El coprotagonista y coguionista nos cuenta cómo surgió esta cinta que aborda la importancia de la compañía y el poder de la música.
Todo fan ha tenido el sueño de convivir, aunque sea una vez en la vida, con sus artistas favoritos, pero no sabemos qué es lo que podríamos esperar si esto se hiciera realidad. De esa premisa parte La balada de la isla, cinta que ya está disponible en las pantallas de Cinépolis. Se trata de una comedia atípica, que usa la música como ancla para reflexiones agridulces sobre las relaciones interpersonales, lo complicada que es la soledad y lo catártico de encontrarse a uno mismo.
En Paloma & Nacho conversamos con Tim Key, coprotagonista y coguionista de esta cinta. Entre carcajadas, nos contó qué lo llevó a crear la historia de Charles, un excéntrico ganador de la lotería que logra juntar a su grupo favorito, la dupla Mortimer McGwyer, en su isla para un concierto privado. Sin embargo, las viejas tensiones entre los músicos lo complican todo.
A continuación, nuestra entrevista.
Sobre las inspiraciones detrás de La balada de la isla

Paloma & Nacho: ¿Qué te llevó a abordar los temas de la soledad, la amistad y el autoconocimiento desde la comedia, cuando suelen tratarse de manera más seria?
Tim Key: Tom Basden (protagonista, intérprete de Herb McGwyer) y yo escribimos esta película en 2006, empezamos con un cortometraje, The One and Only Herb McGwyer Plays Wallis Island. Siempre nos ha intrigado lo que pasa cuando dos desconocidos se encuentran. Creo que teníamos una obsesión con las historias sobre conexiones inesperadas. La soledad surgió de manera natural en nuestra historia y terminó convirtiéndose en un hilo clave de la película. Nos parecía fascinante ver qué sucede cuando alguien vive completamente aislado.
Al principio, subestimas a mi personaje, pero poco a poco te das cuenta de que hay más en él, que tiene un pasado y que está tratando de procesarlo. Además, el hecho de que viva solo en una isla hace que el punto de partida de la historia sea peculiar y excéntrico, lo que le da un encanto especial a la película. También ayuda con el presupuesto, porque no hay muchos personajes a los que pagarles.
P&N: La película tiene una gran influencia de Buckingham Nicks (Lindsay Buckingham y Stevie Nicks, de Fleetwood Mac, quienes tuvieron una tortuosa relación). ¿Se inspiraron en otras relaciones intensas de músicos?
TK: Tom es el experto en música. Le encanta esa época y es fanático de Buckingham Nicks, así que le encantaría tu comentario. La música de la película refleja sus influencias, como Neil Young, y no es algo que investigó formalmente, sino algo que forma parte de su pasión. No trató de copiar un estilo, simplemente compuso lo que le salió de forma natural.
Su talento como músico hizo que la banda ficticia y su evolución en la película se sintieran auténticas. Quería que las canciones fueran más optimistas cuando su personaje tocaba con Nell (Carey Mulligan), y creo que eso le da más profundidad a la historia.
Sobre el proceso de producción

P&N: La película crea un artista ficticio, pero se siente real. ¿Cuál fue el mayor reto al construir este concepto?
TK: Fue totalmente obra de Tom. Cuando escribimos The One and Only Herb McGwyer Plays Wallis Island en 2006, él ya componía música. Le dije que el músico debía parecer real, que la gente debía poder enamorarse de su arte. Él simplemente dijo: “Está bien, lo haré yo”.
Yo pensaba que deberíamos buscar a alguien más, pero él insistió. Al final, su música le da autenticidad a la película, evitando que el espectador se desconecte porque le suena artificial. La idea era que el público creyera que esta banda podría existir y que alguien podría tener un vínculo emocional con su música.
- También te podría interesar: Musicales de la última década que revolucionaron el cine
P&N: ¿Cómo fue trabajar con Carey Mulligan?
TK: Cuando escribimos la película, el personaje de Nell fue lo que hizo que todo cobrara sentido. Tener a Carey Mulligan fue una suerte increíble. No pensábamos que la conseguiríamos, pero cuando aceptó, supimos que el proyecto iba a elevarse. Su personaje llega a la isla y transforma la historia.
Nos dio una nueva dimensión que no habríamos logrado sin su talento. Sus interacciones con los otros personajes añaden complejidad y enriquecen la película, pasando de una historia simple a algo mucho más profundo y significativo.
P&N: ¿Cómo fue trabajar con James Griffiths como director?
TK: James Griffiths dirigió The One and Only Herb McGwyer Plays Wallis Island en 2006. Desde entonces, hemos mantenido contacto y sabíamos que él tenía que dirigir el largometraje. Cuando se confirmó que estaríamos los tres, fue un alivio. Tom y yo tenemos una buena dinámica, pero James es la pieza clave que le da estructura a todo.
Él tiene una visión completa del proyecto, sabe cómo trabajar con actores y entiende perfectamente cómo debía sentirse la película. Llevábamos años esperando hacer esto juntos, y su dirección fue fundamental para mantener la esencia original mientras expandíamos la historia.
P&N: ¿Con qué artista real te gustaría vivir una aventura como la de la película? ¿De quién eres fan?
TK: Diría que los Beatles. Si viviera en una isla con ellos, sería una cena divertida, una gran caminata por la playa y creo que sería un buen concierto.
Cada uno de ellos aportaría algo único a la experiencia. Imagino largas conversaciones, momentos de creatividad espontánea y la magia de ver a una de las bandas más icónicas de la historia tocando en un lugar totalmente inesperado.
La balada de la isla ya está disponible en Cinépolis.
…
Descarga la app de Cinépolis y consulta la cartelera, horarios, estrenos, preventas y promociones que tenemos para ti.