¡Hay muchas películas para celebrar el primer centenario de Disney!
Blancanieves, La bella y la bestia, El rey león, Toy Story… La historia de Walt Disney está plagada de clásicos. Estos y otros títulos serán repasados por distintas generaciones de aficionados de todo el mundo ansiosos por celebrar la magia del estudio en su centenario. ¡El llamado Disney 100! Pero el encanto va más allá y existen muchas otras obras que sin estar tan vinculadas a los festejos, han sido determinantes en el éxito del ratón. ¿Te gustaría conocerlas? Entonces disfruta de nuestra lista de cinco películas alternativas para celebrar el Disney 100.
Bernardo y Bianca (Dir. John Lounsbery, Wolfgang Reitherman, Art Stevens, 1977)
Académicos y aficionados coinciden en que la historia animada de los estudios Disney puede segmentarse en siete eras distintas. Algunas son gloriosas, otras no son tan populares. Una de las más brillantes es la del renacimiento que dejó títulos como La sirenita, La bella y la bestia, Aladdín y El rey león, pero en medio de estos tesoros se encuentra una obra sumamente curiosa como es Bernardo y Bianca en Cangurolandia. ¿Cómo llegó ahí? La historia se remonta a 1977, al epicentro de la llamada era de bronce que dejó cintas muy queridas aunque sin grandes estándares de calidad.
Fue entonces cuando conocimos a dos heroicos ratones que se robaron el corazón de propios y extraños, al grado que su popularidad resultó en la primera secuela animada del estudio producida para su apertura en salas. ¡Vaya hazaña! Dos grandes héroes requieren de una gran villana como es el caso de Madame Medusa, tan compleja en sus movimientos que sigue siendo objeto de estudio de los animadores contemporáneos. No los mencionamos tanto, pero la historia contemporánea del gigante animado no sería la misma sin Bernardo y Bianca.
¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Dir. Robert Zemeckis, 1988)
El de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? es un caso curioso. Fue trabajada bajo la bandera de Walt Disney y luego de realizar incontables malabares por convertirse en el mayor crossover animado de todos los tiempos –reunir a estrellas como Mickey Mouse, Bugs Bunny, Betty Boop y más no es cosa fácil–, terminó abriendo bajo el estandarte de Touchstone.
¿La razón? Su naturaleza oscura con claros elementos del noir. A pesar de la popularidad de la película y de su carácter de clásico, el conejo y su esposa Jessica han caído en una especie de limbo debido a que el estudio nunca ha definido plenamente las intenciones con su personaje. Incluso se ha hablado con fuerza de una secuela que no termina de concretarse. El Disney 100 es una oportunidad inmejorable para la reivindicación del ‘bujo y para que los altos mandos de Toontown nos deleiten con más de la disparatada estrella.
El extraño mundo de Jack (Dir. Henry Selick, 1993)
Caso similar al de arriba, sólo que en esta ocasión con una película caracterizada por el singular estilo neogótico de Tim Burton. El genio creativo escribió el poema que inspiró esta historia cuando era animador de Walt Disney, mientras que la buena recepción del cortometraje Vincent garantizó que el estudio aprobara la adaptación bajo el sello del ratón.
Fue entonces cuando los altos mandos empezaron a darse cuenta que la historia era demasiado oscura y retorcida, y que quizá no encajaba del todo con sus cuentos de hadas. La solución, de nueva cuenta, fue Touchstone. Hoy Jack Skellington y todos los habitantes de Halloweentown gozan del estatus de culto, así como del reconocimiento de Disney que les dedica espacios cada vez más importantes, incluyendo un hueco especial en su Mansión embrujada durante la temporada de brujas.
Celebrar el Disney 100 con este título en particular es un llamado para que el ratón no se olvide de todos aquellos que, como el esquelético personaje, se han sentido incomprendidos en un mundo cuya magia no siempre tiene que ser color de rosa.
Fantasía (Varios, 1940)
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Walt Disney siempre ha sido visto como un soñador, pero también merece ser recordado como alguien que impulsó la animación hasta sus límites. Todas y cada una de las películas que encabezó así lo demuestran, pero ninguna de un modo tan ambicioso como Fantasía.
El artista estaba convencido de que la música se puede ver y la animación se puede escuchar, lo que resultó en un filme que deambulaba cerca de lo experimental en el que distintas partituras inspiraban los más eclécticos cortometrajes. Sus decisiones narrativas siguen generando polémica hasta nuestros días, especialmente
El rito de primavera cuyos elementos prehistóricos deambulan cerca de la incomprensión absoluta. Sin embargo, también hay piezas que siempre han sido celebradas como arte en estado puro: El cascanueces concebido desde el cambio estacional, Una noche en el Monte Pelado que se mantiene como la secuencia más oscura en la historia del estudio, La danza de las horas con sus simpáticos hipopótamos y cocodrilos, y El aprendiz de brujo que es rememorado como uno de los puntos más altos de Mickey. ¡Y pensar que la secuencia pudo ser protagonizada por Tontín! Un clásico inigualable que merece ser visto en este centenario.
Barco de vapor Willie (Dir. Ub Iwerks, Walt Disney, 1928)
Cuando hablamos de Walt Disney casi siempre pensamos en sus largometrajes, cuando lo cierto es que el estudio nos ha dado algunos de los mejores cortos de toda la historia. Desde el clásico Árboles y flores hasta el contemporáneo Paperman, no se nos ocurre ninguno más relevante que Steamboat Willie.
Ha sido erróneamente etiquetado como la primera aparición de Mickey Mouse, un crédito que realmente pertenece a Plane Crazy. Más allá de la frialdad de las fechas, el ratonil barquero se ha convertido en todo un símbolo al interior del estudio y en un eterno recordatorio de que todo empezó con un ratón. Una joya que merece ser vista, no sólo en este centenario, sino en cada oportunidad y por todos los que se dicen amantes del cine.
¡Ya no hay pretexto para celebrar con estas películas los 100 años de Disney!
