A pesar de su situación, la modelo aún tiene expectativas sobre su futuro.
Para muchos, la fama puede ser efímera, y una mala decisión puede acabar con todo. Nadie está exento a ello, y por ello resulta doloroso ver que grandes carreras se van al abismo por culpa de una mala elección. Así sucedió con Loni Willison, modelo que hace unas décadas formaba parte de las figuras más queridas y solicitadas en la industria, y hoy vive en las calles, lejos de las pasarelas que la hicieron sentir viva, y víctima de una terrible historia.
Los primeros años de su carrera fueron todo un éxito. Se destacó como modelo fitness, estuvo en importantes campañas, y ganó muchísimos fans por su aparición en todo tipo de proyectos. De pronto le llegó el amor en forma de Jeremy Jackson, intérprete de Hobie Buchannan en Baywatch. Él no sólo llamó la atención por sus apariciones televisivas, sino por terminar en la cárcel tras producir metanfetaminas.
El destino los alcanzó en 2012, cuando ambos se unieron en matrimonio y Loni se convirtió en una figura aún más atractiva para los medios. Todo parecía felicidad y amor, pero pronto se convertiría en una aterradora historia. El matrimonio se disolvió en 2015, y pronto comenzaron los relatos de horror. Según Willison, el amor no fue lo que predominó en esa relación, sino las peleas, la violencia, un exceso de drogas y alcohol.
Un episodio de violencia doméstica hizo que la modelo terminara con fracturas en las costillas y heridas en el cuello. También sufrió de rasguños en rostro y cuerpo, situación por la que se alejó del modelaje. Al mismo tiempo en que trabajaba como modelo, Willison se desempeñaba como asistente de un cirujano, pero este también prescindió de sus servicios.
Luego de la separación, Loni pudo rentar un lugar con sus propios recursos, pero el ex marido se las arregló para que ella fuera electrocutada y violentada durante un año. Esto le causó sensibilidad extrema al contacto con metales y electricidad, por lo que no puede vivir en espacios cerrados. Así llegó a vivir en las calles, y las primeras fotografías comenzaron a llegar a las redes sociales en 2018. Se le vio con un carrito de supermercado que contenía todas sus posesiones.
En entrevistas, Willison ha declarado que pasó un año sin bañarse para evitar que cualquier hombre se le acercara e intentara agredirla. Su familia conoce dónde se ubica y se mantiene al tanto de ella, pero Loni no se siente cómoda volviendo con ellos. No quiere causar lástima y que la sientan como una carga. Por extraño que parezca, ella está relativamente cómoda con su situación. Espera conseguir algún lugar más estable pronto, pero uno lejos de la gente, cerca de la playa, y en donde no la busquen sólo para molestarla.
Descuidada, con algunos golpes, durmiendo en las calles, y sin algunos dientes, Loni Willison continúa su historia en las calles de Los Ángeles. Está lejos de las pasarelas que le dieron sentido a su vida, pero cerca del lugar que ella considera seguro para esta difícil etapa de su vida. En cuanto a Jeremy Jackson se refiere, seguido se le ha encarcelado por algunos delitos menores, y no ha recuperado la fama o carrera que alguna vez tuvo.
Descarga la app de Cinépolis y consulta la cartelera, horarios, estrenos, preventas y promociones que tenemos para ti.