Clásicos del cine de superhéroes.
Si de superproducciones modernas se habla, es imperativo enlistar las mejores películas de Marvel, puesto que la marca de la compañía creadora de cómics ha sabido migrar perfectamente al ámbito audiovisual. Pioneros en la creación de universos conectados, y también de un subgénero por que nadie apostaba y que hoy es de los más vistos.
Esta es nuestra selección.
Avengers: Endgame (Dirs. Joe Russo y Anthony Russo, 2019)
La culminación del magno crossover que no comenzó con Infinity War, sino cuando los Vengadores se unieron en Nueva York para derrotar a Loki y su ejército Chitauri. Aquí, finalmente vemos a los héroes más poderosos del planeta haciéndole frente a Thanos, quien, después de hacerse con las gemas del infinito, buscaba controlar el universo.
Por una corta cantidad de tiempo, esta película fue la más taquillera de la historia, pues representa un hito, un fenómeno en el mundo de los blockbusters: nuestros personajes favoritos… ¡Unidos!
Spider-Man (Dir. Sam Raimi, 2002)
La cinta que nos enseñó que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Esta es una de las mejores películas de Marvel porque fue de las primeras superproducciones que demostraron lo que se podía hacer con la tecnología en el nuevo milenio, al momento de trasladar una historia de los cómics a la gran pantalla.
Aunado a esto, el estilo juguetón de Raimi fue clave para darle a la historia de Peter Parker esos toques vibrantes de dinamismo y humor que lo convirtieron en un ícono del cine de superhéroes. Nueva York, secuencias frenéticas y unos estelares carismáticos como Tobey Maguire, Kirsten Dunst y Willem Dafoe bastaron para marcar a toda una generación.
Capitán América y el Soldado del Invierno (Dirs. Joe Russo y Anthony Russo, 2014)
A medio camino entre el cine de conspiraciones políticas y el típico espectáculo veraniego, esta película es aclamada por propios y extraños gracias a la dirección calculadora de los Russo, quienes supieron trasladar con valentía los tropos del suspenso al mundo de las mallas y las máscaras, pero también por la presentación del temible Bucky Barnes, un personaje esencial para entender las motivaciones de Steve Rogers.
Una producción que destaca por su gran manejo de la acción y porque, por primera vez, hizo sentir a muchas personas que había riesgos palpables para sus héroes favoritos. Se le considera ampliamente como una de las mejores del subgénero de superhéroes.
Iron Man: El hombre de hierro (Dir. Jon Favreau, 2008)
Cuesta creer que una película basada en Tony Stark fue la que inició el universo cinematográfico de Marvel. Sin embargo, fue justo lo que sucedió y, en realidad, la apuesta sólo funcionó gracias a dos factores: el carisma de Robert Downey, Jr. y el compromiso de Jon Favreau.
Además de ser recordada como la cinta que revivió la carrera de Downey, también pasó a la historia por su profundo entendimiento de lo que se necesita para sacar a flote un relato basado en un personaje que ya casi nadie recordaba y que hoy es un símbolo en el mundo entero. Lo importante es jugar con la sensación de aventura. Fórmula infalible.
Spider-Man 2 (Dir. Sam Raimi, 2004)
De nueva cuenta, Sam Raimi tomó las riendas de la saga arácnida para entregar una obra que, además de ser considerada como una de las mejores películas de Marvel, ha trascendido como un gran ejemplo de todo lo que se puede hacer bien en el subgénero.
Tenemos un villano tenebroso, romance que se tambalea a cada instante y un héroe que constantemente se pregunta cuál es su lugar en el mundo. Vamos, es en parte una tragedia y en parte una aventura trepidante. ¿Cómo no amarla?
Guardianes de la Galaxia (Dir. James Gunn, 2014)
Al igual que como sucedió con Iron Man antes de debutar en la gran pantalla, los Guardianes de la Galaxia no eran tan conocidos, pero fue gracias al estilo irreverente de James Gunn que se ganaron un lugar en los corazones del público.
La estructura ochentera de su misión principal, así como las personalidades eclécticas y disparatadas de cada uno de los integrantes del equipo les aseguraron su futuro en una de las franquicias más grandes de Hollywood. Su soundtrack, lleno de clásicos, no tiene comparación.
Pantera Negra (Dir. Ryan Coogler, 2018)
La historia del Rey T’Challa es importante porque les aseguró a millones de personas afroamericanas que podían verse representadas en un filme superheroico.
Pero el legado de Pantera Negra no termina ahí, pues su planteamiento y el lugar en el que se desarrolla su conflicto central –la nación de Wakanda– fungieron como piezas clave para los emblemáticos de la franquicia. Ryan Coogler y Chadwick Boseman supieron cómo maridar preocupaciones sociales con un espectáculo de acción del más alto calibre. ¡Larga vida al rey!
X-Men (Dir. Bryan Singer, 2000)
Otra de las propiedades de La Casa de las Ideas que se creían imposibles de adaptar, pero que pronto encontraron su camino. Esto, en gran parte, se dio gracias a sus increíbles efectos, que destacaban incluso para la época.
También por su historia inspiradora sobre el significado de la comunidad y su ensamble de personajes, encabezado por Hugh Jackman, Halle Berry, Famke Janssen, Patrick Stewart y James Marsden. ¡Mutantes y orgullosos!
The Avengers: Los Vengadores (Dir. Joss Whedon, 2012)
Cuando esta película estrenó hace 12 años, el hype era máximo, pues veníamos de una promesa hecha por Kevin Feige, de que algún día, nuestros héroes favoritos compartirían la pantalla. La promesa se cumplió, con un filme que une a los pilares del estudio creativo y los lanza en una misión de proporciones gigantescas para salvar a la tierra.
Ver juntos a Tony Stark, Bruce Banner, Steve Rogers, Natasha Romanoff, Thor, Clint Barton y Nick Fury es altamente satisfactorio, sobre todo porque, en su primera intervención en este universo, ya como equipo, sus personalidades son capturadas a la perfección.
Logan (Dir. James Mangold, 2017)
No fue sino hasta que llegó esta, otra de las mejores películas de Marvel, que el estudio por fin se decidió a lanzar relatos con clasificación para adultos, y lo cierto es que el personaje que eligieron para hacerlo no podría ser más apropiado, pues se trata de uno de los más brutales en su catálogo.
Aquí vemos a Wolverine cuestionarse su valor como héroe en un mundo desolado en el que los mutantes fueron erradicados… o eso pensaba él. La crudeza del filme demuestra que hay cabida para narrativas más adultas en el subgénero de los superhéroes. Basta con ver la escena de apertura.
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