El actor francés deja un legado de 122 películas, 88 de ellas como actor, dos como director y 32 como productor.
La mítica estrella del cine Alain Delon murió a los 88 años. Así se informó este 18 de agosto. Alain Delon falleció dejando tras de sí fama y un legado cinematográfico importante, pero que contrastó con la depresión al final de su vida.
El actor fue una estrella de la época dorada del cine francés, conocido por su personalidad de tipo duro en la pantalla en éxitos como El samurái (1967) y Borsalino (1970).
Descrito como el hombre más bello del cine, fue una estrella de la pantalla grande en los setentas. Sin embargo, sus últimos años estuvieron muy lejos de reflejar el esplendor de su juventud.
Los tristes años finales
Durante décadas, Delon vivió rodeado de lujo y fama, protagonizando romances y escándalos que alimentaban a la prensa. Sin embargo, la recta final de su vida fue un sombrío contraste con los días de gloria. Un accidente cerebrovascular en 2019 marcó el inicio de una etapa difícil, en la que la salud del actor comenzó a deteriorarse gravemente.
También la vida familiar de Delon fue turbulenta, especialmente con sus tres hijos, Anouchka, Anthony y Alain-Fabien. Tras el accidente cerebrovascular, surgieron tensiones sobre el tipo de cuidados que debía recibir. Mientras Anouchka abogaba por tratamientos intensivos en Suiza, sus hermanos preferían que el actor permaneciera en París. Estas diferencias reavivaron las heridas de una relación ya complicada, aunque la enfermedad logró, en parte, acercarlos.
Deseo de muerte
A pesar de los intentos de reconciliación con sus hijos, los resentimientos del pasado nunca desaparecieron del todo. En una ocasión, Alain-Fabien expresó que la relación con su padre fue amarga, y declaró que nunca aprendió a amar debido a la ausencia de cariño por parte del señor Delon.
Estos conflictos familiares persistieron hasta el final de sus días, cuando Delon dejó en manos de sus hijos la comunicación sobre su estado de salud y sus deseos de no prolongar su vida en caso de quedar en coma.
El declive de Delon no sólo fue físico, sino también emocional. La muerte de su exesposa Nathalie Canovas y sus continuos problemas de salud le llevaron a una profunda depresión.
Legado y final de una era
Alain Delon deja un legado de 122 películas, 88 de ellas como actor. Su carrera estuvo marcada por colaboraciones con directores legendarios como Jean-Pierre Melville y Luchino Visconti, en las que forjó su imagen de galán estoico y enigmático.
La lista de cineastas de primer orden con los que trabajó posteriormente hace que Delon sea no sólo un icono del cine francés de los años 60 y 70, sino uno de los grandes emblemas de la cinematografía.
Su interpretación en 1960 de la mano de Luchino Visconti en Rocco y sus hermanos fue la que lo consagró. Pero en su filmografía destacan igualmente títulos como La Piscina (1969), de Jacques Deray, o, en ese mismo año, El clan siciliano, de Henri Verneuil.
La última vez que apareció en el cine fue interpretándose a sí mismo en una comedia de Michel Denisot: Toute Ressemblance, ambientada en el mundo de los talk shows televisivos, que la crítica francesa destrozó en el momento de su estreno, a finales 2019.
En 2013, el propio Delon confesó que había perdido la pasión por el mundo que le rodeaba, por lo que se limitaría a disfrutar de sus últimos años con sus hijos y nietos, por temor a morir solo.
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