Barry Keoghan encontró en la actuación una forma de sobreponerse a las tragedias de su niñez.
En los últimos meses, el nombre de Barry Keoghan ha estado en boca de todos. El actor irlandés inició su carrera artística en 2011, con un pequeño papel en la película Between the Canals. Poco a poco, su talento lo llevó a trabajar con cineastas como Christopher Nolan y Yorgos Lanthimos. Sin embargo, la vida de Barry Keoghan no siempre fue mágica, de hecho, tuvo una infancia complicada.
El actor, nominado al Oscar en 2023, se sinceró con en una entrevista con Ireland Unfiltered en 2018. Habló de la adicción a la heroína de su madre hasta su niñez en un orfanato. Barry Keoghan detalló los difíciles momentos que atravesó en su infancia:
“No fue agradable. Nunca es agradable que los niños sean separados de sus padres. Nos trajeron… había una oficina en Mountjoy Square y uno iba y esperaba allí. Recuerdo una pequeña sección de juguetes en la parte trasera y una pequeña zona de juegos”.
A la edad de cinco años, Keoghan y su hermano fueron llevados a un hospicio, pero su comportamiento problemático los llevó a cambiar de hogar constantemente. Lamentablemente, a la edad de doce años, su madre, a quienes sólo veía los fines de semana, falleció debido a su adicción.
“Nos lo dijeron mi niñera y mi tía. No fue un buen día, fue el peor día de mi vida. Tenía alrededor de 12 años pero había algo en mí que simplemente lo tomé y me hizo más fuerte”.
Tras la muerte de su madre, Keoghan decidió usar el dolor como un incentivo para alcanzar el éxito en la actuación. Su pasión por el arte de interpretar papeles nació en los albergues donde creció: organizaba obras de teatro con los demás niños.
El salto de Keoghan al mundo del espectáculo
Desde una temprana edad, el actor nacido en 1992 soñaba con ser parte de Hollywood: “Es muy loco pensarlo. Estaba viendo las letras (de Hollywood) y pensé que quería esto desde que era niño. No sé por qué, pero lo quería”. Keoghan mencionó en una entrevista con la revista GQ que creció viendo a Marlon Brando, James Dean y Paul Newman. Descubrió que tenía usando su talento para imitar a los demás: “Me estaba expresando. Hacer imitaciones, poner acentos para llamadas de broma, ir de compras y convertirme en personajes diferentes cada vez”.
Esta pasión por actuar le ayudó a encontrar una vocación. A los 19 años, mientras vivía con su abuela, con quien se mudó tras la muerte de su madre, comenzó a estudiar actuación por primera vez. Tras participar en producciones independientes y series de televisión, Keoghan alcanzó la fama mundial en 2017 en Dunkirk, de Nolan.
A doce años de haber debutado, el actor se encuentra en la cima de popularidad y todo parece indicar que el éxito apenas comienza. Al respecto de su infancia y la relación con su madre, Keoghan ha mencionado no sentir rencor: “Ella era tan hermosa […] Rezo por ella todos los días].
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