Willem Dafoe piensa que el rejuvenecimiento de Spider-Man: Sin camino a casa quedó lejos de la perfección.
El rejuvenecimiento digital se ha convertido en uno de los efectos favoritos de la industria contemporánea. No sólo ha resultado fundamental para los flashbacks, sino que se ha convertido en una herramienta decisiva para exaltar la nostalgia de incontables producciones. Su único inconveniente es que aunque ha mejorado considerablemente con el paso de los años, todavía está lejos de la perfección. Así lo consideró Willem Dafoe luego de ver Spider-Man: Sin camino a casa.
La tercera entrega de la más reciente franquicia arácnida sobresalió por el triple encuentro entre los Peter Parkers de Tom Holland, Andrew Garfield y Tobey Maguire. Los personajes de estos dos últimos habían envejecido normalmente. También nos regaló los retornos de villanos clásicos como el Octopus de Alfred Molina y el Duende Verde de Willem Dafoe. Ambos fallecieron en sus respectivas líneas temporales, por lo que su apariencia debía ser tal y como los vimos la última vez. Sí, el multiverso es un concepto del cual sabemos tremendamente poco.
Para garantizar que esta regla temporal se cumplía, la producción recurrió al rejuvenecimiento digital de los ahora veteranos actores. Los resultados fueron sobresalientes, pero no tanto como para convencer a Willem Dafoe. Así se refirió el actor a lo visto en Spider-Man: Sin camino a casa, tras ser cuestionado por Wired sobre si estaba contento con los resultados.
“No, no lo creo. Sí, hubo un par de tomas que estaban muy borrosas. Pensé que era una tontería, porque la cosa del rejuvenecimiento, aún no la tienen. Y ¿cuál es el punto? No parezco mucho mayor, no lo creo, de todos modos. Son las cremas”.
¿Será? Aquí una comparación entre el Willem Dafoe de 2001 cuando apareció en la primera entrega de Spider-Man y el del 2022 durante la premiere de Sin camino a casa.
Más allá de las bromas antiedad, entendemos las palabras del actor. El rejuvenecimiento digital ha avanzado a pasos agigantados. Si de superhéroes se trata, basta contrastar las versiones juveniles de Ian McKellen y Patrick Stewart en X-Men: La batalla final con las de los ya mencionados Alfred Molina y Willem Dafoe. Aún así, el fotorrealismo absoluto todavía no es alcanzado y el valle inquietante se hace presente en más de una ocasión. Aun así, podemos asegurar que falta poco para alcanzar la meta.
De cualquier modo, y para ser completamente honestos, lo cierto es que podemos perdonar los pequeños pecados cometidos con este efecto. Después de todo, Spider-Man: Sin camino a casa fue un sueño en muchos aspectos y no tuvo problema en convertirse en una de las películas más queridas del cine de superhéroes.
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