El momento tuvo pase directo a la historia del cine.
Avengers assemble!, o su versión en español, ¡Vengadores unidos!, es el inconfundible grito de batalla que ha sido realizado por los Vengadores desde su primera aparición en 1963. Un honor que casi siempre corresponde al líder del equipo, pero que puede ser ejecutado por cualquier miembro ante un combate inminente. Una línea breve, pero tan icónica, que las audiencias esperaban expectantes para el primer crossover del MCU, The Avengers: Los Vengadores (2012), pero que Marvel Studios reservó para el punto climático de su Saga del Infinito, Avengers: Endgame (2019).
Soñamos por años con el momento. Y en todas las versiones de esta fantasía, el Capitán América gritaba ferozmente a sus compañeros para que se alinearan contra ese enemigo tan poderoso que ningún héroe podría vencer por sí solo. Por esto la sorpresa fue mayor cuando el noble guerrero se limitó a susurrar el llamado. ¿Por qué la producción se decantó por este inusual camino? Tuvieron que pasar tres años de la batalla para que Chris Evans resolviera la incógnita:
“Casi se siente como si debiera gritarse. E iba a gritar en la primera toma y luego me sentí como si supiera lo que estaba haciendo ante la cámara. Sabes que la gente lo está esperando. Y casi se sintió como una buena yuxtaposición para casi, ya sabes, pasar por debajo y luego hacer que todos a mi alrededor gritaran. Y lo intentamos en la primera toma, y luego los Russo simplemente dijeron: ‘eso es todo, ni siquiera hagas la del grito’. Y en realidad no sé si alguna vez lo intentamos, quiero decir, obviamente lo ensayé en mi casa la noche anterior. Y de nuevo, podría haber funcionado. Podría haber funcionado, pero me gusta el hecho de que, ya sabes, casi tienes que inclinarte [para escucharlo]”.
Si nos vamos a la lógica, tal vez el método elegido para llamar al combate no era el óptimo. Había demasiada gente, mucho ruido y salvo algunas excepciones como Sam Wilson, no hay razón para pensar que todos estaban comunicados entre sí. Pero si nos vamos al impacto, se trató de una línea verdaderamente estremecedora.
Sin duda fue una decisión arriesgada. La de Evans que lo intentó y los Russo que lo conservaron, pero la escena funcionó a tal punto que hoy se le considera entre los momentos más representativos del cine contemporáneo. Así lo confirman los numerosos videos que capturaron el momento en salas y estamos seguros que más de uno vivió en carne propia la adrenalina del llamado en salas Cinépolis.
