Este 2 de febrero estrena en México la cinta brasileña Mi tío José, que relata el asesinato de un hombre rebelde en los 80.
En la vena de películas que tratan temas mucho más adultos y cerebrales como las galardonadas Vals con Bashir y Flee: Huyendo de casa, que usan la animación como un medio para relatar historias fuertes e impactantes, llega a los cines ahora Mi tío José.
A inicios de la década de los 80, José Sebastião Rios de Moura, miembro del grupo Dissidência Comunista da Guanabara, fue asesinado afuera de una farmacia. Pocos días después, muere en el hospital. Hasta la fecha, su homicidio sigue sin esclarecerse.
La cinta animada brasileña cuenta justo esa historia y su contexto previo, cuando Rios de Moura participó en la resistencia contra la dictadura militar de su país, que se extendió por más de 20 años, desde el golpe de estado de 1964.
“Mi tío José tiene lugar después del asesinato de José Sebastião Rios de Moura, quien participó en el rapto del embajador estadounidense Charles Burke Elbrick en 1969, y permaneció en el exilio durante diez años antes de regresar a Brasil para ser asesinado en un crimen motivado por inclinaciones ideopolíticas”, adelanta la sinopsis del filme.
El director de Mi tío José, Ducca Ríos, es el sobrino en la vida real de José Sebastião Rios de Moura, por lo que la voz de Adonias es una especie de alter ego del cineasta, quien revisa su historia, su legado y sus dolores de infancia haciendo un magnífico uso de la animación 2D.
Con una técnica que tiende a la sencillez y el minimalismo, en gran parte por las limitaciones de la producción, la película entrega un golpe al estómago por el tema retratado en pantalla, pero al mismo tiempo muestra lo difícil que es crecer como adolescente en una sociedad complicada.
El reparto de doblaje está encabezado por Wagner Moura, Tonico Pereira, Lorena Comparato y Jackson Costa, quienes ayudan a que Mi tío José no se sienta pesada sino todo lo contrario: termine siendo una buena oportunidad para hablar de la resiliencia y el trabajo que como humanos debemos hacer día con día para ser felices, con la frente en alto.