La cantante llega a la pantalla grande con una historia digna de ser conocida por las nuevas generaciones.
Ella no tenía miedo de parecer vulnerable. Todos los días se enamoraba, no de personas, sino de las situaciones. Y para ella, cada mal momento era una canción de blues esperando a suceder. Su nombre es Amy Winehouse.
Amy escribía su propia música. Nació en Londres, un 14 de septiembre de 1983, y desde niña estuvo rodeada de música, ya que gran parte de su familia se dedicaba profesionalmente al jazz. A los 13 años aprendió sola a tocar la guitarra, y empezó a escribir poemas que después los convertía en canciones. La música de Amy, desde siempre, fue muy sincera y un reflejo de su propia alma.
La voz de Amy era contralto: profunda, expresiva, con un registro grave y rasposón que resaltaba en su estilo musical, que era una mezcla de soul, R&B, reggae, indie, rock y jazz. Las legendarias jazzistas Billie Holiday y Sarah Vaughan fueron una gran influencia en su estilo para cantar, así como Frank Sinatra; y gracias a la combinación de todos sus dotes musicales, se convirtió muy rápido en una de las voces más poderosas de toda la historia.
Obviamente su imagen también revolucionó los estilos y tendencias actuales de la moda. Amy amaba a los grupos femeninos de los 60, y una gran inspiración en su maquillaje y su distintivo peinado de colmena, fueron Ronnie Spector de Las Ronettes, y la cantante de soul Mari Wilson. También tenía el vibe punk de Johnny Thunders, y homenajeaba a varias chicas malas de la historia, como Cleopatra, Louise Brooks y hasta a las hip-hoperas de Salt-N-Pepa. Claro, su aesthetic fue incomprendida por la prensa en esos días, pero trascendió en el tiempo y ahora sabemos que el estilo Amy Winehouse ya es un ícono universal.
La carrera de Amy fue relativamente corta. Antes de su carrera musical, fue reportera para la agencia de noticias de espectáculos WENN, y también tocaba en bares locales con la Bolsha Band. También era la vocalista principal en la Orquesta Nacional Juvenil de Jazz. Y su historia dio un giro cuando, en 2002, firmó un contrato con la agencia de talentos 19 Management.
Con la disquera Island, y con Salaam Remi y Mark Ronson, productores de otros artistas, como Bruno Mars, Christina Aguilera, Doja Cat, y Nas, lanzó sus únicos dos discos: Frank, en 2003, y Back to Black, en 2006.
Con Back to Black, se convirtió en la primera artista femenina británica en ganar cinco Grammy’s en la misma noche. Su éxito internacional creció enormemente, y se convirtió en la gran promesa de la industria musical. Lamentablemente, su breve paso por la fama le trajo también problemas de salud mental y adicciones, y a los 27 años, un 23 de julio de 2011, nos despedimos, sólo con palabras, de Amy Winehouse. Pero sin duda, su impacto cambió el rumbo de la música actual, pavimentando el camino para otras maravillosas cantantes, como Ellie Goulding, Lana Del Rey y Adele, entre muchas otras.
Y llegó el momento para que las nuevas generaciones conozcan la vida y obra de esta leyenda, en la película Back to Black. Es dirigida por Sam Taylor-Johnson, quien también plasmó un episodio importante de la vida del Beatle más polémico en Mi nombre es John Lennon. Y en el papel de Amy tenemos a Marisa Abela, que, de verdad, amigos, es un clon impresionante de Amy y hace un trabajo brutal, no sólo en actuación e imagen, sino también en la voz, reproduciendo éxitos como Rehab, Valerie y, por supuesto, Back to Black.
Así que si quieren atestiguar el inicio, el ascenso a la fama y la tormentosa vida de este ícono de la cultura pop, no pueden perderse el estreno de Back to Black en la pantalla grande.
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