Un viaje por una filmografía inigualable. ¡Llegó el momento de elegir tu película favorita de este gran cineasta!
No hay duda: Tim Burton es uno de los directores más influyentes de los últimos años. Su estilo macabro, psicodélico y gótico, pero repleto de personajes entrañables e historias con muchísimo corazón, ha marcado a una gran cantidad de personas. Pero, ¿qué otros elementos hacen que el realizador sea tan celebrado? Quizá un breve repaso por su filmografía nos ayude a encontrar la respuesta. A continuación, presentamos las 10 mejores películas de Tim Burton.
Vamos al listado. Prepárate para encontrar grandes cintas.
NOTA: Las producciones se presentan en orden cronológico de estreno
Betlejuice (1988)
El segundo largometraje del director resultó verdaderamente fresco y novedoso, por el enfoque poco convencional y desbordante de humor negro con que aborda la historia de una pareja de espíritus que se relacionan con la nueva inquilina de la casa, una adolescente rebelde y desubicada interpretada por Winona Ryder.
La cinematografía oscura, los personajes caricaturescos, el villano abusivo y oloroso al que da vida Michael Keaton, pero sobre todo, la música Calipso interpretada por Harry Belafonte, hace de esta una gran cinta.
Batman (1989)
La primera aproximación a un Batman atormentado y oscuro (diferente al que se conocía principalmente por la serie de televisión) fue un acierto de Burton, quien además hizo un casting perfecto poniendo a Michael Keaton en el papel principal y a Jack Nicholson como un desbordado Guasón.
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El joven manos de tijera (1990)
Otra de las mejores películas de Tim Burton. ¿Qué vulnerabilidad mayor que la que sufre alguien cuyas manos, literalmente, cortan? Ese es el principal defecto de Edward, un emo tan extraño como encantador interpretado por Johnny Depp, en la primera de sus 8 colaboraciones con Burton.
Una cinta con esa visión plástica tan propia de Burton, macabra y a la vez juguetona, que ya habíamos visto en Beetlejuice y que se convertirá en su sello. Un filme que apela al rechazado que todos tenemos dentro y que se ha vuelto un clásico.
Ed Wood (1994)
Basado en la verdadera historia del director y productor de películas de la serie B de los años cincuenta, filmada en blanco y negro y con Johnny Depp en el protagónico, ésta es una cinta que captura muy bien el espíritu desfachatado de esos filmes de bajo presupuesto de esa década, a los que sin duda admira Burton. No por nada, Ed Wood influyó en otra cinta de del cineasta: Marcianos al ataque (1996).
La leyenda del jinete sin cabeza (1999)
En esta cinta, Burton se inclina por una leyenda tradicional norteamericana (basada en el relato corto de Washington Irving) y la retrata de una forma ornamental, con una fotografía espectacular –y ominosa- a cargo del mexicano Emmanuel Lubezki. Ésta es quizás, por su tratamiento, una de las cintas más oscuras de Burton: la tragedia personal del protagonista Ichabod Crane (otra vez Depp) retiembla en nuestra psique.
El gran pez (2003)
Más allá de la extravagancia visual, la película explora temas como la relación padre-hijo, la búsqueda de identidad, la aceptación de la muerte y el significado de la vida. Es una historia conmovedora que nos invita a reflexionar sobre nuestras propias vidas y lo que hacemos con ellas. Hay, como en buena película de Burton, fuertes colores, personajes excéntricos, un diseño de producción que coquetea con lo onírico, y una atmósfera que acompaña perfectamente la trama. Gracias a que la trama se cuenta por medio de flashbacks y otras perspectivas, la cinta se presta a más de una interpretación, y significados fascinantes.
Charlie y la fábrica de chocolates (2005)
Una de las mejores películas de Tim Burton. Este remake del clásico de 1971, basado en el libro de Roald Dahl, resulta bastante efectivo al maximizar la extravagancia de sus personajes. Esta va desde la familia de Charlie, hasta cada uno de los niños ganadores y, por supuesto, Willy Wonka, a quien da vida Johnny Depp.
El Wonka de Burton no sólo tiene un aire andrógino. Es, además, una curiosa mezcla de agradable y repulsivo, de supremo maestro de la tentación y de improbable moralizador. Las imágenes de los Oompa Loompas y los agitados números musicales, permanecen con nosotros.
El cadáver de la novia (2005)
Cinta animada que muchos asumen, equivocadamente, es para niños. Resurge aquí otra vez ese humor profundamente macabro de Burton, nada menos que sobre una novia fallecida del siglo 19, que al oír al joven Víctor Van Dort pronunciar sus votos matrimoniales, se hace casada con él. Los dibujos, del mismo director, despiertan temor pero a la vez nostalgia, y quién lo fuera a decir: hasta cariño.
Sweeney Todd, el barbero demoníaco de la calle Fleet (2007)
En esta ocasión, Burton hace la adaptación cinematográfica de un lúgubre musical de Broadway. Una historia de venganza: un barbero interpretado por Johnny Depp, que es acusado injustamente, exiliado y pierde a su familia, regresa para cobrárselas a todos los que le hicieron daño. ¿Su arma? Su navaja, por supuesto.
En esta cinta sobresale el buen trabajo de los protagonistas, Depp y Helena Bonham Carter como su cómplice, a quienes acompaña el siempre efectivo Alan Rickman. Llama también la atención los cómicamente tétricos números musicales y la apropiadamente densa cinematografía.
Frankenweenie (2012)
Otra de las mejores películas de Tim Burton. Basado en el primer corto que hiciera el director, este filme animado en stop-motion sobre un niño que revive a su perro, rebosa de los clásicos diseños del director con personajes lánguidos y de ojos desorbitados. Sobresale, de igual manera, la atención al detalle y el abundante humor negro.
Lo mejor sin duda, es que Burton consigue algo que ya extrañábamos en sus últimos filmes. Dota a sus personajes de humanidad y ternura, logrando empatía con aquellos que hemos perdido a seres –y mascotas- queridos.
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