Esto es lo que sucede en los últimos momentos de la nueva cinta postapocalíptica.
¡Te contamos lo que pasa al final de Criaturas: Línea de extinción! Esta película postapocalíptica de ciencia ficción ya llegó a las pantallas de Cinépolis, y cuenta con una historia que te atrapará presentando otro enfoque de lo que sucedería si una raza alienígena llegara a nuestro planeta.
Una amenaza desconocida
NOTA: Vienen SPOILERS de Criaturas: Línea de extinción
La cinta relata el modo de vida de una sociedad acechada por los “segadores”, una especie de monstruos que, un día, salieron del área subterránea de la tierra, creando socavones. Resulta que estas bestias comienzan a cazar a los humanos, llenándolos de terror. Nos enfocaremos en Will (Anthony Mackie), uno de los sobrevivientes. Él tiene un hijo, Hunter (Danny Boyd Jr.), con una enfermedad pulmonar que le provoca ataques, y su medicamento está escaso.
Por esa razón, Will decide embarcarse en una misión para llegar a Boulder, Colorado, y obtener la medicina en un hospital. El problema es que las criaturas atacan si las personas se encuentran por debajo de una altura de poco más de 2,400 metros. Si cruzan la línea que está por arriba de esa cifra, los humanos están a salvo, ya que los monstruos crean sus propios campos electromagnéticos y estallan si no se encuentran abajo.
Para acompañarlo en su travesía, Will acude a dos vecinas de su comunidad en Fort Range: Nina (Morena Baccarin) y Katie (Maddie Hasson). En un punto de su viaje que involucra una pequeñísima aventura subterránea, Katie es atacada por un segador y muere. Sin embargo, Will y Nina sobreviven. Esto es muy conveniente para la historia, porque se revela que, además de ser muy buena tiradora y estratega, en el mundo pasado Nina también era investigadora del Instituto Tecnológico de California. Ella tiene un laboratorio en el cual, durante el inicio del apocalipsis, había empezado a desarrollar un método para acabar con las criaturas.
Nueva oportunidad
El método de Nina, o al menos la idea, consiste en fabricar balas cuyas puntas se cubrirán con una solución de magnesio, pues la científica descubre que cuando la piel de los segadores entra en contacto con el mineral, se altera su estructura molecular, provocando que se activen sus campos magnéticos, lo que los lleva a implosionar.
Después de sortear varios obstáculos, los sobrevivientes llegan al hospital en Boulder, donde obtienen el medicamento para Hunter y, después, finalmente llegan al laboratorio. Ahí, Nina se pone manos a la obra para probar su hipotética fórmula, pero Will decide que lo mejor para regresar a casa es hacerlo solo, pidiéndole a Nina que no vuelva con él.
Así, cuando el protagonista va de regreso a casa en una camioneta, se poncha una de las llantas y el auto se vuelca, provocando que Will no pueda avanzar. Entonces, llega uno de los segadores y se prepara para atacar al estelar.
Pero en ese momento, ¡Nina llega al rescate! La coprotagonista le dispara al segador y vemos que su teoría era correcta. Funcionó y la bestia estalla, pues se rompe su campo electromagnético. No obstante, hay un giro: las criaturas no son biológicas, sino mecánicas, y si explotan no es porque se altere su estructura molecular creando combustión interna, sino porque, simplemente, sus circuitos se destruyen con la solución de magnesio.
Nina y Will regresan a Fort Range para reencontrarse con Hunter. La buena noticia es que, además de haber obtenido el medicamento, ya tienen una forma de enfrentar la amenaza. Pronto, izan una bandera pirata para alertarles de esto a los habitantes de una comunidad cercana, en las Rocallosas. Lo último que vemos antes de que la película cierre es una toma cenital en la que se perciben varias explosiones a lo lejos. Ha comenzado la batalla.
¿Te gustó el final de Criaturas: Línea de extinción? La película ya está disponible en Cinépolis.
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