La presidenta de la AMACC lo atribuye a una grave crisis financiera.
Se veía venir, pero aún así duele. Durante la más reciente edición del Ariel, la presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), Leticia Huijara, aseguró que la institución pasaba por momentos difíciles en lo que respecta a su situación financiera. Adelantaba además que se tomarían ciertas medidas, algunas de las cuales podrían resultar drásticas, para superar la crisis. Algunos de los peores pronósticos se han cumplido tras anunciarse la suspensión de la convocatoria y los procesos de inscripción al Ariel 2023. Una situación que se mantiene hasta nuevo aviso.
Se trata de un duro golpe para el cine mexicano. Primero, por el carácter simbólico de la estatuilla. Cada año, el Ariel reconoce el talento de los artistas mexicanos en los distintos oficios y disciplinas que conforman la industria cinematográfica. Es en otras palabras un momento de celebración y encuentro, un espacio para la excelencia en el cine mexicano y para darle una continuidad necesaria a la cinematografía nacional. Es también una ventana de visibilidad para que numerosas producciones tengan un mayor acercamiento con las audiencias nacionales.
La AMACC señala al Estado como responsable al asegurar en comunicado que “el que fuera motor y sostén de la Academia durante un largo tiempo, ha renunciado a su responsabilidad como principal promotor y difusor de la cultura en general y del cine en particular, cambiaron las prioridades y pareciera que la cultura junto al séptimo arte ya no lo son prioridad.
“Lamentamos que a pesar de sus 76 años de existencia y la voluntad política con la que se refundó la Academia en su nueva época, bajo la presidencia del maestro Jorge Fons, el respaldo de los recursos públicos hayan disminuido considerablemente en los últimos años”.
El impacto de la noticia es todavía más duro porque coincide con una crisis similar por parte del Festival Internacional de Cine en Guadalajara. En este caso, se señaló al gobierno de Jalisco por su intención de reducir el 70% de los apoyos concedidos al certamen tapatío para su edición 2023.
¿Qué sigue para la AMACC? Durante los próximos meses, la entidad reorientará sus esfuerzos para reorganizar el trabajo a través de distintas comisiones, pero, sobre todo, para reconstituir las finanzas de la organización. Esto con el fin de dar viabilidad y certeza financiera a las actividades académicas que realiza a lo largo del año. Esfuerzos que por supuesto incluyen la entrega del Ariel.
El comunicado concluye con un llamado “a todos los sectores a cerrar filas en torno a la AMACC, a reforzar la cohesión dentro del gremio cinematográfico y a seguir defendiendo, así como fortaleciendo, este y otros espacios de reflexión libre e independiente sobre el cine mexicano”.