El rodaje de esta cinta fue extraño y oscuro. Conoce aquí los detalles.
Dicen que no es bueno jugar con fuego si no te quieres quemar. Sin embargo, hay veces en las que las señales del peligro pasan desapercibidas –o se decide ignorarlas– y se sigue desafiando al destino. Precisamente, eso es lo que sucedió con quienes se involucraron en la filmación de La profecía (1976). La película, se rumora, estuvo marcada por una maldición.
Claro, tratándose de un filme de horror, es sencillo asegurar que, como truco para promoverlo, podría haberse pensado en una serie de historias curiosas que fácilmente pudieran encajar con el tono del proyecto. Sin embargo, lo impresionante es que los eventos que presentaremos a continuación sí sucedieron, al menos según las personas que participaron en la producción.
Hablamos de accidentes aéreos, trágicos decesos, ataques inesperados y una serie de situaciones que, sin duda, dan la impresión de haber sido planeadas para evitar que la película saliera a flote. Por supuesto, al final, la cinta sí se estrenó, pero su legado quedó impregnado por lo insólito.
¿Presencias del mal, o simples coincidencias? Estos son los sucesos más impactantes de la llamada “maldición de La profecía”.
Un comienzo accidentado
En 1975, cuando la producción ya estaba en sus primeras etapas, el actor principal, Gregory Peck, quien interpreta a Robert Thorn, el padre de Damien, abordó un avión hacia Londres. Durante su vuelo, un rayo impactó la nave. Él no tuvo heridas, pero las extrañezas no terminaron ahí.
Resulta que, pocos días después, el avión en el que iba el productor, Mace Neufeld, también fue impactado por un rayo. Después, al escritor, David Seltzer, le sucedió lo mismo. Y si pensaban que la tercera es la vencida, lamentamos informar que en esta ocasión no fue así. En la filmación en Roma, otra fuerza eléctrica casi impacta a otro de los productores, Harvey Bernhard. El Anticristo utilizó hasta las fuerzas de la naturaleza para detener el rodaje.
La muerte de cerca
Mientras el proyecto se filmaba en Londres, el Ejército Irlandés Republicano (IRA, por sus siglas en inglés), bombardeaba varias zonas del país británico. Uno de estos bombardeos ocurrió en un restaurante donde comería Mace Neufeld, el productor. De igual forma, el hotel en el que se alojaba el director, Richard Donner, fue la sede de una fatídica explosión que se reportó cuando terminó la filmación.
También en la vida animal
Se comenta que, durante el rodaje, los perros Rottweiler que actuaron como sabuesos del infierno, constantemente atacaban a sus entrenadores, esto sin razón aparente. Además, como otra manifestación de la maldición de La profecía, unos babuinos atacaron a la actriz principal, Lee Remick, intérprete de Kathy Thorn, la madre de Damien, cuando filmaban una escena en un zoológico.
Pero eso no es todo: cuando la filmación de la escena concluyó, un tigre –o un león, según otras versiones– atacó a un guardia, provocando su muerte.
Cuando la realidad refleja la ficción
Otro oscuro evento que marcó la producción de la aclamada cinta tuvo que ver con la muerte de Liz Moore, asistente del diseñador de efectos visuales, John Richardson. Ambos tuvieron un accidente de auto en el que Moore fue decapitada por una llanta que salió volando. Richardson sólo tuvo heridas menores.
Por extraño que parezca, en la película se retrata un incidente similar como parte de una escena en la que un fotógrafo ayuda a Robert a investigar los orígenes de su diabólico hijo. El fotógrafo es decapitado por una lámina de vidrio que cae desde una zona de construcción. Bastante tétrico.
De nuevo, el mal en el aire
Quizás lo más extraño sobre la maldición de La profecía es un accidente aéreo que ocurrió cuando un avión fue contratado para volar a Gregory Peck de regreso a su casa, pues una escena que iba a filmar fue eliminada del guion. Resulta que, poco después, los miembros del equipo de producción se enteraron de que el primer jet privado que iban a reservar chocó contra una parvada y después se estrelló contra un auto. Sorpresivamente, las personas que estaban dentro del auto eran la esposa y los dos hijos del piloto, quienes murieron instantáneamente.
Después de conocer estos datos, ¿todavía verás La profecía (1976)? Su precuela ya está disponible en las salas de Cinépolis. Para prepararte antes de ver esta nueva entrega, te invitamos a descubrir nuestra guía con la cronología de la saga.
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