¿Sabes por qué se llama así la película? Esta y otras preguntas las respondemos en este especial.
¿Por qué Beetlejuice se llama Beetlejuice? Betelgeuse es el nombre de la estrella más brillante de la constelación de Orión. Aunque el nombre suena igual, se escribe diferente. ¿Es un error? ¿Es efecto Mandela? A continuación, te contamos TODO lo que debes saber de la secuela.
En Beetlejuice de 1988, se puede ver que su nombre se escribe “Betelgeuse”. Pero, cuando Lydia está tratando de adivinar su nombre, él le da como pista un escarabajo y jugo, palabras que en inglés son “beetle” y “juice”.
Los guionistas eligieron ese nombre ya que se dieron cuenta que el nombre “Betelgeuse” le daba muchos problemas a los astrónomos, porque no se ponían de acuerdo cómo escribirlo ni cómo pronunciarlo. Era el nombre ideal para un peligroso demonio al que se le invoca diciendo su nombre tres veces.
Beetlejuice fue un clásico instantáneo con una premisa simple: la molesta familia Deetz habita la casa del difunto matrimonio Maitland, fantasmas novatos que tienen que recurrir a los servicios de Beetlejuice, un espectro autoproclamado bio-exorcista que, además de ser un verdadero patán, busca volver al mundo de los vivos casándose con Lydia, la hija de los Deetz.
Con poco presupuesto, Tim Burton tuvo que hacer magia, empezando por los efectos visuales, mismos que se hicieron chafones a propósito, con marionetas, miniaturas y animación stop-motion, para recrear la esencia cinematográfica de las películas pioneras en los VFX.
Para diferenciar el mundo de los vivos del de los difuntos, Burton quería que la paleta de colores del Más Allá fuera pastel. Esto representó un reto para el equipo de maquillaje, ya que en ese entonces no existían cámaras que pudieran capturar fielmente los colores pastel, así que recurrieron a técnicas poco usuales para conseguir los matices perfectos. Por supuesto, Beetlejuice se ganó el Oscar a Mejor maquillaje.
Beetlejuice fue la piedra angular de las carreras de Tim Burton, Winona Ryder y Michael Keaton, quien rechazó el papel principal más de una vez porque no le entendía al guion, pero terminó aceptando porque el director le caía súper bien. ¿El resultado?
Michael Keaton dejó como legado a uno de los personajes más memorables de la historia del cine… con tan sólo 17 minutos en pantalla. ¡17 MINUTOS! Y lo que se cuece aparte es la banda sonora. Danny Elfman se consagró con el épico y legendario tema de Beetlejuice, donde hasta de broma escondió referencias a las canciones de Harry Belafonte y su estilo calypso que se inmortalizó gracias a esta película.
Y al fin llega la esperada secuela, Beetlejuice Beetlejuice, que reúne a Winona Ryder, Catherine O’Hara y, por supuesto, Michael Keaton. Y se unen Jenna Ortega como Astrid, la hija de Lydia, Justin Theroux como Rory, el papá de Astrid, Willem Dafoe como un detective fantasma, y Monica Bellucci como Delores, la exesposa de Beetlejuice que tiene un asunto pendiente con él.
Obviamente también regresa Tim Burton a la dirección, inyectándole ese espíritu indie con efectos visuales prácticos que hace 36 años convirtieron a Beetlejuice en leyenda.
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