¡Que viva México! Un recorrido por las películas de Luis Estrada

Este es un repaso por las mejores películas de Luis Estrada que lo han convertido en uno de los directores mexicanos más icónicos de una generación.

Si queremos hablar de cine en México es imposible pasar por alto las películas de Luis Estrada. Su compromiso político y social, y la gran polémica que ha despertado, lo han convertido en uno de los directores mexicanos más icónicos de toda una generación. Y eso no es todo, porque en marzo podremos ver el estreno de su cinta ¡Que viva México!. Después de algunas complicaciones, encontró un distribuidor (nada menos que Sony Pictures) para continuar el proyecto después del rompimiento con una conocida productora.

Para calentar motores y estar listos para su próxima entrega, que seguro más de uno espera con ganas, acá vamos a hablar de tres de sus obras que se han convertido en clásicos del cine mexicano. Todas son muy del estilo, pero con historias de todo tipo que te pondrán la piel de gallina de solo acordarte. Y si no las has visto, ¿qué esperas?

La ley de Herodes (1999)

La trama se desarrolla en el México postrevolucionario durante el gobierno de Miguel Alemán. Vargas, interpretado por Damián Alcázar (uno de los actores recurrentes en las obras de Luis Estrada), es el modesto presidente municipal de San Pedro de los Aguaros. Pronto nuestro personaje se da cuenta de que para tener éxito en el sistema político plagado de corrupción, tiene que ceder un poco y dejarse llevar. Su sed de poder nos invita a reflexionar a través de un implacable humor negro sobre problemas importantes de México que permean hasta nuestros días.

La película fue un éxito en taquillas y recibió diez Premios Ariel, convirtiéndose en un fenómeno de la época. Además, representó a México en los Óscar en la categoría de Mejor Película Internacional. Este largometraje marcó la consagración de Luis Estrada como uno de los directores de cine mexicano más importantes de la época contemporánea. Antes ya había dirigido otros proyectos, pero ninguno del impacto y la relevancia de La ley de Herodes.

El infierno (2010)

Una década después de La ley de Herodes, Estrada estrena este largometraje en el que podemos volver a dar cuenta de la genialidad de Damián Alcázar interpretando a Juan. El protagonista regresa a su ciudad de origen en un pueblo de México después de vivir como migrante en los Estados Unidos. Entonces se encuentra con un escenario totalmente inesperado que gira en torno a la violencia y a grupos del narcotráfico, de los cuales muchos de sus amigos y familiares han sido víctimas.

Juan decide iniciar una lucha contra estos criminales en un genuino e ingenuo esfuerzo para cambiar la situación de su gente. El infierno tiene un fuerte contenido social y político como es característico en las cintas de Luis Estrada, mostrando las consecuencias de la corrupción para la gente común y corriente. Esta película busca retratar la realidad de México y denunciar la violencia y la corrupción ocasionadas por el narcotráfico en una de las épocas más violentas en la breve historia de la nación.

Además de ser reconocida con el Ariel a la Mejor película entre muchos otros premios, El infierno representó a México en el Premio de la Academia a la Mejor Película Internacional, lo que da una muestra de su importancia para la industria cinematográfica internacional.

La dictadura perfecta (2014)

Esta película se centra en un gobernador mexicano llamado Carmelo Vargas, interpretado, como no podía ser de otra manera, por Damián Alcázar. En esta cinta, Estrada pone el ojo en las televisoras mexicanas y su histórica relación con el poder de cara a las elecciones presidenciales.

En su intento por llegar al trono, Carmelo Vargas forma una alianza con la empresa de medios más grande del país con el objetivo de manipular la opinión pública a su favor. La obra es una mordaz crítica a la corrupción, el influyentismo y la falta de transparencia en la política mexicana e invita a reflexionar sobre la importancia de una sociedad con valores democráticos sólidos. El largometraje, que es el último que realizó Estrada antes del próximo estreno de ¡Que viva México!, recibió una nominación al Ariel por Mejor película. Fue seleccionada como la representación mexicana para el Premio de la Academia a Mejor película internacional.

Si eres un amante del cine mexicano y te interesa conocer más de la realidad política y social de México de una manera amena y entretenida, no puedes perderte su próxima entrega, que muy pronto estará en las salas de cine del país. Su próxima cinta promete ser una ácida sátira política con un elenco de primerísimo nivel, que sin duda seguirá sorprendiendo gratamente al público y a la crítica.

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