Como nunca antes, la actriz recordó los problemas que la alejaron de vivir como otros niños “normales”.
Gracias a su trabajo al frente y detrás de las cámaras, Bryce Dallas Howard es una de las mujeres más reconocidas en la industria del entretenimiento. La antigua protagonista de Jurassic World ha destacado en su rol como actriz, pero también como directora e incluso guionista. Llegar al punto en que se encuentra no ha sido fácil, pues desde su infancia, Bryce Dallas Howard tuvo que lidiar con el “peso” de que su padre fuera Ron Howard, otro importante realizador. Recientes declaraciones de la actriz nos hacen entender que crecer entre la fama no es siempre color de rosa.
¿Una niña oscura?
Para promover su más reciente proyecto, la actriz ofreció una entrevista al periódico británico The Independent. Ahí aprovechó para recordar los momentos más duros de su niñez, pero también los peculiares gustos que tenía en ese tiempo. Muchos la veían como un posible talento, pero ella sólo quería vivir la vida de un niño lo más normal posible.
Las cosas eran aún más difíciles porque Bryce enfrentaba algunos problemas para encajar en la sociedad y desarrollarse académicamente.
“Era una niña muy trastornada. Caminaba por los parques de Disney leyendo sobre la eutanasia. Pero tampoco era oscura. Simplemente había cierta intensidad en mis sentimientos y en las historias que me intrigaban. De pequeña, tuve muchas dificultades para aprender y comunicarme. Siempre era muy alegre y sonriente, pero no demasiado verbal. No estaba claro qué inteligencia tenía ni cuánta estaba procesando realmente”, confesó.
Bryce Dallas Howard es la hija mayor de la familia formada por Ron Howard y la autora Cheryl Howard. La pareja tiene, en total, cuatro hijos, pero hubo un tiempo en que su preocupación principal fue el crecimiento de Bryce. Además de tener problemas de comunicación y dificultad para relacionarse con otros niños, la hoy actriz tenía pensamientos que preocupaban a muchos.
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Bryce Dallas Howard y sus lecturas inapropiadas
En su charla para The Independent, Howard recordó que sus padres la llevaron con un psicólogo infantil, quien descubrió que hablaba demasiado sobre bebés muertos. Hoy la anécdota es contada entre risas, pero en su momento fue preocupante para las personas a su alrededor. El origen de todo esto eran las novelas que la niña leía, entre las cuales destacaba El cuento de la criada, escrito por Margaret Atwood, y donde se mencionaban decesos infantiles.
Han pasado los años y, afortunadamente, esa infancia desastrosa quedó en el pasado. La actriz, directora y guionista es madre de dos jóvenes que, según relata, han crecido con influencias y comportamientos totalmente diferentes a los que ella experimentó. Con dos décadas de trayectoria, Bryce Dallas Howard no se arrepiente de las decisiones que ha tomado. Ve su trayectoria en el cine y la televisión como algo que su familia le inculcó, y se siente agradecida por ello.
“Me sentí muy afortunada porque nunca se me metió en la cabeza que, si no me ganaba la vida actuando, entonces fracasaría. Soy artista de tercera generación. Los niveles de privilegio que he experimentado significan que hay mucho que sé [sobre la industria], y hay mucho que nunca podré entender debido a eso”, concluyó.
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