¡Guerras, travesías de aventura y romances eternos dislumbran entre las posibles candidatas animadas a los Oscar 2024!
El 2023 ha sido un año excepcional para la animación a nivel mundial. Por eso, ¡aquí te compartimos las historias precandidatas que podrían llegar a los Oscar 2024!
Un año de fiesta y consagración
La revolución del NPR shading continúa marcando el ritmo de los grandes estudios norteamericanos. Que persisten en un férreo intento por regresar a las historias simples. Y a un aspecto cada vez más alejado del realismo tridimensional en el que años atrás habían quedado encasillados.
Nimona
Así, Nimona se alza como la precandidata favorita para alzarse con la estatuilla del Oscar. Pero la intrépida, tierna y desafiante historia dirigida por Troy Quane y Nick Bruno no tiene el triunfo asegurado. Junto a ella, compiten las películas de Sony, Illumination, Disney, DreamWorks, Pixar y Nickelodeon. ¿Alguna de sus películas animadas tiene posibilidades reales frente a Nimona?
Spider-Man, las Tortugas Ninja y Mario Bros llamaron la atención
Spider-Man: A través del Spider-Verso (Joaquim Dos Santos, Justin K. Thompson, Kemp Powers) y Tortugas Ninja: Caos Mutante (Jeff Rowe) ofrecieron divertidas secuencias de acción. Y una historia que enamoró a los fanáticos, pero que para muchos puede resultar empalagosa y redundante en cuestión de estilo. Super Mario Bros.: La película (Aaron Horvath y Michael Jelenic), en cambio, resultó encantadora por su sencillez. También por su falta de pretensiones, además del estupendo doblaje que hizo Jack Black como Bowser. Elementos (Peter Sohn) recuperó las historias de migración que Pixar ya había explorado. Tanto con Turning Red (Domee Shi, 2022) como Coco (Adrián Molina y Lee Unkrich). Esta vez con una pizca de romance y otro tanto de lección de paternidad. No obstante, ninguno de sus personajes consigue ser entrañable en su carácter ni en su diseño.
Trolls 3: se armó la banda (Walt Dohrn) continuó su insoportable pirotecnia de colores. Pero no ofreció mayor interés que volver a escuchar a la banda de N’Sync en la versión original. Mientras que Wish (Fawn Veerasunthorn y Chris Buck), la película con la que Disney celebró sus 100 años, acabó siendo una fiesta insípida y aburrida. Qué manera tan decepcionante de terminar un siglo de producciones para la empresa del ratón.
España: ternura y perversión
Aunque sabemos que casi nunca la academia de los Oscar mira fuera de Estados Unidos, las animaciones más destacadas provinieron de otros países. En España, una historia esperpéntica, violenta y ridícula de ositos que luchan encarnizadamente contra unicornios se ha convertido en un éxito masivo. A pesar de que su exhibición en salas fue escasa. Nos referimos a Unicorn Wars (Alberto Vázquez, 2022), donde la retórica infantil es aplastada por escenas sangrientas y diálogos obscenos. Además de un humor corrosivo que rompe todas las expectativas. No obstante, tiene en su contra ese giro moralista que el director decidió imprimirle hacia el final de la película. ¿Por qué hacer obvio lo que ya sabemos: que los humanos somos el verdadero enemigo?
El otro filme español que ha maravillado desde su estreno en el Festival de Annecy 2023 es Robot Dreams (Pablo Berger). Esa fábula sobre un robot y un perro, al puro estilo visual de Matt Groening, que acaba siendo tan desoladora como hilarante. La cinta animada de Berger apela a la nostalgia. Ejecuta un canto a la amistad en medio de la distancia, el olvido y las diferencias. Robot dreams nos recuerda que la buena animación no necesita palabras para enamorarnos.
Japón y el fénix que renace
Japón, un gigante de la animación mundial, también aparece para este 2024 con tres películas animadas de directores indispensables en el panorama contemporáneo. Suzume, de Makoto Shinkai, es otra historia sobre dos personas separadas por el espacio y por el tiempo. Ahora con la magia de una pequeña silla que corre por el paisaje en un ejercicio de animación inolvidable. La mitología, los desastres socioambientales y la amenaza a un mundo siempre en vilo ponen a dos amantes en una encrucijada trágica. ¿Vale la pena amarnos cuando podemos perder el mundo en que vivimos?
El niño y la garza es el esperado regreso de Hayao Miyazaki. Aunque hasta hoy, no se ha estrenado en México, quienes la han visto consideran que se trata de lo mejor de 2023. Aunque no de lo mejor en la carrera del creador de personajes como Totoro, Kiki y Chihiro. En esta ocasión, Mahito se enfrenta a un mundo atravesado por la guerra donde descubrirá el poder de caminar acompañados para sobrevivir cualquier desastre. Sea o no la última película de Miyazaki, sin duda es una que guardaremos buen tiempo junto a nosotros.
Otra película que aún no empieza su recorrido en salas de México es Lonely Castle in the Mirror, lo más reciente del animador de culto Keichii Hara, reconocido por películas como El verano de Coo (2007) o Colorful (2010). Se trata de una maravillosa fantasía sobre adolescentes que tienen más temor a la vida que a la muerte. Que son reunidos por un ser sobrenatural en un castillo donde deberán reconciliarse con aquello a lo que ya habían renunciado.
La excepción latinoamericana
América Latina no se caracteriza por producir largometrajes que alcancen una nominación en esta categoría. Aunque en cortometrajes animados cada año se consolida más como una región a tomar en cuenta. Este 2023, sin embargo, dentro de las películas elegibles se encuentra Perlimps, lo más reciente del animador brasileño Alê Abreu, quien fue nominado ya a los Oscar en 2016 por El niño y el mundo. Perlimps, estrenada en el Festival de Annecy 2022, tiene un estilo muy distinto a El niño y el mundo, pero conserva ese amor por el medioambiente y la crítica necesaria a la incesante explotación del territorio amazónico que ha caracterizado la obra de Abreu desde sus primeros cortometrajes.
Oscar 2024: La moneda está en el aire
El año 2023 ha sido memorable para el arte de la animación y la academia de los Oscar no tiene una decisión sencilla por delante. O la novedad irreverente de Nimona o el genio consagrado de Miyazaki. Quizá el estilo fluido e hiperquinético de una, o la maestría de la técnica tradicional del dibujo animado de la otra. O el premio al tipo de animación que consumirán y admirarán las generaciones del futuro o el homenaje a una animación que ha marcado las vidas de las generaciones pasadas, ¿hacia qué lado se inclinará la balanza?
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