Grandes obras de un referente del cine mexicano.
Autor de muchos de los relatos mejor recordados del cine mexicano y hollywoodense contemporáneo, Alfonso Cuarón irrumpió en la industria fílmica con propuestas arriesgadas y subversivas que demostraron que podía dominar cualquier género que tuviera enfrente, y que es capaz de imprimirle a cada una de sus obras preocupaciones siempre pertinentes sobre la importancia de la rebeldía, la amistad y la aceptación de aquello que nos hace humanos.
Estas son las mejores películas de Alfonso Cuarón. ¿Tienes alguna favorita de este cineasta nacido en la Ciudad de México?
Niños del hombre (2006)
Esta historia distópica es de las mejores películas de Alfonso Cuarón por su destreza técnica, pero también por su potente historia de drama que nos muestra una desoladora –aunque pertinente– visión del futuro.
Aquí, conocemos a Theo Faron (Clive Owen), quien debe ayudar a una refugiada que espera escapar del caos de un mundo sumergido en crisis ecológicas, sociales y económicas debido a un inexplicable periodo de infertilidad colectiva. Cuarón demuestra su maestría en la dirección de actores y montaje de secuencias llenas de tensión. Además, el trabajo de Emmanuel Lubezki como director de fotografía es magistral.
Roma (2018)
Para esta cinta, Cuarón confeccionó una especie de autobiografía centrada en sus años de infancia y la enmarcó en la historia de Cleo (Yalitza Aparicio), una empleada doméstica que vive y trabaja en la casa de una familia de clase media en la colonia Roma, de la Ciudad de México. A través de los ojos de Cleo, regresamos a nuestro país en la década de los 70, y también conocemos dinámicas y relaciones interpersonales a detalle.
El cineasta ha dicho que esta es su película más personal, y eso se nota, pues la atención a los detalles, tanto en la puesta en escena como en el diseño de producción y las actuaciones naturalistas de sus estelares. La película triunfó en los premios Oscar de 2019, en las categorías de Mejor director, Mejor fotografía y Mejor película en lengua extranjera.
Gravedad (2013)
La historia de Ryan Stone, una ingeniera médica en su primera misión que sufre un accidente mientras está reparando una estación. Así, queda flotando en el espacio. Su historia es simple, pero está tan bien estructurada y usa tan buenos recursos narrativos para mantenernos al filo del asiento con su drama de supervivencia, que ahora es considerada un clásico de la ciencia ficción.
Recordada por las envolventes tomas del espacio diseñadas por Emmanuel “El chivo” Lubezki y las cautivadoras y estresantes –en el buen sentido– interpretaciones de Sandra Bullock y George Clooney. Es el largometraje que le dio a Cuarón su primer Oscar como Mejor director y a Lubezki su primero por Mejor fotografía.
Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004)
La tercera entrega de la saga del joven mago es también una de las mejores películas de Alfonso Cuarón. El mexicano supo inyectarle una muy buena dosis de horror gótico y temáticas coming-of-age al uno de los años más turbulentos de Harry al interior de la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería.
Considerada por muchas personas como la mejor cinta de la franquicia, cuesta creer que este es un proyecto al que Cuarón no quería entrar al principio, pues su sensibilidad para retratar la naturaleza humana resultó ser perfecta para este universo de fantasía.
Y tu mamá también (2001)
La historia de un viaje por carretera emprendido por los mejores amigos Tenoch (Diego Luna) y Julio (Gael García Bernal) para seducir e impresionar a Luisa, una hermosa mujer española (Maribel Verdú), sirve como caballo de Troya para tocar temas como la liberación sexual y las diferencias de clases sociales en México.
Al momento de su estreno, creó polémica, sobre todo por lo explícitas que son algunas de sus escenas, aunque hoy es considerada una de las mejores películas del movimiento conocido como Nuevo Cine Mexicano.
Grandes esperanzas (1998)
Adaptación modernizada de la novela homónima escrita por Charles Dickens. Se nos cuenta la historia de Finn (Ethan Hawke), un pintor que está perdidamente enamorado de Estella (Gwyneth Paltrow), quien se convierte en una musa para él. Los años pasan y, mientras Finn se encuentra en Nueva York para exponer sus pinturas, con la ayuda de su amigo Arthur Lustig (Robert De Niro), se reencuentra con Estella, reavivando su chispa.
Este es un largometraje recordado en gran parte por su estilo visual hipnotizante, y por las actuaciones de sus dos protagonistas, quienes capturaron perfectamente la ansiedad y curiosidad de las juventudes noventeras.
La princesita (1995)
En esta fábula en la que combina toques de realismo mágico con un estilo visual propio de cuento de hadas, Alfonso Cuarón narra la historia de Rachel, una joven aristócrata que es enviada por su padre a un internado para niñas. Ahí, no la pasará muy bien ante los constantes abusos de sus maestras y algunas de sus compañeras. Sin embargo, su gran imaginación la ayudará a superar todas las adversidades.
Se trata de la segunda película dirigida por el mexicano, y una en la que ya demostraba aptitudes para adentrarse en mundos de fantásticos, poniendo muchísimo énfasis en la construcción de sus personajes.
Sólo con tu pareja (1991)
En su debut tras la cámara, el realizador ofreció una comedia ácida que rompió paradigmas y desafió tabús al contar la historia de Tomás (Daniel Giménez Cacho), un publicista mujeriego quien es engañado por una enfermera con quien tiene una aventura. Ella le hace creer que tiene SIDA.
Al poco tiempo, Tomás se enamora de Clarisa (Claudia Ramírez), una sobrecargo, y así comienza una serie de enredos. La película se alzó con el premio Ariel a Mejor argumento original en 1992.
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