¡Prepárate para dudar hasta de tus pensamientos!
Recientemente, las redes sociales se llenaron de videos con la frase “Pero la lámpara se ve rara”. Todo surge como parte de una historia compartida en Reddit donde un hombre señala que, durante años, vivió la vida perfecta. Se casó con el amor de su vida, vivió en la casa de sus sueños y tuvo hijos hermosos. Pero un día despertó y una extraña lámpara llamó su atención. En realidad, el hombre estuvo en coma durante años y su vida perfecta fue una mala jugada de su mente. Durante décadas, el cine nos ha llenado de películas similares, que juegan con la realidad y desafían nuestra mente de maneras inesperadas. Si quieres disfrutar de historias así, a continuación te presentamos algunas historias donde la lámpara, sin duda, se ve muy rara.
El gabinete del doctor Cailgari (1920)
En un parque, Francis anima a su compañero Alan para que visiten una ciudad en el norte de Alemania y vean el espectáculo del doctor Caligari. Un empleado municipal que le niega al doctor el permiso para actuar, aparece asesinado al día siguiente. Francis y Alan acuden a ver al doctor Caligari y a Cesare, su ayudante sonámbulo, que le anuncia a Alan su porvenir: vivirá hasta el amanecer. Este clásico del expresionismo alemán no sólo brilla por su perturbadora estética, sino también por ser uno de los primeros títulos en introducir un giro final. Sea cual sea su teoría sobre los crímenes ocurridos, seguro están equivocados.
Vertigo (1958)
Scottie Fergusson es un detective de la policía de San Francisco que padece de vértigo. Cuando un compañero cae al vacío desde una cornisa mientras persiguen a un delincuente, Scottie decide retirarse. Gavin, un viejo amigo, lo contrata para que vigile a su esposa, una bella mujer obsesionada con su pasado. Nadie como Alfred Hitchcock para hacernos dudar de lo que creemos, y más en esta película. Vertigo está llena de capas y elementos que, a primera vista, podrían parecer sencillos, pero dan pie a un clímax lleno de preguntas sobre la identidad. No importa cuánto lo intentemos, a veces nunca terminaremos de conocer a las personas.
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Truman Show: Historia de una vida (1998)
Truman es un hombre ingenuo que vive en uno de esos pueblos donde nunca pasa nada. Sin embargo, extraños sucesos le hacen sospechar que algo raro ocurre. Todos sus amigos son actores, su ciudad es un set, y toda su vida se transmite como el reality más ambicioso de la historia. Si bien, tiene años de haberse estrenado, sus comentarios sobre los límites de la vida real y cualquier simulación se mantienen efectivos. Además, la actuación de Jim Carrey, tan diferente a otros proyectos, es una delicia.
Los otros (2001)
La cinta gira en torno a Grace, una mujer que vive en una casa en medio del campo junto a sus dos hijos: Anne y Nicholas (que no pueden ver la luz del sol). Mientras espera el regreso de su esposo, Grace recibe la visita de tres extraños que piden empleo en la casa. Si aman los títulos de terror con final inesperado, este es un verdadero clásico. Con una atmósfera tenebrosa y el gran trabajo de Nicole Kidman, es una película que incluso coquetea con la nostalgia cuando todo se ha revelado.
La isla siniestra (2010)
En 1954, dos agentes son enviados a una isla remota para investigar la desaparición de una peligrosa asesina recluida en el hospital psiquiátrico Ashecliffe. Este es dirigido por el siniestro doctor John Cawley, pero lo que se esconde en el lugar es aún más peligroso que los pacientes y el mismo médico. Dirigida por Martin Scorsese, esta película nos hace sentir que ninguna de nuestras teorías es segura, y ahí radica su gran acierto. Entre enfrentamientos con el pasado y una demoledora revelación, seguramente pensarás en La isla siniestra mucho tiempo después de que corran los créditos.
El origen (2010)
Dom Cobb es un ladrón capaz de adentrarse en los sueños de la gente y hacerse con sus secretos. Cuando recibe la misión de implantar una idea en el subconsciente de una persona, Dom debe enfrentare a una persona que, al parecer, predice cada uno de sus movimientos y sabe sus trucos. Más allá de la increíble puesta en escena a la que nos tiene acostumbrados Christopher Nolan, El origen sobresale por crear un rompecabezas tremendamente ambicioso. Pocas películas apuestan por una historia tan compleja y salen tan bien libradas como esta.
El cisne negro (2010)
Nina es una bailarina de ballet obsesionada con la perfección. Cuando comienza un nuevo montaje de El lago de los cisnes, la joven decide demostrar que puede protagonizar la obra. Sin embargo, la presión de su madre y la rivalidad con Lily, una compañera, la llevarán al límite de su capacidad. Con una estupenda Natalie Portman en el rol principal, este thriller nos lleva al extremo de lo que es real cuando se trata de ser perfecto. Entre complejas coreografías y actuaciones de primer nivel, la historia de Nina (y su conclusión) nos hacen ver que, a veces, somos nuestro peor enemigo.
La piel que habito (2011)
Tras las quemaduras que sufrió su esposa, el doctor Robert Ledgard ha trabajado en la creación de una nueva piel. Para comprobar su trabajo necesita una persona dispuesta a experimentar, pero su búsqueda ha sido en vano. Un trágico hecho que afecta a su familia le dará a la persona indicada para poner en práctica su trabajo. A pesar de su historia no lineal, este drama de Pedro Almodóvar es perfecto para hablar de la oscuridad en los seres humanos y lo que somos capaces de hacer por venganza. Antonio Banderas protagoniza de forma fascinante, y juega con las emociones del espectador al ver los límites de su personaje.
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Buenas noches, mamá (2014)
Dos hermanos gemelos esperan pacientemente a que su madre regrese a casa tras una operación de cirugía plástica. Cuando llega con la cara completamente vendada se muestra fría, distante y obsesiva. De inmediato, los pequeños dudan sobre la identidad de esa mujer. Si algo tiene esta película, es capacidad para sorprender. Aunque se desarrolla en pocos espacios y con un reparto contado, la historia demuestra ser tan poderosa que no necesita más. Es inquietante, tiene escenas aterradoras, y un giro que no va por donde se podría pensar.
¡Huye! (2017)
Chris, un fotógrafo afroamericano, conocerá a la familia de Rose, la chica blanca con la que sale. El fin de semana en el campo parece ir de maravilla, aunque los padres de Rose muestran una amabilidad extraña. Con el paso de las horas, el ritmo de la reunión cambia. La obra maestra de Jordan Peele demostró que el horror, la crítica social y unos toques de comedia fácilmente podían coexistir. El resultado es una película que no recurre a espectros o entidades para generar tensión, sino a lo que se oculta en los pensamientos de los seres humanos.
El padre (2021)
Un hombre rechaza la ayuda de su hija según va envejeciendo. A medida que intenta dar sentido a sus circunstancias cambiantes, comienza a dudar de sus seres queridos, de su propia mente e incluso se muestra inquieto sobre la realidad diaria. Si bien, se trata de un drama, es un gran ejemplo de cómo cualquier genero (cuando se trabaja correctamente) puede sorprender con sus giros. La actuación de Anthony Hopkins es parte integral de las dudas que se generan en la audiencia, y nos lleva en un descenso doloroso hacia la pérdida de la razón.
No te preocupes, cariño (2022)
Alice y Jack viven en la comunidad de Victory, un pueblo diseñado para las familias de los hombres que trabajan en el proyecto del mismo nombre. Todo parece perfecto, pues la compañía mantiene satisfechos a sus habitantes. Pero pronto comienzan a surgir los secretos de una siniestra realidad que inquieta a Alice. Con un llamativo diseño de producción y Florence Pugh dándolo todo en sus escenas, la cinta de Olivia Wilde nos hace dudar de todo lo que parece perfecto. Entre relaciones tóxicas, dinámicas de poder y un giro interesante, es una sólida propuesta para cuestionar más de una realidad,
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