La cinta es uno de los mejores papeles en la carrera de Nicole Kidman.
En el cine contemporáneo, pocas películas logran combinar audacia, profundidad y relevancia de manera tan efectiva como Babygirl, con Nicole Kidman. Este nuevo drama erótico dirigido por Halina Reijn, conocido por su anterior éxito Bodies Bodies Bodies, se está posicionando como una de las propuestas más intrigantes y provocativas del año. Aquí te presentamos las razones clave por las que deberías considerar ver esta película.
Nicole Kidman en uno de sus mejores papeles
Nicole Kidman se adentra en un terreno arriesgado y fascinante con su interpretación de Romy, una exitosa directora general atrapada en una vida sexual insatisfactoria. Kidman, conocida por su versatilidad y su disposición a asumir riesgos, ofrece una actuación que mezcla vulnerabilidad y fortaleza con maestría. Su interpretación no solo es impactante, sino que también muestra su habilidad para llevar a cabo papeles desafiantes que pocas actrices en su posición se atreverían a asumir.
Una exploración sobre la sexualidad y el poder
Babygirl no es solo una película erótica; es una exploración profunda y sin concesiones de la dinámica entre el deseo y el poder. La relación entre Romy y Samuel, el interno interpretado por Harris Dickinson, desafía las convenciones del género y ofrece una visión más compleja y menos idealizada de la sexualidad. La película aborda el BDSM y la dominación con una franqueza que cuestiona las expectativas y los tabúes sociales.
En un mundo donde las películas suelen idealizar el matrimonio y la vida sexual, Babygirl desafía estas nociones al explorar la insatisfacción sexual dentro de una relación aparentemente perfecta. La película plantea preguntas importantes sobre la autenticidad del deseo y cómo las expectativas sociales afectan la vida íntima de las personas.
Dirección atrevida y original de Halina Reijn
Halina Reijn trae una perspectiva fresca y atrevida al género con Babygirl. La película se aparta de los clichés habituales del thriller erótico, optando por una representación más auténtica y cruda de la vida íntima y las relaciones. Reijn se asegura de que cada escena sea impredecible y llena de tensión, lo que mantiene a la audiencia cautiva y cuestionando las normas establecidas.
Además, a diferencia de otras representaciones del BDSM en el cine, que a menudo simplifican o distorsionan el tema, Babygirl ofrece una mirada más matizada y realista. La película se adentra en las complejidades de las dinámicas de poder y control, proporcionando una representación más fiel y reflexiva del fetiche.
Babygirl se presenta como una película que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión. Con una actuación sobresaliente de Nicole Kidman, una dirección audaz de Halina Reijn y una exploración profunda de temas controvertidos, esta película es una propuesta que promete dejar una marca en la audiencia y en el cine del género. Si estás buscando una película que desafíe tus expectativas y te haga pensar, Babygirl es una opción que definitivamente no querrás perderte.
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