Huesos rotos, sacrificios, y criaturas espaciales completamente fuera de control.
Los extraterrestres cinematográficos suelen tener intenciones bien definidas, pero la criatura inmortalizada en Alien es completamente diferente: un monstruo que sólo busca la propagación de su especie y que liquidará a todo aquello que pueda representarle una mínima amenaza para conseguirlo. El resultado es un monstruo que fusiona el terror con la ciencia ficción y que ha colaborado en algunos de los momentos más perturbadores en la historia del cine. Para recordar su legado, a continuación, presentamos las mejores muertes de la saga Alien.
El Ingeniero (Prometeo)
Después de que David logra llevar a su creador Peter Weyland y despertar al Ingeniero rezagado, éste –sin razón aparente– ataca a los presentes y parte en busca de los que logran huir. Al parecer, no concibe cómo fue que los humanos llegaron hasta ahí, por lo que busca deshacerse de ellos a toda costa. Sin embargo, cuando llega a una de las naves para matar a Elizabeth Shaw, el ser que emanó del vientre de la arqueóloga ha crecido considerablemente y lo atrapa entre sus blancos tentáculos.
El Ingeniero es inoculado y de la unión del triple ADN marca el surgimiento del mortífero xenomorfo. Este acontecimiento será de vital importancia para la construcción de nuestra mitología, al explicar la creación del alien tal y como lo conocemos.
Ellen Ripley (Sigourney Weaver, Alien 3)
Alien 3 no es la mejor película de la franquicia, pero tiene sus momentos más importantes. La muerte de Ellen Ripley es uno de ellos, al representar la victoria del humano frente al extraterrestre y reflejar la pérdida de todo aquello por lo que nuestra heroína había luchado a través del tiempo y que le había sido arrebatado, ya fuera por la especie humana o alienígena.
Después de tratar de erradicar a la criatura de la fundidora y base penal Fury 161, Ripley se entera que la Compañía Weyland la busca para hacerse con la reina que lleva en su pecho y utilizarla como arma biológica.
La guerrera decide evitar que estos seres sigan causando más muertes y se deja caer al pozo de metal líquido, mientras el monstruo rompe su pecho y se retuerce ante su inminente muerte. Así una de las heroínas más grandes del cine y que marcaría un parteaguas en la industria, muere de una manera gloriosa.
Lance Bishop (Lance Henriksen, Aliens)
Al inicio de Aliens, la suboficial Ripley se muestra inconforme con la presencia de un sintético en su nueva misión, pues le trae malos recuerdos de su primera aventura. Pero con el tiempo aprende que este nuevo modelo es más allá que un robot, incluso tiene aptitudes más humanas que algunos de sus compañeros y se vuelve un aliado incondicional.
Lástima que la alianza duró tan poco. Después de que Bishop realiza una serie de acciones que podrían poner en riesgo a cualquier humano, salva a Ripley y a la pequeña Newt al extraerlas de la infernal colonia. Sin embargo, los tripulantes nunca se prepararon para el brutal ataque de la Reina Alien, quien cercena al robot por la mitad y le traspasa el pecho con su enorme aguijón, dejándolo completamente devastado.
Ripley logra recuperar gran parte de los circuitos con la esperanza de que lo restauren, pero el impacto visto en la tercera entrega lo deja virtualmente inservible. Después de ayudar por una última vez a su amiga, entre secreciones y fallos de voz, le implora ser desconectado: “podría ser rearmado, pero nunca volveré a estar en la cima otra vez. Prefiero ser nada”.
Ash (Ian Holm, Alien)
El oficial científico a bordo no resultó ser quien todos creían y terminó convirtiéndose en el gran responsable por la nula confianza de Ripley hacia los androides. Después de una serie de decisiones turbias, la suboficial percibe que su compañero ya no es de fiar. Su instinto no la engaña y cuando Ash la ataca, apenas logra salvarse con la ayuda de sus compañeros.
Es así como se percatan que el personaje no es humano, sino un androide enviado de la compañía con el objetivo de regresar con un xenomorfo y sin importar el coste. Después de decapitado y bañado en su lechosa “sangre”, Ash se burla de ellos sabiendo que morirán y que no tienen nada qué hacer contra esos monstruos que los esperan fuera.
Una de las pocas muertes en la franquicia que no sucede a manos de la criatura, pero no por ello es menos impactante. La elegante brutalidad de la secuencia marcó una perfecta introducción para los sintéticos, convirtiéndolos en seres misteriosos y que sólo responden a su programación. En el caso de Ash, se trata de otro tipo de monstruo, que si bien no les atacó con garras, les condujo hasta un peligro mortal sin preocuparse por nada.
Gilbert Kane (John Hurt, Alien)
Alien fue la primera película de esta gran franquicia, con la que Ridley Scott demostró su maestría al fusionar el terror con la ciencia ficción. El primer impacto llegó con la muerte de Gilbert Kane, pues introduce el salvajismo de la especie que –tripulantes y audiencias– estamos a punto de conocer.
Después de estar varios días inconsciente por el ataque de un extraño parásito, Kane despierta sin aparentes consecuencias, salvo por una extraña tos. Tanto él como sus compañeros están felices de que nada haya pasado. O al menos eso pensaban. En medio de un alegre desayuno, la tos se convierte en convulsión, seguida de un brote de sangre proveniente del esternón y que finalmente le quiebra las costillas. ¡Es un alien! Diminuto, pero de horrible apariencia, que sale de sus entrañas para ofrecer una de las secuencias más célebres en toda la historia del cine.
Mención especial: Ledward (Alien: Covenant)
Se trata de un personaje menor en la saga, pero vaya que tuvo una muerte aterradora en todo sentido. Su labor consistía en salvaguardar la integridad de la bióloga Karine Oram mientras ella investiga el ecosistema y toma muestras del Planeta 4.
En un descuido mientras se separa de todos para fumar, algunas esporas entran por su oído y comienzan el desarrollo de un alien en su interior. Pronto comienza a sentirse mal, y esto deriva en severas convulsiones. Al final, una enorme criatura busca salir por su espalda y la rompe. Esto provoca que varios de sus huesos se rompan, y que el suelo de la nave quede cubierto por litros de sangre.
¿Veremos alguna otra muerte igual de violenta en la saga? Lo descubriremos el próximo 15 de agosto, cuando Alien: Romulus llegue a los cines de México.
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