Platicamos en exclusiva con la directora del FICG sobre el panorama del cine nacional en el marco de uno de los festivales más importantes del país.
El Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) es uno de los eventos cinematográficos más importantes de México y América Latina. Para el público asistente es la oportunidad de ver una oferta cinematográfica amplia y diversa; y para directores, productores y toda la cadena de producción, es un puente que los acerca a sus objetivos. Como menciona Estrella Araiza, directora del FICG:
“El Festival siempre se ha caracterizado por ser un festival de mucha industria. Nuestras secciones y programas conectan a toda la cadena de producción”. En entrevista para Paloma & Nacho, la directiva nos platicó cuáles son esos grandes números y logros del FICG.
P&N: Guadalajara es un festival de mucha industria. Conecta a toda la cadena de producción, desde la creación y el guion, hasta la producción. ¿Cómo ha cambiado, en los últimos años, su relación con la industria?
Hemos incrementado los programas de industria para responder a lo que pasa en la cadena de producción del cine. Dichos programas nacieron a partir de una necesidad específica de la industria, en el país o en la región. Por ejemplo, el Encuentro de Coproducción nació hace 22 años, cuando nos dimos cuenta de que para algunos países de la región la única manera de hacer cine era vía coproducciones.
Y eso se ha modificado. El Encuentro pasó de ser un lugar de colaboración entre cineastas y productores de distintos países, a un encuentro de financiamiento, y luego a uno del panorama general de la industria. También, en los últimos años, nos abrimos a series de TV.
Para mí es importante escuchar a quienes participan de la industria para ver qué necesitan y cómo ayudarlos desde el festival.
P&N: En línea con dicha cadena de producción, premiarán por primera vez a productores ejecutivos. Este año el galardón es para Enrique Cerezo, empresario y productor de cine. ¿Por qué dar dicho premio?
En el Festival siempre hemos querido reconocer la trayectoria de las personas que están fuera de cámara y que, literalmente, sin ellos, muchas películas no se hubieran realizado.
Me emociona saber que el premio se suma a otros recientes, como Hecho en Jalisco, el cual instauré y ahora es una sección, con programa y comité aparte. O la sección de cine incluyente, donde los productores hacen cine adaptado para personas con discapacidad.
P&N: Como directora del FICG te precedieron, años atrás, Susana López Aranda y Berta Navarro. Ahora te toca coincidir en un momento donde las directoras de los principales festivales de México son mujeres. ¿Qué matiz da a la industria esa situación?
En todos los casos [las directoras] llegamos por diferentes maneras, desde fundadoras que empezaron con sus festivales, hasta quienes ocuparon posiciones del festival, como fue mi caso. Me da muchísimo orgullo que Guadalajara haya sido el primer festival en el país que probó que las mujeres directoras puedan hacer que los festivales funcionen y transciendan.
P&N. ¿Cuál es ese gran número que nunca te han preguntado y te gustaría compartir?
Antes de la pandemia, cuando dirigía la parte de industria, en el Encuentro de Coproducción participaban, en promedio, 30 proyectos. Hacia los últimos años de mi gestión, traté de elevar los números para que hubiera paridad en número de mujeres y hombres. Desde mi perspectiva, ese era el último momento para fomentar esa paridad, pues terminadas las películas deben competir entre sí.
El Encuentro es ese espacio donde hoy podemos seguir haciendo una diferencia. Ahí podemos incentivar a que más mujeres desarrollen proyectos cinematográficos.
P&N: Finalmente, ¿qué hallarán los jaliscienses, los cinéfilos, los creadores y toda la gente de la cadena cinematográfica en esta 39.ª edición del FICG?
Muchas personas llegan a nuestras funciones gratuitas, las que tenemos al aire libre y en espacios abiertos, porque “iban pasando por allí”. Y esas personas se han vuelto público cautivo del festival.
Además, tenemos nuevos eventos, como el Latin American Critics Award for European Films, y secciones consolidadas como el Premio Maguey y el cine de diversidad sexual, o el premio Hecho en Jalisco, que busca crecer la región como opción para descentralizar la producción de cine.
En cuanto a industria, las sorpresas no se pueden cuantificar, pero habrá muchos encuentros que me encanta que sucedan. Son encuentros por serendipia, fortuitos, donde nuevos productores se encuentran con nuevos directores en nuevos espacios.
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