Alexander Payne compartió algunos de sus conceptos artísticos que lo han convertido en una de las voces más sofisticas y sensibles del cine independiente.
Alexander Payne, el prestigioso cineasta estadounidense y quien este año funge como flamante Presidente del Jurado de la 22° edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM 2024), compartió algunos de sus conceptos artísticos que lo han convertido en una de las voces más sofisticas y sensibles del cine independiente, en donde ha sido reconocido con múltiples premios, incluyendo dos premios Oscar.
Lo anterior sucedió durante un Master Class a la que asistieron estudiantes, cinéfilos y admiradores de su obra, quienes durante una hora escucharon embelesados las palabras del director de Entre copas, Los descendientes, Nebraska y Los que se quedan, quien además habló en un perfecto idioma castellano, el cual domina gracias a sus estudios en Historia y Literatura Latinoamericana que curso en la Universidad de Standford.
“A la gente que le gusta el cine, le gusta la humanidad, le gusta el chisme, le gusta saber de la condición humana”.
“Somos prisioneros de nuestro propio medio, para eso tenemos arte, literatura y fotografía, pero el mejor arte es, desde luego, el cine”, pronunció el realizador a modo de introducción, para luego asegurar que el cine es el arte más hermoso de todos”.
“El séptimo arte es una ventana a otras culturas, a otros países y a otros tiempos. Es una maravilla”.
Por esa razón, urgió a ver las películas en la pantalla grande, “como debe ser visto el cine”.
“Lo que está en peligro es que se exhiban en cines, por eso tenemos que alabar a Alejandro (Ramírez, director general de Cinépolis), porque es un exhibidor que quiere mantener el buen cine en la pantalla grande”, expresó el cineasta desde el escenario del Teatro José Rubén Romero del centro de Morelia
Asimismo, realizó un llamado por el cuidado, la preservación y la difusión del cine antiguo, una labor que realizan cinetecas, instituciones y realizadores como Martin Scorsese.
“No se trata solamente del cine, sino de nuestra herencia humana. Se trata de quiénes somos. El cine es nuestra memoria como seres humanos. En la humanidad hay un antes y después de la invención del cine”, consideró el guionista y realizador, quien afirmó que aunque suene obvio y repetitivo, “el cine es un espejo de nuestra experiencia como seres humanos”.
“Quizá es una cosa obvia, pero es la mejor manera que hemos inventado para conquistar a la muerte”. “El cine es un milagro asombroso. Yo creo que es por eso que todo el mundo quiere asomarse, por un segundo, en una película. Porque es un segundo de inmortalidad”.
Durante la charla con el crítico Alonso Díaz de la Vega, Payne recordó varios episodios de su vida, entre los que destacó el momento en el que conoció las imágenes en movimiento.
“Desde que descubrí el cine, cuando tenía tres o cuatro años de edad, he estado locamente enamorado de él. Aun de niño me gustaban las películas viejas y las buscaba por todas partes, tanto en la televisión como en las retrospectivas, etc”.
“El cine es diversión. No hay nada más lindo que una buena película, ¿verdad? Y ahora que práctico el oficio de cineasta, me encanta el mundo del cine: los críticos, los restauradores, los programadores, etcétera”.
También se tomó un momento para hablar de la importancia de que los jóvenes, en edad primaria o secundaria, obtengan una educación cinematográfica que les permita distinguir entre el buen contenido y la propaganda.
Uno de los momentos más controversiales llegó cuando aseguró que lo único que le interesa a los estudios de Hollywood, es el dinero que los espectadores les puedan dejar.
“El mensaje de la mayoría de las películas es: queremos su dinero. Siempre ha sido así, pero ahora es más obvio”, precisó el cineasta, quien dijo que de Marvel, solamente ha visto un par de Spider-Man y Pantera Negra.
“Quizá estoy exagerando, porque este cine gusta a millones de personas. Además, quién soy yo para juzgar. ¡Pues yo! (Alexander Payne)”.
En reiteradas ocasiones, aseguró que para él, el cine es un reflejo de la condición humana y afirmó que su gusto como cinéfilo, no tiene nada que ver con el cine que dirige, “excepto por la humanidad”.
Respecto a sus próximos proyectos, adelantó que trabaja para cuplir su sueño de dirigir un western (un género que ama por todos los arquetipos que maneja) y una adaptación del cuento Final del juego, del escritor argentino Julio Cortázar, aunque no precisó si se tratará de un corto o un largometraje.
Por último, compartió algunos consejos para los cineastas, no importa si son debutantes o consagrados:
“Es importante que sepan que para que una película sea personal, no tiene que ser autobiográfica. Lo importante es la visión del director y el encanto que le puedan dar a su obra. Que sea genuina y sincera.”
Alexander Payne, Liv Tyler y Ira Sachs serán los encargados de entregar el palmarés de la edición 22 del Festival de Morelia en la sección de Competencia de Largometraje Mexicano de Ficción, en la que participan nueve producciones nacionales.
“Estoy muy contento de informarles que el paciente (el cine mexicano) está vivo. Va a ser un poco difícil decidir los premios”.
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