El director de clásicos como Terminator, Titanic y Avatar considera imprescindible rescatar los sucesos en el panorama contemporáneo.
James Cameron ha dedicado más de veinte años de su vida a la realización de Avatar y Avatar: El camino del agua. Con otras tres entregas na’vi en puerta, casi podría pensarse que el director no tendrá tiempo para nada más. No cuenten con esto, que por algo es el Rey del Mundo y una fuerza creativa incontenible. Una que ya ha comenzado a trabajar en su próximo gran proyecto, que dicho sea de paso, no tiene nada que ver con azulados alienígenas. Se trata de la adaptación de The Last Train From Hiroshima: The Survivors Look Back de Charles Pellegrino.
El libro se apoya en entrevistas y relatos para transmitir las distintas perspectivas en torno a las dos detonaciones que cambiaron el rumbo del mundo para siempre. Ya sea con el enfoque de civiles japoneses en tierra, de pilotos estadounidenses en el aire o de las pocas personas que lograron salir con vida de la catástrofe.
El director de clásicos como Terminator, Titanic y Avatar adquirió los derechos del libro en un lejano 2010, pero no ha encontrado el tiempo para llevar la historia a la pantalla. Confía, sin embargo, en que esta situación podría cambiar una vez que la tercera entrega de su franquicia haya estrenado en invierno 2024. Así lo confirmó a Los Angeles Times tras explicar que su nuevo proyecto de ensueño parece tornarse cada vez más urgente ante la situación actual.
“Vivimos en un mundo más precario de lo que pensábamos. Creo que la película de Hiroshima sería tan oportuna como siempre, si no más. Le recuerda a la gente lo que realmente hacen estas armas cuando se usan contra objetivos humanos”.
Aunque la producción está lejos de empezar, Empire reporta que James Cameron ya se ha puesto manos a la obra. El realizador aprovechó el tour promocional de Avatar en Japón para entrevistarse con Tsutomu Yamaguchi, quien no sólo sobrevivió al bombardeo de Hiroshima, sino también al de Nagasaki.
Quedan muchos detalles por confirmar, pero si hay algo de lo que James Cameron está seguro es que el proyecto estrenará en salas de cine. Una experiencia, que según el propio director “todavía creo que es sagrada”.
