5 directores mexicanos que han desatado la polémica

La polémica de estos directores mexicanos fue del malestar de las audiencias hasta intentos de censura por parte de las autoridades.

Una de las cualidades más representativas del cine mexicano es su mirada crítica. Son muchos los cineastas que aprovechan la cámara para reflejar los mayores problemas que aquejan al país y la sociedad. Una labor que en más de una ocasión ha venido acompañada de todo tipo de polémica que suele reflejarse de distintas maneras: desde el malestar de algunos sectores de las audiencias hasta intentos de censura por parte de las autoridades.

A continuación, un recuento de los directores mexicanos más controvertidos.

Carlos Carrera

Las inquietudes de Carlos Carrera le han hecho poner su ojo creativo y analítico en muchos temas tan incómodos que deambulan cerca del tabú. Ninguno ha desatado tanta polémica como su exploración de la iglesia en El crimen del padre Amaro. La película realizó una dura crítica a un catolicismo lejos de sus verdaderas intenciones y marcado por la imperfección y los intereses humanos. Pero lo que realmente molestó a más de uno fue el reflejo de tantos sacerdotes que rompen el celibato con una vida sexual plena y activa, ya sea con jóvenes amantes como es el caso del eclesiástico titular o con esposas simuladas como puede apreciarse en casos secundarios. Una prueba de fuego para uno de los directores mexicanos más talentosos de todos los tiempos, pero también para uno de los más controvertidos.

Arturo Ripstein

Si de directores mexicanos inmersos en polémica se trata, Arturo Ripstein es todo un especialista. Casi toda su obra ha provocado malestar en más de una persona, pero hay dos títulos que sobresalen por encima de todos: El castillo de la pureza y Lecumberri. El primero, inspirada en una historia verídica, sigue a un hombre que mantiene secuestrada a su familia convencido de lo dañino que es el mundo exterior; el segundo es un poderoso documental que explora los últimos años de la infame prisión. Cintas extremadamente crudas que no siempre son resistidas por todos y sumamente duras en su crítica a la doble moral mexicana.

Luis Estrada

Luis Estrada está entre los directores mexicanos que generan polémica con todas y cada una de sus películas. Es además un cineasta que puede presumir el haber provocado dolores de cabeza a los más variados sectores del público, lo que por supuesto incluye a la clase política. Esto con una filmografía ha sumamente crítica con todas las administraciones, ya que lejos de decantarse por una tendencia, prefiere poner su visión del lado de un pueblo que no para de sufrir con sus mandatarios. Aunque claro, también aprovecha cada ocasión para arrojar incómodos cuestionamientos morales. Así puede apreciarse en títulos como La ley de Herodes, El infierno y la más reciente Que viva México. El consuelo es que su exploración viene acompañada de altas dosis de humor, lo que al menos permite que el dolor sea más llevadero.

Jorge Fons

2 de octubre no se olvida, aunque las autoridades así lo han intentado en reiteradas ocasiones. Pocos ejemplos tan claros como Rojo amanecer, una de las películas más valientes en toda la historia de la cinematografía nacional, en la que Jorge Fons explora la matanza desde la perspectiva de una familia que habita justo frente a la Plaza de las Tres Culturas. Consciente de las adversidades que enfrentaría en el camino, el director filmó la película en secreto y ésta sólo empezó a resonar conforme se acercaba su estreno. Fue entonces cuando surgieron los obstáculos con una clasificación que tardó demasiados meses en llegar, lo que generó un malestar generalizado sobre una franca censura. La presión pudo más y la cinta finalmente abrió en 1989, aunque eso sí, con la supresión de cuatro minutos en los que se critica abiertamente al ejército. Es así como se forjó una de las producciones más polémicas en toda la historia del cine mexicano.

Felipe Cazals

La filmografía de Felipe Cazals casi parece construida sobre la polémica. Hablamos de un cineasta que no teme explorar historias incómodas para arrojar duros cuestionamientos sobre el país en que vivimos. Hay dos títulos que reflejan perfectamente esta valentía creativa. La primera es El apando, que no conforme con adentrarnos en Lecumberri, gira en torno a la celda de castigo de la violenta prisión. La segunda es Canoa, quizá la cinta más controvertida de toda su obra, y que sigue a cinco trabajadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla que intentan escalar el volcán la Malinche, un esfuerzo interrumpido por el párroco del pueblo San Miguel Canoa, quien los acusa de comunistas y provoca un brutal linchamiento. Su edición, que por momentos coquetea con el documental, la hace profundamente inquietante. Ironías de la vida: el rodaje en el pueblo de Santa Rita Tlahuapan implicó un pago semanal al párroco de la localidad.

Mención especial: Luis Buñuel

Aunque español de nacimiento, Luis Buñuel realizó algunas de sus películas más celebradas en nuestro país, lo que le ha llevado a ser catalogado entre los directores más representativos del cine mexicano. También uno de los más controvertidos, pues su mirada crítica no tardó en señalar algunos de los mayores problemas del que abrazó como su nuevo hogar. Tal fue el caso de Los olvidados, que nos traslada a las entrañas de la Ciudad de México para retratar una urbe sumida en la miseria y la desesperanza. Un mensaje que se torna aún más desolador porque se centra en niños y jóvenes que parecen condenados a una vida sin futuro. Si bien el filme asegura en los primeros minutos que esta historia podría darse en cualquier gran ciudad del mundo, algunos políticos mexicanos no vieron la polémica obra con buenos ojos y lucharon por la expulsión del cineasta de nuestro país. Algo que finalmente no se concretó.