A pesar del cambio en su fe, muchos se muestran en contra de lo que hace el actor.
Aunque mucho se le ha acusado de ser un mal padre, Chris Pratt sorprendió con sus declaraciones respecto a Dios, y lo mucho que se ha refugiado en él para “proteger” a su familia.
Si bien, Chris Pratt es querido por muchos gracias a su interpretación de Star-Lord en el MCU, también tiene un importante número de detractores. Entre comentarios derivados de su religión y la forma en que se ha expresado de Jack, el hijo que tuvo con Anna Faris, no son pocos quienes lo acusan de ser un mal padre. Jack nació prematuro y tuvo que pasar semanas hospitalizado, lo cual derivó en algunos problemas de salud. Cuando Pratt le dio la bienvenida a un nuevo miembro de su familia, esta vez con Katherine Schwarzenegger, dio gracias por tener una hija sana. Esto despertó numerosos cometarios negativos a su alrededor.
En entrevista para Christian Post, el actor abordó su acercamiento a la religión y la forma en que el pequeño Jack cambió su vida. Según sus palabras, se acercó a Dios para pedir por la vida de su hijo, y desde entonces comprendió que la fe no era un asunto de juego. Por ello se volvió tan creyente.
“Tenía todos estos problemas alrededor suyo. Oré mucho a Dios. Estaba en una época de transición espiritual en ese momento y no entendía del todo. Hice un trato con Dios nuevamente: ‘Lo siento, Dios, aquí estoy de nuevo, pidiendo tu gracia una vez más’. Él realmente salvó a mi hijo, y ese fue el momento en que [mi fe] se consolidó. Mi corazón se ablandó y mi fe se endureció. Ese fue el momento en que pensé: ‘De ahora en adelante, voy a darle mi plataforma a Dios’”.
Su acercamiento a la iglesia también ha inspirado polémica. En algún momento reveló que pertenecía a una congregación religiosa, y los fans condenaron que se tratara de una institución con tendencias homofóbicas. Elliot Page habló públicamente sobre la organización, y la señaló como una que esparce odio en contra de la comunidad LGBTQ+.
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En su momento, el mismo James Gunn lo defendió, asegurando que todo se trataba de un malentendido surgido por la desinformación en redes. Sea cual sea la verdad tras esa iglesia, una cosa es cierta: tiene gran poder sobre los actos de Pratt.
“Me bauticé como católico. No éramos una familia muy religiosa. Tuve algunos momentos diferentes a lo largo de mi vida en los que realmente me sentí llamado a Dios y le entregué mi corazón a Jesús. El momento con mayor impacto fue cuando mi hijo nació”, dijo a Fox News.
La llegada de Jack a este mundo se dio en un contexto de peligro, y su vida estuvo en verdadero riesgo. Por ello, Pratt hizo su trato con Dios: “Si salvas a mi hijo, te daré todo. Te daré mi vida, mi plataforma, no estaré avergonzado de hablar contigo, o de hablar sobre ti”. Cuando el pequeño se encontró en mejores condiciones, el actor lo atribuyó a su trato, y desde entonces ha actuado en consecuencia.
Han pasado 12 años desde aquellos momentos de tensión. Si bien, Faris y Pratt ya no están juntos, su relación es lo suficientemente respetuosa como para criar a Jack en completa tranquilidad. Desde aquel caótico 2012, ambos actores han utilizado sus redes y apariciones en otros medios para concientizar a los futuros padres sobre las dificultades que pueden venir con los nacimientos prematuros. En entrevista para la revista Redbook, así se expresó la actriz sobre lo ocurrido.
“A los siente meses, se me rompió la fuente a medianoche. Corrimos al hospital y pudieron detener el trabajo de parto activo con magnesio. Me quedé en el hospital, pero al séptimo día, entré en labor de parto otra vez. Estaba en estado de negación. Durante horas pensé: ‘Solo tengo indigestión’. Chris y yo estábamos muy asustados, pero cuando Jack salió, a pesar de que era tan pequeño, nos pareció muy lindo”, indicó.
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