Para Alexander Payne, no hay nada como ver una película lo más corta posible, por eso critica la tendencia de extender las cintas al extremo.
Alexander Payne está de acuerdo con el sentir de miles de espectadores, y es que él también critica algunas películas actuales por ser simplemente “demasiado largas”. El director de Entre copas habló en el Festival de Cine de Middleburg para promocionar su nueva película, Los que se quedan, cuando criticó los filmes en extremo extensos.
“Quieres que tu película sea lo más corta posible”, dijo Payne, según el portal IndieWire. “Hoy en día hay demasiadas películas muy largas. Y no digo que una película no pueda tener una duración prolongada”.
“Pero si tu película dura tres horas y media, al menos que sea la versión más corta posible de una cinta de esa duración… El padrino II o Los siete samuráis son películas súper ajustadas, de tres horas y media, y transcurren así. Así que no hay ningún juicio sobre la duración”.
¿A quién le gusta pasar más de dos horas en el cine?
Payne no citó ninguna película en particular, pero curiosamente sus comentarios llegan el primer fin de semana del nuevo drama de Martin Scorsese. Los asesinos de la luna, si bien ha recibido elogios de los críticos, la principal queja sobre la cinta entre la audiencia, son sus tres horas y media de duración.
“El cine es una búsqueda constante de economía. Quieres que el guión sea lo más breve posible. Quieres que la actuación sea lo más rápida posible, cualquiera que sea el ritmo básico de la película. Y luego, en la edición, quieres que sea lo más breve posible, pero no más corta del límite”, reflexionó Payne.
Al mismo tiempo, el director admitió que cuando mira sus propias películas, también ve formas en las que podrían haber sido más cortas. Y es que, siendo realistas, sí existe una tendencia actual de filmes que rebasan las dos horas y media de duración, como lo vimos con Oppenheimer, Beau tiene miedo y Misión Imposible 7.
Los que se quedan, la nueva película de Alexander Payne, se exhibe actualmente en el Festival Internacional de Cine de Morelia. En ella, Paul Giamatti interpreta a un desagradable maestro de una escuela privada encargado de supervisar a los estudiantes que no pueden regresar a sus casas para Navidad.
