En sus marcas. Listos. ¡Fuera!
Una de las películas más adrenalínicas del verano está a punto de llegar. Hablamos, claro está, de F1, que nos meterá de lleno en la pista para vivir uno de los eventos automovilísticos más importantes de la historia. Por ello, presentamos una selección de las mejores películas de automovilismo.
Todas estas propuestas te harán sentir lo mejor de la fusión entre el asfalto, la máquina y la precisión humana.
¡Abróchate el cinturón, que ahí vamos! ¿Cuál de estas es tu favorita?
F1: La película (Dir. Joseph Kosinski, 2025)

Esta es una de las mejores películas de automovilismo de los últimos años. La producción, que llega a las pantallas de Cinépolis el 26 de julio, ha sido aclamada por quienes ya han tenido la oportunidad de verla, y es que con Joseph Kosinski (Top Gun: Maverick) al mando, podemos esperar una experiencia inmersiva y estilizada, que utilizará al máximo cada aspecto técnico para hacernos vibrar de emoción. Además, cuenta con actuaciones de Brad Pitt, Kerry Condon, Damson Idris y Javier Bardem, y también cameos de verdaderos pilotos de la Fórmula 1, como Lewis Hamilton y Sergio “Checo” Pérez.
Gran Turismo: De jugador a corredor (Dir. Neill Blomkamp, 2023)

Basada en una impactante historia real, lo que hace especial a esta cinta es lo conmovedor y realista de su enfoque en la resiliencia de Jann Mardenborough, un joven que comenzó su carrera como gamer aficionado a Gran Turismo y, posteriormente, por medio de entrenamiento en una academia especial, logró convertirse en piloto de la escudería Nissan. La cinematografía, las transiciones entre las escenas de videojuego y las reales, y además su reajuste de la fórmula del campeón improbable, son elementos destacados de este conjunto.
Contra lo imposible [Ford v Ferrari] (Dir. James Mangold, 2019)

Protagonizada por Christian Bale y Matt Damon, esta es una película biográfica que narra la historia real del diseñador de automóviles Carroll Shelby y el intrépido piloto Ken Miles mientras construyen un coche de carreras para Ford para competir contra Ferrari en las 24 Horas de Le Mans en 1966. Varios de los elogios que cosechó este proyecto se deben a la calidad de sus actuaciones, pero también a lo meticuloso de su recreación de época y la frescura que se les da a las secuencias de carreras, con un estilo colorido y veraniego siempre presente.
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Días de trueno (Dir. Tony Scott, 1990)

Otra de las mejores películas de automovilismo es esta que nos presenta a Tom Cruise y Nicole Kidman en la cumbre de su periodo noventero. Llama la atención que esta fue la segunda colaboración de Cruise y Scott tras Top Gun (1986). Esta vez, los creativos cuentan la historia de Cole Trickle, un amante del mundo de las carreras que se mete poco a poco en los aspectos más complicados del deporte hasta que llega a competir en un importante circuito en Daytona. Hoy, la cinta sigue siendo recordada por su manufactura estilizada, con movimientos de cámara rápidos y una apabullante banda sonora compuesta por Hans Zimmer.
Meteoro [Speed Racer] (Dirs. Lana y Lilly Wachowski, 2008)

Incomprendida en su época de lanzamiento, esta adaptación del manga y anime Match GoGo demostró que las Wachowski no perdieron el toque después de Matrix (1999) para crear narrativas cautivadoras que además son visualmente impactantes. Aquí, conocemos a Speed (Emile Hirsch), un niño que sueña con ser corredor de carreras al igual que su hermano, Rex (Matthew Fox), quien falleció en un accidente. Al crecer, Speed se dispone a demostrarles a quienes lo rodean, incluida su familia, que puede ser el mejor en lo que hace. Con el paso de los años, el filme ha sido revalorado por el público y la crítica, convirtiéndose en un clásico de culto. ¡Es un viaje visual hipnótico y esplendoroso con tintes de psicodelia y arte pop! Una experiencia que hay que ver para creer.
Rush: Pasión y gloria (Dir. Ron Howard, 2013)

La cinta es recordada y aclamada, sobre todo, por su emocionante representación de la rivalidad entre dos de los mejores pilotos de la Fórmula 1 en la década de los 70: James Hunt (Chris Hemsworth) y Niki Lauda (Daniel Brühl). La propuesta es sólida, con escenas de carreras bien construidas y actuaciones cumplidoras. Si hablamos de biopics modernas, esta tiene calidad de sobra.
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