Como productor ejecutivo, Spielberg hizo cambios al final de esta película, y Glen Powell revela cómo era originalmente.
Tornados (2024) está arrasando con éxito las taquillas. La secuela independiente de la película original de 1996 presenta nuevos cazadores de tormentas y tecnologías, con Steven Spielberg como productor ejecutivo.
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Tornados está llena de acción, adrenalina, y un elenco destacado con Daisy Edgar-Jones y Glen Powell. Esta nueva película de Lee Isaac Chung llama la atención no sólo por sus impresionantes escenas de tormentas, sino también por la química entre sus protagonistas, y la producción ejecutiva de Steven Spielberg.
En una reciente entrevista con Collider, Glen Powell, Daisy Edgar-Jones y Anthony Ramos hablaron sobre los retos de filmar Tornados (2024) y las decisiones creativas que hicieron única a esta secuela independiente. Una de las revelaciones más impactantes fue cómo el legendario Steven Spielberg, productor ejecutivo de la película, influyó en un cambio crucial en el desenlace de la historia.
Un final unido por la pasión
Powell y Edgar-Jones discutieron una decisión que sorprendió a muchos espectadores: la ausencia de un beso entre los protagonistas. Según Edgar-Jones, esta elección fue una sugerencia de Spielberg.
“Creo que evita que la película parezca demasiado cliché. Hay algo realmente maravilloso en que parezca que hay una continuación. Este no es el final de su historia. Están unidos por su pasión compartida por algo”, explicó la actriz británica.
En dicha entrevista, Powell añadió que la película no se trataba de una historia de amor convencional. “Se trata de que Kate vuelva a lo que ama, que es perseguir tormentas. Así que eso es lo que tenemos al final de la película. Siento que un beso sería poco representativo del objetivo correcto al final de la película”, afirmó Powell.
Desafíos en el set
Además de las decisiones narrativas, los actores compartieron algunas de las experiencias más desafiantes durante el rodaje. Edgar-Jones destacó una secuencia particularmente intensa en un motel, donde todo se filmó en una sola toma.
“Teníamos un remolque para caballos y una máquina expendedora y gente siendo arrastrada con cables. Para mí, eso fue como: ‘¿Cómo va a funcionar eso?’ Y resultó. Cuando lo estás viendo, piensas: ‘¡Oh, Dios mío!’. Es muy emocionante e intenso para mí”, relató Edgar-Jones.
Por su parte, Ramos recordó las dificultades de filmar al aire libre en pleno invierno en Oklahoma, con temperaturas bajo cero mientras llevaban ropa de verano. “Era diciembre en Oklahoma y todos llevábamos camisetas de manga corta. Daisy, tú llevabas una camiseta sin mangas. Esa noche se congeló”, comentó.
La magia de Spielberg
Spielberg, conocido por su capacidad de agregar profundidad emocional a sus películas, jugó un papel clave en la producción de Tornados.
De acuerdo con los protagonistas, su consejo de omitir el beso final no sólo evitó caer en clichés, sino que también reforzó el mensaje central de la película sobre la pasión y la dedicación a un propósito mayor.
A pesar de la omisión de este momento romántico, la relación entre los personajes de Kate (Daisy) y Tyler (Powell) es un hilo conductor significativo en Tornados. La película utiliza su conexión para reflejar la narrativa emocional y profesional de ambos.
Y sí grabaron una escena del beso entre ambos protagonistas, pero de acuerdo con el director de la película, la respuesta del público estuvo dividida. Finalmente, se optó por una versión que evitara el beso, enfatizando la pasión de Kate por la cacería de tormentas.
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