Todos son viajes inolvidables.
Cuando se trata de viajar, hay una serie de consideraciones a tomar en cuenta… y los viajes en coche, tienden a ser todavía más complejos. Aún con esto, grandes experiencias pueden salir de un clásico viaje en carretera, y estas películas plasman esas experiencias con lujo de detalle.
Con eso de que se acercan las vacaciones de verano, qué mejor que hablar de las mejores películas de road trips.
Pequeña Miss Sunshine (Dirs. Jonathan Dayton y Valerie Faris, 2006)
Con un reparto multiestelar, en el que sobresalen Steve Carell, Alan Arkin y la debutante Abigail Breslin como Olive, es una historia encantadora sobre una familia disfuncional que decide viajar en una combi hasta California, para que la pequeña Olive pueda participar en el concurso de talento/belleza: Pequeña Miss Sunshine. En el camino sucederán una serie de eventos tragicómicos. Llena de humor negro y bastante ácida, la película logra atraparnos con sus personajes bien desarrollados; terminamos de verla con lágrimas de la risa, pero también, con una dulce melancolía.
Y tu mamá también (Dir. Alfonso Cuarón, 2001)
Una de las mejores películas de road trips. Se ha convertido en la cinta mexicana de alcanzar la madurez por excelencia: dos adolescentes emprenden un viaje a la playa acompañados de una mujer mayor (Maribel Verdú), con lo que sobreviene un ménage a trois. Bien escrita y dirigida por Alfonso Cuarón, con unos Gael García y Diego Luna que saltarían al estrellato, este filme, con muchos diálogos, reflexiona sobre el amor, las expectativas, la lujuria y el precio de la amistad.
París, Texas (Dir. Wim Wenders, 1984)
Es un largometraje de Wim Wenders lleno de melancolía sobre un hombre, Travis (Harry Dean Stanton), que regresa a reunirse con su esposa (Nastassja Kinski) y su pequeño hijo Hunter, después de cuatro años de ausencia. La primera parte de la cinta es una declaración de amor al paisaje texano, con sus formaciones de rocas y su árida nada, que va preparando al espectador para el encuentro de Travis con su familia, quien pasa una situación particularmente difícil. Así pues, si bien no es una película que se centre completamente en un tránsito externo, sí hace un viaje interior, de cuestionamientos.
Thelma & Louise (Dir. Ridley Scott, 1991)
Thelma (Geena Davis) y Louise (Susan Sarandon) deciden lanzarse a un viaje de diversión, que se tornará en tragedia cuando las cosas no salgan bien. Este filme calificado de feminista, es road trip movie, thriller y cinta de camaradería femenina, todo a la vez. Scott dibuja muy bien a sus protagonistas, haciéndolas igualmente fuertes y vulnerables. El resto del reparto es muy atractivo e incluye a Harvey Keitel como el detective Hal y a Michael Madsen como Jimmy, el posesivo e infiel esposo de Thelma. El viaje pasa, pero esta película permanece en nosotros.
Entre copas (Dir. Alexander Payne, 2004)
Un par de cuarentones, amigos de toda la vida, Miles (Paul Giamatti) y Jack (Thomas Haden Church) se dirigen a los viñedos de Napa Valley para despedir de la soltería a Jack, un ex actor de televisión venido a menos que se casará con una mujer mucho menor. Durante su viaje, este par probará merlots y cabernets, pero sobre todo, saboreará los altibajos de la amistad, de las expectativas en torno a ellos mismos y el sabor agridulce de la vida; temas que el director, Alexander Payne, maneja extremadamente bien.
Rain Man: Cuando los hermanos se encuentran (Dir. Barry Levinson, 1988)
Charlie Babbitt (Tom Cruise) regresa a Cincinnati a reclamar la herencia de su padre, sólo para descubrir que tiene un hermano mayor, Raymond (Dustin Hoffman), quien no sólo es autista, sino que es el heredero universal. Charlie descubre, sin embargo, que Raymond es un genio matemático, que bien le puede ayudar a recuperar parte del dinero perdido. Este filme sobre reencuentro entre hermanos cuenta con unas grandes actuaciones de Cruise y Hoffman, y una reflexión sobre la ambición, la familia y lo verdaderamente importante.
Buscando mi destino (Dir. Dennis Hopper, 1969)
Este largometraje, no siempre bien recibido y percibido, cuenta la historia de dos motociclistas hippies, Wyatt (Peter Fonda) y Billy (Dennis Hopper), vendedores de marihuana, que se dirigen a un viaje de descubrimiento, del sur de California a Nuevo Orleans. En el camino se topan con una serie de personajes que los irán marcando: desde los rancheros que pasan por una crisis económica, hasta los rednecks que los confrontan como depravados. Una trabajo de culto que ciertamente es una referencia histórica sobre el complicado momento por el que atravesaba Estados Unidos, a fines de la década de los sesenta.
Vacaciones (Dir. Harold Ramis, 1983)
Dentro de las mejores películas de road trips, no puede faltar esta cinta desbocada y muy divertida. Ya sabemos que la frase “Hay que tener tiempo en familia” significa problemas… y un verano, Clark Griswold (Chevy Chase) se empeña en ir, junto con la suya, a un parque de diversiones llamado Walley World. Suceden múltiples aventuras a cual más chusca, pero esta película no utiliza un humor vulgar. Chevy Chase es garantía de diversión y el resto del elenco, lo hace bastante bien. Hay que tomar en cuenta, además, que la historia fue escrita por el gran John Hughes.
Mad Max: Furia en el camino (Dir. George Miller, 2015)
Ok, ok, sé lo que están pensando… éste no es el clásico filme de road trip. Pero finalmente, hasta el título lo dice: toda la acción sucede durante un largo camino. Este remake dirigido por el mismo director de la saga original, George Miller, nos da una versión renovada de ese mundo apocalíptico donde el tirano Immortan Joe (Hugh Keays-Byrne) es desafiado por la heroína, Furiosa (Charlize Theron) a quien ayuda el ex prisionero, donador de sangre, Max Rockatansky (Tom Hardy). Estéticamente impecable, con un ritmo desenfrenado acompañado de una banda sonora urgente y un gran reparto, éste es un viaje que agota pero fascina.
Malas tierras (Dir. Terrence Malick, 1973)
Otra de las mejores películas de road trips. Kit (Martin Sheen) tiene mal temperamento y peor reputación, cuando se enamora de la adolescente Holly (Sissy Spacek), en un pueblito de Dakota del Sur. Después de un altercado, Kit mata al padre de Holly (Warren Oates) y ambos huyen, dejando un reguero de muerte y sangre a su paso. La ópera prima de Terrence Malick surge en un momento en el que el cine norteamericano dejaba atrás las gastadas fórmulas de estudio y vivía un renacimiento. Basada en hechos reales, sobresale la actitud indiferente de los protagónicos y la bella y ominosa fotografía de las grandes llanuras estadounidenses. Además, esta cinta sobre amor aciago y crimen ha sido inspiración de muchas películas… y una que estableció a Malick como uno de los directores de cine más talentosos.
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