Desde sus primeros años, este ícono de la música se convirtió en un estandarte de la libertad.
Stefani Joanne Angelina Germanotta, mundialmente conocida como Lady Gaga, es mucho más que una cantante pop. Es una artista multifacética, compositora, actriz, productora, empresaria y activista que ha dejado una huella imborrable en la cultura contemporánea. Su trayectoria es una muestra de lo que sucede cuando hay talento, visión y constante reinvención.
Nacida el 28 de marzo de 1986 en la ciudad de Nueva York, Lady Gaga mostró desde temprana edad su pasión por la música. Aprendió a tocar el piano a los cuatro años y comenzó a escribir canciones en su adolescencia. Trabajó como camarera, y con su primer sueldo se compró una bolsa de la marca Gucci, algo irónico considerando que, años después, interpretaría a una mujer vital para la familia detrás de esa marca.
Se formó, profesionalmente, en la prestigiosa Tisch School of the Arts de la Universidad de Nueva York. Aunque breve, su paso por dicha institución fue crucial para moldear su identidad como artista. Al mismo tiempo, por su vida pasaron problemas como anorexia y bulimia.
Antes de alcanzar la fama, Gaga trabajó como compositora para otros artistas, incluyendo a Britney Spears, Jennifer Lopez y New Kids on the Block. Pero también tenía ambición de triunfar usando su voz y letras, lo que la llevó a perseguir su propio camino como intérprete.
En sus inicios, Lady Gaga se presentaba en clubes nocturnos de Nueva York, donde desarrolló su estilo musical y su imagen extravagante. Su música fusionaba elementos de pop, rock y electrónica, y sus actuaciones en vivo eran conocidas por su teatralidad y energía. Para 2008, lanzó su álbum debut, The Fame, que la catapultó al estrellato mundial. Con éxitos como Just Dance y Poker Face, Gaga irrumpió en la escena musical. La caracterizaba un estilo completamente innovador, pero también una imagen provocadora.
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En 2009, Gaga lanzó el EP The Fame Monster, que incluyó sencillos icónicos como Bad Romance y Telephone. Este trabajo consolidó su posición como una de las artistas más influyentes del momento. El mundo no fue indiferente a su propuesta musical vanguardista y sus espectaculares presentaciones en vivo. Entre vestidos de carne, pelucas, zapatos con modelos únicos y los looks más extraños que se puedan imaginar, el mundo reafirmó que ser diferente estaba maravillosamente bien.
Ese mismo año, ya convertida en un éxito, Gaga comenzó a llamar a sus fans Little Monsters. Durante sus presentaciones multitudinarias, la cantante veía cómo sus fieles seguidores gritaban y se arrastraban para estar lo más cerca de ella. Justo como lo harían los monstruos. Mientras conversaba con ella, un fan la llamó Mother Monster (o Madre Monstruo), esto por ser un ícono para sus seguidores. Poco tiempo después, Germanotta decidió que ese sobrenombre iba de maravilla con ella, y empezó a usarlo.
La década de 2010 fue testigo de la brutal evolución en Gaga. Con álbumes como Born This Way y Artpop exploró nuevos géneros y conceptos. Durante 2013, Nicola Formichetti, el estilista que le diseñó tan impresionantes atuendos, dejó de trabajar con ella ante la presión laboral. Su reemplazo fue Brandon Maxwell, algo que coincidió con el lanzamiento de Artpop. Fue a patir de ahí que su estilo excéntrico cambió por uno más “común”. No obstabte, siempre ha mantenido esa esencia camaleónica que la llevó a la cima.
Su compromiso con la comunidad LGBTQ+ y su activismo en temas sociales la convirtieron en un referente para millones de personas. En su música y con su estilo, Gaga ha reafirmado la individualidad y la libertad de expresión. Sus letras, con frecuencia, transmiten mensajes de aceptación y empoderamiento, especialmente para aquellos que se sienten marginados.
Como víctima de abuso, la celebrada intérprete no ha dejado de lado el apoyo a quienes, como ella, alguna vez se sintieron vulnerables. Ha sido abierta sobre su experiencia con el abuso sexual, que enfrentó cuando tenía 19 años y le dejó trastorno de estrés postraumático como secuela. Por razones como esta, Germanotta ha sido una defensora de la conciencia sobre la salud mental, compartiendo sus propias luchas para ayudar a otros. Además, ha contado su experiencia al buscar ayuda profesional, esto para romper el estigma que rodea a la salud mental.
En 2012, Lady Gaga y su madre, Cynthia Germanotta, dieron a conocer la Fundación Born This Way, que se dedica a apoyar el bienestar de los jóvenes y a crear un mundo más amable y valiente. Esta se centra en temas como la salud mental, el acoso escolar y la aceptación de la diversidad, abordando directamente las preocupaciones de la población LGBTQ+. Durante una entrevista para ELLE, Gaga habló sobre su defensa hacia quienes ven en ella un ícono, especialmente bajo el regreso de Donald Trump, a principios de 2025, a la Casa Blanca.
“Lo principal es que tengo tanta compasión y amor por tanta gente que hoy tiene miedo. Quiero reconocer que soy una persona muy bendecida y me siento agradecido por tantas cosas en mi vida todos los días. Soy una de las muchas personas que apoyan a las comunidades [LGBTQ y otras marginadas]. Y no vamos a caer sin luchar. Nos mantendremos unidos. Va a ser difícil, pero estoy dispuesta a ello. Estamos preparados para ello”.
Durante los primeros años de la década pasada, Gaga trabajó con Tony Bennett en el álbum Cheek to Cheek, que surgió de una amistad orgánica. Fue lanzado en 2014, y el éxito fue inmediato. La dupla ganó el Grammy a Mejor álbum de pop vocal tradicional, y se embarcó en una gira que culminó con 36 conciertos en Europa y Estados Unidos.
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Durante 2015, Gaga sorprendió al llegar a la televisión, esto dentro de la serie American Horror Story, en su quinta temporada: Hotel. Interpretó a Elizabeth Johnson, mejor conocida como “La Condesa”. Esta fue una vampira seductora y mortal, dueña del Hotel Cortez, un lugar lleno de misterios y horrores. Su actuación fue aclamada por la crítica y el público, quienes elogiaron su elegancia, presencia y naturalidad para interpretar un personaje tan deliciosamente oscuro. “La Condesa” le valió un Globo de Oro a la Mejor actriz en una miniserie o película para televisión. Si bien, tenía una ligera experiencia como actriz, este rol la desafió como nunca antes.
En 2016 llegó Joanne. Este álbum marca un cambio significativo en el estilo musical de Gaga, alejándose del electropop y el dance-pop de sus trabajos anteriores, y apostando por el pop rock, country pop y soft rock. Su título un homenaje a Joanne Germanotta, la tía de Lady Gaga, quien falleció a los 19 años debido al lupus. Esta conexión personal influyó profundamente en la temática del álbum, que explora la familia, las pérdidas, el amor y hasta la bísqueda de identidad. Fue un éxito comercial, alcanzando el número uno en la lista Billboard 200 de Estados Unidos.
Un par de años más tarde, Gaga marcó un antes y un después en su carrera tras participar en Nace una estrella, dirigida por Bradley Cooper. Su actuación le valió elogios de la crítica y una nominación al Oscar como Mejor actriz. La banda sonora de la película, que incluía el éxito Shallow, se convirtió en un éxito global y ganó el Óscar a la Mejor canción original. Tal triunfo recibió elogios de sus fans en todo el mundo.
En 2021, protagonizó La casa Gucci, donde interpretó a Patrizia Reggiani, la esposa de Maurizio Gucci. Consiguió más nominaciones como Mejor actriz, y aunque no fue considerada en los Oscar (como se esperaba), su talento llamó la atención de críticos y espectadores. Volvió a la actuación tres años después, interpretando a “Lee” Quinzel en Guasón 2: Folie à Deux. Si bien, la película fue repudiada por fans de la primera entrega, el trabajo de Gaga recibió buenos comentarios.
“Siempre quise ser actriz. Mucho más de lo que quise ser una cantante. En realidad, siempre quise interpretar personajes, pero era realmente terrible para hacer audiciones”, dijo Lady Gaga en Jimmy Kimmel Live durante 2021, mientras promocionaba La casa Gucci (vía).
En marzo de 2025, Gaga debutará Mayhem, su nuevo álbum de estudio. Este disco promete ser una exploración audaz y ecléctica de sonidos, con la artista describiéndolo como un “caos absoluto” en términos de género y estilo musical. Según las declaraciones de Gaga, Mayhem representa una celebración de su propia identidad artística, permitiéndose la libertad de experimentar y romper con las convenciones. Disease y Abracadabra, los primeros sencillos de su nuevo material, nos dejan ver a Gaga en lo que mejor sabe hacer: crear himnos únicos, que pongan a bailar a miles de personas, pero también conecten en lo más profundo.
Más allá de sus logros comerciales y premios, Lady Gaga es sinónimo de un legado imborrable en la cultura pop. Su capacidad para reinventarse y su compromiso con la autenticidad la han convertido en un ícono para las nuevas generaciones. Además, su música y activismo se mantienen como un estandarte para millones de personas en todo el mundo. Si alguien ha trascendido los límites de la música pop, o de cualquier género, esa es Lady Gaga. Con talento, capacidad para evolucionar, y un compromiso que se mantiene intacto luego de tantos años, no queda duda de por qué es una de las artistas más influyentes en nuestros tiempos.
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