Prepárate para ver una de sus actuaciones más intensas.
En uno de los retos más grandes de su actual carrera, Mark Wahlberg se convirtió en todo un villano. Pero parece que el cambio de aires en el cine fue más grande de lo que esperaba, incluso para cambiar su personalidad a la de alguien más. Conoce cómo es que el actor se comportó en el set de Amenaza en el aire.
A lo largo de los últimos años, Mark Wahlberg desempeñó varios de los proyectos más versátiles y complejos de su carrera. Desde entrar a los videojuegos con Uncharted, hasta correr un maratón en Arthur: Una amistad sin límites, el artista de 53 años ya hizo de todo y, en un hito inesperado, quiso reinventarse.
Después de casi tres décadas de su último papel como un villano, en Miedo (1966), el actor estadounidense vuelve al lado oscuro para convertirse en la enigmática y aterradora figura de Amenaza en el aire; la nueva cinta de Mel Gibson.
Wahlberg interpretó a Daryl Booth, un piloto y sicario asesino que subió a un avión junto a su próxima víctima; Madelyn Harris, una agente del FBI que debe escoltar a un criminal ante la justicia. Pero el cambio de tripulantes en la nave provocará uno de los viajes más caóticos de sus vidas.
La película muestra a Mark reinventado y listo para sacar su lado más letal. Pero, nuevos reportes aseguran que su actuación no solo se debió a su preparación, sino al comportamiento que tuvo en el set de Amenaza en el aire.
¿Cómo se comportó?
En una entrevista exclusiva para People, Mark Wahlberg habló de lleno sobre su experiencia junto a Gibson para protagonizar Amenaza en el aire.
Como uno de sus papeles más anticlimáticos, el actor reveló que, si bien, disfruta y le atraen mucho las figuras oscuras del cine, como Jack Torrence en El resplandor o Max Cady en Cabo de miedo, el interpretar a Daryl Booth fue un reto que lo llevó más allá de lo que esperaba, rayando en una interpretación de método dentro del set.
“Estuve metido en el papel todo el tiempo. Así que, si no estábamos rodando, me quedaba solo en un rincón o me iba a mi camerino y me quedaba allí sentado”, explicó.
De acuerdo con Wahlberg, su transformación en su personaje fue tan grande que, incluso, provocó ciertos momentos incómodos al momento de rodar, en especial con sus compañeros; Michelle Dockery y Topher Grace, a quienes les tocó ver su lado más molesto:
“Yo era el chico que estaba constantemente molestándolos, picándolos y empujándolos desde la parte de atrás del avión todo el tiempo.”
Aunque no dio detalles, su comportamiento en el set se trastornó tanto de su esencia natural que, en algún punto, tuvo que pedirles perdón por no habitar la misma armonía que los demás dentro del set.
“Al final me disculpé porque no era muy simpático fuera de la cámara o del rodaje, pero estaba en ese estado de ánimo. Sólo tuvimos 22 días de rodaje. Así que no fueron cuatro o cinco meses. Rodamos muy rápido.”
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