Los últimos años han sido tremendamente duros con su estabilidad emocional.
Todo indica que John Travolta no pasa por buenos momentos. De acuerdo con varias fuentes, el protagonista de Fiebre de sábado por la noche ha puesto en venta su hogar de Florida a cambio de $4 millones de dólares. Travolta se hizo de dicho inmueble en 2017, y en él pasó grandes momentos junto a sus hijos y esposa, la actriz Kelly Preston, quien murió en 2020.
Según se reporta en Radar Online, el actor quiere alejarse de la Cienciología – a la cual también pertenece Tom Cruise – y de los recuerdos que lo atormentan respecto a Preston y Kirstie Allen, una de sus amigas más cercanas, y quien también falleció, pero en diciembre de 2022. Al parecer, “Travolta quiere purgar sus recuerdos”.
““Cuando Kelly y John se mudaron a Clearwater, estaban ansiosos por pasar tiempo con sus amigos de la Cienciología, incluido Tom Cruise. Tom y su hijo, Connor, tienen casas en Clearwater, pero al parecer, él y John se han distanciado. Connor se mantiene ocupado pescando con chicos de su edad”, afirmó una fuente cercana al actor.
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La Cienciología ha formado parte importante en los últimos años de Travolta. A este se le conoce como una religión, pero también como un culto polémico que “transforma” la vida de sus miembros. Sus creencias dictan que las personas son seres inmortales cuya verdadera naturaleza ha sido olvidada. Apunta, además, a que un ser llamado Xenu trajó a los seres humanos en una nave espacial hace 75 millones de años, los puso alrededor de volcanes, y los mató con bombas de hidrógeno. Se dice que conocer la historia de Xenu es algo a lo que pocos pueden acceder.
Este movimiento está ligeramente en contra de algunos tratamientos médicos, como la quimioterapia. Cuando Travolta y su esposa tomaron esta alternativa para acabar con la enfermedad, algunos lo vieron mal.
“Es sabido que los Travolta fueron contra la Cienciología cuando accedieron a intentar la quimioterapia para pelear con el cáncer de mama de Kelly, que sólo avanzaba”.
La decisión de vender su casa llega tras meses en los que se especuló sobre su estado emocional. Las pérdidas que ha enfrentado lo alejaron de sus seres queridos, y lo convirtieron prácticamente en un “recluso” de su propia casa. El actor, aparentemente, hacía poco esfuerzo para salir de su casa o socializar con otras personas. Por ello rechazaba todo tipo de invitación para cenas o reuniones. Quienes lo conocen afirman que pasa muchas de sus tardes sentado en la orilla de su alberca y viendo el atardecer.
“Él vive para sus hijos, pero ellos hacen lo suyo la mayor parte del tiempo. John pone cara de valiente y jura que está bien, pero los demás no están tan seguros. Todo el mundo quiere verlo con más alegría de vivir, pero él es melancólico… y por una buena razón. Ha sufrido tantas tragedias”, afirmó la fuente.
Aunque otros insiders apuntan a que Travolta está listo para seguir adelante, no hay claridad sobre su situación. El actor se ha mantenido alejado de los medios para enfrentar su duelo a solas.
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