Conoce el duro golpe de realidad que lo hizo reflexionar sobre lo que deseaba.
Luego de participar en títulos como Hackers, Scream, Trece fantasmas y Scooby-Doo, la carrera de Matthew Lillard parecía ir en un ascenso constante. El actor contaba con una gran cantidad de fans, y sus proyectos le habían permitido mostrar un enorme rango actoral para ir de la comedia al horror. Tenía el apoyo de la crítica, de los fans, e incluso algunos títulos muy taquilleros, y aunque el mismo Lillard creía estar a punto de ser una estrella, todo cambió para mal. A 20 años del momento que lo cambió todo, esto reflexiona el intérprete de Stu Macher en Scream.
En entrevista para Business Insider, Matthew Lillard reveló el contraste que vivió tras el live-action de Scooby-Doo estrenado en 2002. Dicha película recaudó $275 millones de dólares (MDD) en todo el mundo, y al confirmarse la secuela, muchos esperaban un resultado incluso superior. Lillard fue requerido de nuevo para protagonizar, e incluso recibió el sueldo más alto de su carrera.
“Creí que sería el No. 1 en la lista de llamados durante los siguientes 10 años de películas. Y la realidad es que sucedió exactamente lo opuesto”.
Aunque Lillard y sus compañeros de reparto hicieron un gran trabajo, Scooby-Doo 2 tuvo un muy mal recibimiento de la crítica. De pronto, el encanto que muchos vieron en la cinta original se desvaneció, y eso se reflejó en su terrible recaudación. No llegó ni a los $200 MDD en todo el mundo. Sin importar su talento, o lo que había realizado en proyectos previos, la carrera de Matthew Lillard cayó en un abismo. El actor dejó de preocuparse por perseguir la fama y revalorizó muchos aspectos.
“Estaba atrapado en el éxito de lo que estaba haciendo, estaba atrapado en los papeles que estaba obteniendo, estaba atrapado en este impulso de ser, entre comillas, famoso. Iba a Dancing With the Stars (un concurso televisivo de baile). Y estaba como: ‘Si hago el programa, jamás ganaré un Premio de la Academia’”, agregó.
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Le costó un gran golpe de realidad, e incluso participar en proyectos de los que no se sentía muy orgulloso, pero todo mejoró cuando obtuvo papeles de reparto en títulos bien recibidos por la crítica. Formó parte de Los descendientes (nominada al Oscar), y Las curvas de la vida (dirigida por Robert Lorenz). Irónicamente, hubo un tiempo en que sus participaciones cinematográficas se redujeron a ser la voz de Shaggy en películas animadas de Scooby-Doo que ni siquiera llegaron a cines.
“También pensaba: ‘Si hago Dancing With the Stars, seré famoso, pero no un gran actor, y yo realmente quería ser un gran actor. Le dije a mi agente: ‘Sólo quiero ser un actor. Sólo quiero estar en películas. Quiero reiniciar mis expectativas”.
Afortunadamente, el trabajo no se detuvo para Matthew Lillard. Pudo trabajar en muchas series, y aunque no era el trabajo que en un inicio pensaba, esto le permitió solventar las deudas que tenía. En 2023 se presentó la oportunidad de actuar en Five Nights at Freddy´s, que se convirtió en un rotundo éxito y le regresó un poco de la fama que parecía perdida. El próximo año participará en la nueva película del director Mike Flanagan, y también regresará en la secuela de Five Nights at Freddy´s.
“He pasado por momentos buenos y malos. He sido irrelevante y pensé que nunca volvería a trabajar”, concluyó.
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