Elizabeth Taylor se habría convertido en una fiel consejera del actor.
Aunque han pasado casi 70 años de su deceso, James Dean aún es una de las figuras más polémicas y controversiales de la industria. Con apenas 24 años, y en la cima de su carrera, el actor falleció a causa de un accidente automovilístico. Teorías sobre su partida y vida existen muchas, pero nuevos detalles apuntan a un pasado más trágico de lo que cualquiera esperaría. De acuerdo con una nueva publicación, James Dean enfrentó la violencia y el abuso sexual en su infancia, todo a manos de una persona cercana.
En Jimmy: The Secret Life of James Dean, el autor Jason Colavito recapitula el impacto que dejaron importantes celebridades en la vida de esta joven leyenda. Se habla de Liz Sheridan, con quien tuvo un romance, y también de personalidades como Marlon Brando y Rock Hudson. Además, se menciona el nombre de Elizabeth Taylor, otra legendaria estrella que compartió con él en una de sus últimas producciones: Giant.
“Él, a propósito, provocaba a Taylor en un principio: la ignoraba. Cuando ella quiso saber por qué, le demostró que le importaba, y pronto se volvieron amigos. Ella lo vio como un perrito herido, y él como una mujer sensible, a la que le importaba y (mucho más importante) segura. Nunca se relacionaron románticamente, fueron más como hermanos”.
Durante años, espectadores y trabajadores de la industria han creído que James Dean era gay. Los rumores sobre su homosexualidad comenzaron casi desde el momento en que saltó a la fama. La industria del cine de la época, especialmente en Hollywood, era muy conservadora. Además, la homosexualidad estaba fuertemente estigmatizada. Por esta razón, muchos actores y actrices mantenían su orientación sexual en secreto. Dean encarnaba una masculinidad rebelde y desafiante que contrastaba con la imagen de “galán de Hollywood”. Esta postura, junto con su corta vida y trágico fallecimiento, lo convirtió en un icono y en objeto de fascinación para muchos.
“Se quedaron despiertos hablando durante largas noches, y Dean descubrió que, una vez liberados algunos fragmentos de verdad emocional, las palabras salían a borbotones. Le dijo a Taylor que su ministro (casi con certeza se refería al reverendo [James] DeWeerd) había abusado sexualmente de él, y Taylor sintió que el trauma del abuso lo había herido profundamente. Mientras más compartía de su vida, sus amores y su dolor, Taylor desarrolló la impresión de que Dean intentaba decirle que era gay”.
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A lo largo de los años, diferentes personas cercanas a Dean han ofrecido testimonios contradictorios sobre su sexualidad. Algunos afirman que era gay, otros que era bisexual y otros que simplemente “experimentaba”. También se le relacionó con otros actores de la época, como Rock Hudson y Tab Hunter, quienes eran abiertamente homosexuales. Elizabeth Taylor murió en 2011, y el escritor Kevin Sessums confesó, tras su fallecimiento, que la confesión de Dean respecto al abuso sexual sí ocurrió. Ella se lo contó, pero pidió que lo callara hasta después de su fallecimiento (vía).
“Creo que eso lo persiguió por el resto de su vida”, dijo Taylor, según Sessums. De hecho, sé que así fue. Hablamos mucho de ello. Durante (el rodaje de) Giant nos quedábamos despiertos por las noches y hablábamos y hablábamos, y esa fue una de las cosas que me confesó”.
Curiosamente, a Elizabeth Taylor se le conoció por ser defensora de celebridades (y personas comunes) pertenecientes a la comunidad LGBTQ+. Fue amiga de varios actores que en su momento confesaron su gusto por los hombres, y eso no era un secreto. De hecho, se cree que tales amistades inspiraron a James Dean para hablar de su sexualidad.
“Por primera vez, compartió su dolor más profundo con alguien que ni lo desestimó, ni se burló ni lo culpó”, se lee en el libro. “Sin embargo, incluso ahora, su malestar y su miedo prevalecieron. Después de desnudar su alma, no podía mirar a Taylor a los ojos y permanecía de mal humor en silencio durante días, atormentado por la culpa o la vergüenza, hasta que reunió el coraje para compartir más de sí mismo”.
El 30 de septiembre de 1955, Dean, conduciendo su Porsche 550 Spyder, chocó frontalmente contra otro vehículo en una carretera de California. El impacto fue tan violento que el actor falleció en el acto. Este trágico evento ocurrió tan solo unos días después de que adquiriera el Porsche, un auto deportivo que él mismo apodó “pequeño bastardo”. Su muerte dejó un impacto severo en la cultura pop de la época, e incluso el siguiente año, gracias a Giant, James Dean recibió una nominación póstuma al Oscar.
A siete décadas de los acontecimientos, la figura de este actor sigue fascinando y generando interés. Su muerte prematura y su estilo de vida lo convirtieron en una leyenda tan fascinante como su estilo.
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