donde comencé hasta lo que he experimentado, los lugares donde he estado, ¿cómo llegué hasta aquí? Si mirara hacia atrás, diría que me cegué, y me perdí”.
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