Una muestra de los límites que puede alcanzar un verdadero actor.
Jonah Hill ha recorrido un camino fascinante en Hollywood. Lo vimos pasar de ser el rey de las comedias de preparatoria a convertirse en un actor serio y nominado al Oscar, e incluso en director. A lo largo de los años, nos ha entregado actuaciones memorables que van desde hacernos reír a carcajadas hasta conmovernos profundamente. Elegir las “mejores” películas de Jonah Hill es un reto, pero si algo es seguro, es que en todas ha derrochado su gran talento.
NOTA: Las producciones se presentan en orden cronológico de estreno.
Supercool (2007)
En esta película interpreta a Seth, uno de los dos protagonistas que están a punto de terminar la preparatoria. Seth es el tipo de amigo que siempre está pensando en cómo conseguir chicas y alcohol para la fiesta de graduación. Es impulsivo, un poco grosero, y siempre está ideando planes, aunque no siempre salgan bien. Su principal obsesión es perder la virginidad antes de irse a la universidad, y por eso se mete en un montón de situaciones incómodas y divertidas. A pesar de su actitud a veces exagerada y su lenguaje descarado, en el fondo es un adolescente inseguro que está lidiando con la idea de separarse de su mejor amigo, Evan. Supercool fue una película muy importante para la carrera de Jonah Hill, pues le dio su primer protagónico y lo lanzó como una figura importante en la comedia.
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El juego de la fortuna (2011)
Aquí lo vemos como Peter Brand, un joven economista recién salido de Yale. Su personaje es clave para la historia, ya que es el cerebro detrás de la idea de usar estadísticas avanzadas para construir un equipo de béisbol con poco presupuesto. Al principio, parece un poco inseguro y diferente al resto de la gente de béisbol “tradicional”, pero su inteligencia y sus ideas son lo que realmente importan. Lo interesante de Hill en esta película es cómo logra hacer creíble a Peter Brand. No es el típico personaje de comedia al que estábamos acostumbrados a ver con Jonah Hill, y eso es algo que los críticos no dejaron pasar. Gracias a esta película consiguió una nominación al Oscar como Mejor actor de reparto.
Comando especial (2012)
Jonah Hill interpreta a Morton Schmidt, un policía que, para ser sincero, no es el más atlético ni el más popular, y tiene un pasado de “nerd” en la preparatoria. Sin embargo, es inteligente y tiene buen corazón. La película lo junta con Jenko, quien era el chico popular y deportista en la escuela, pero no tan brillante. Lo divertido comienza cuando a los dos, que ahora trabajan en la academia de policía, os mandan de incógnito a una preparatoria para investigar una nueva droga. Si algo sobresale es la química de Hill con Channing Tatum, pues a pesar de sus diferencias, se apoyan y se meten en líos juntos. Es una comedia de acción muy entretenida donde Jonah Hill realmente se luce con su humor y hasta habilidades físicas.
Este es el fin (2013)
En esta comedia se intepreta a sí mismo, pero con una versión exagerada y bastante divertida. Al principio lo vemos como el amigo de Seth Rogen, un poco más “fino” y con aires de estrella, que incluso se muestra un poco distante con el actor Jay Baruchel. La película presenta una versión bastante única del fin del mundo, y aptovecha su género para algunas secuencias de risa loca. Entre ellas se encuentra una posesión, con un exorcismo improvisado donde Jonah, poseído, vomita y se burla de sus amigos. La forma en que Jonah Hill se entrega a este papel, burlándose de su propia imagen y mostrando un lado tan ridículo, es lo que hace que su actuación sea memorable.
El lobo de Wall Street (2013)
Bajo la dirección de Martin Scorsese lo vemos como Donnie Azoff, el socio y mano derecha de Jordan Belfort. Donnie es un tipo impulsivo, con mucha energía (y mucha, mucha adicción a las drogas), que no tiene filtro para nada y se lanza sin pensar a cualquier barbaridad que a ambos se les ocurra. Lo interesante del papel de Jonah Hill es cómo le da un toque de humor, a veces muy negro, a situaciones que son realmente excesivas y hasta perturbadoras. Su actuación es el desenfreno en su máxima expresión, y hace que el personaje sea tanto divertido como desagradable. De hecho, su trabajo fue tan bueno que hasta lo nominaron al Oscar como Mejor actor de reparto.
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Amigos de armas (2016)
Aquí conocemos la historia de Efraim Diveroli y David Packouz, quienes decidieron montar una empresa para vender armas y consiguieron un contrato con el gobierno estadounidense para armar a las tropas aliadas del ejército. Hill interpreta a Diveroli y, desde el primer momento en que aparece, su personaje es una explosión de energía, con una risa particular y una confianza desmedida que casi te convence de saber lo que está haciendo. Jonah no sólo lo hace gracioso, sino que también le da un toque de amenaza. Es posible ver cómo su ambición y su falta de escrúpulos lo van llevando por un camino cada vez más oscuro. Su química con Miles Teller es clave para que la película funcione. Ambos se complementan muy bien, con Jonah llevando la batuta en las situaciones más locas y David tratando de mantenerse a flote en medio del caos.
Stutz (2022)
Este documental nos abre la puerta de la relación entre Jonah Hill y su terapeuta, Phil Stutz. No es una película común sobre terapia, porque Hill no solo es el paciente, sino también el director. La idea de Hill era compartir las enseñanzas y herramientas de Stutz con más gente, pues a él le han servido muchísimo. Lo interesante de la película es cómo Stutz, el terapeuta, comparte sus propias experiencias y vulnerabilidades. No es el típico terapeuta que solo escucha y te pregunta “cómo te sientes”. Al contrario, Stutz tiene un enfoque más directo y ofrece “herramientas” prácticas para lidiar con el dolor, la incertidumbre y el trabajo constante, que él considera parte inevitable de la vida.
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