Un gesto más allá de cualquier estudio, y que encantó a millones de fans.
Durante las décadas de los 70 y 80, la fantasía vivió un increíble auge en los cines. Diversas franquicias hicieron creer a audiencias de todo el mundo que había mucho por descubrir más allá de la Tierra. Batallas espaciales, seres de otros planetas y hasta viajes en el tiempo consolidaron diversos proyectos como clásicos del género y marcaron a más de una generación. Por extraño que parezca, E.T. el extraterrestre y Star Wars, dos de esos títulos tan celebrados, cuentan con una conexión inesperada. Aun cuando pertenecen a estudios diferentes, el poder de la amistad permitió que se unieran de una forma especial.
El primer guiño lo hizo Steven Spielberg en su película de 1982. Hay una escena memorable durante la noche de Halloween, donde Elliot y sus hermanos están llevando a E.T. disfrazado para que pase desapercibido. En un momento, E.T. ve a un niño que lleva un disfraz del Maestro Yoda. Al ver a Yoda, la criatura reacciona de una manera peculiar, como si lo reconociera o sintiera una conexión, y empieza a balbucear “casa, casa”. Este momento sugiere que E.T. proviene de una galaxia “muy, muy lejana”, lo que encaja perfectamente con el universo de Star Wars.
- Te puede interesar: ¿Por qué no hizo una secuela de E.T.? Steven Spielberg revela qué pasó realmente
Años más tarde, George Lucas le devolvió el gesto en Star Wars: Episodio I – La amenaza fantasma. Esto sucede durante la escena del Senado Galáctico en Coruscant, cuando la Reina Amidala pide un voto de censura. Si observan detenidamente, entre los numerosos delegados alienígenas podrán ver a varios individuos de la especie de E.T. (conocidos como Asogianos) sentados en sus cápsulas flotantes. Este cameo, aunque breve, confirma de alguna manera que la especie de E.T. existe dentro del vasto universo galáctico, haciendo que el guiño sea recíproco y oficial.
Una amistad que maravilló a los fans
El origen de esta conexión radica en la estrecha amistad y el respeto profesional que siempre han mantenido George Lucas y Steven Spielberg. Ambos directores, contemporáneos y figuras clave en el cine de ciencia ficción y aventura de finales del siglo XX, solían incluir referencias o easter eggs del otro en sus películas.
Un análisis más detallado de este vínculo se presenta en Cloak of Deception, novela escrita por James Luceno, y la cual sirve como precuela a La amenaza fantasma. El texto va un paso más allá al darles un lugar más definido en la historia de la República Galáctica, incluso si es en el contexto del “Universo Expandido” o “Legends” (materiales que ya no son canon principal después de la adquisición de Disney).
- Te puede interesar: ¡Espías galácticos! ¿Cómo Star Wars ayudó a una investigación de la CIA?
Se revela que los alienígenas de la especie de E.T. son los Asogianos, provenientes del planeta Brodo Asogi. Y, lo más importante, se le da un nombre al senador Asogiano principal: Grebleips. Dicho nombre es, de hecho, “Spielberg” deletreado al revés. Este es el guiño definitivo y una confirmación directa de la conexión. En la novela, el Senador Grebleips y la delegación de Brodo Asogi son descritos como miembros del Senado Galáctico que están presentes durante los acontecimientos que conducen a la crisis de Naboo y al ascenso del Emperador Palpatine.
Para muchos fans, Cloak of Deception proporcionó una base más sólida y un divertido trasfondo para el cameo de la especie de E.T. Además, consolidó la amistad y el respeto mutuo entre Lucas y Spielberg, algo que millones de fans en todo el mundo agradecieron.
Si han visto ambas películas, ¿captaron las referencias desde el primer instante? ¿qué otros guiños han encontrado en ambas historias?
Descarga la app de Cinépolis y consulta la cartelera, horarios, estrenos, preventas y promociones que tenemos para ti.
