La creación de esta cinta puso en aprietos a sus realizadores.
En un mundo donde incluso las grandes franquicias tienen fracasos taquilleros, es entendible que Hollywood no quiera apostar por historias originales o temas que comúnmente no se ven en pantalla. Hace algunos años, cuando el director Richard Linklater desarrollaba Cómplices del engaño, la cinta se enfrentó a numerosos problemas. Ni siquiera el prestigio de su director era el aliciente necesario para conseguir un gran estreno en cines. ¿Cómo fue que todo cambió?
Durante una entrevista para la BBC, el director de la trilogía Antes explicó el proceso para hacer la cinta. Primero trabajó con Glen Powell, quien no sólo protagoniza, sino que también colaboró en el guion. Ambos tenían una idea fija, y querían que Cómplices del engaño fuera diferente, que ofreciera una experiencia digna de la pantalla grande.
“Glen y yo la escribimos de forma especulativa y no nos pagaron nada, sólo intentamos hacer la película. Realmente sentimos que estábamos en algo, sentimos que habíamos escrito una película negra, una película criminal, y una comedia loca sobre una pareja a la que deseamos ver juntos, pero creo que los estudios la veían como sólo una cosa”.
En Cómplices del engaño, Gary Johnson / Ron es el agente encubierto más buscado de Nueva Orleans. Para sus clientes, es el sicario ideal, cero errores, siempre un profesional. Esto cambiará cuando rompa el protocolo para ayudar a una atractiva y desesperada mujer que intenta huir de su novio maltratador. Para esta misión, Gary se convertirá en uno de sus falsos personajes y tendrá que decidir entre seguir con la misión, o enamorarse sabiendo el peligro que los dos correrían.
Aunque la trama suena divertida, y con un balance adecuado de suspenso, comedia, y hasta acción, no muchos se interesaron por la cinta. Fue hasta su debut en el Festival de Cine de Venecia, en 2023, que todo cambió.
“Querían que Ron fuera un asesino real, algo que ya habían visto antes. De cualquier forma, hicimos la película y obtuvo una gran respuesta. No muchos estudios se mostraron apasionados, quizá creían que no podían vendérsela a una audiencia”, añadió.
Ante la situación que enfrentaron Linklater y Powell, el director tiene una interesante reflexión. Su experiencia le dice que los estudios ya no piensan tanto en la calidad de las historias, sino en aquello que el departamento de marketing puede vender con éxito. En ese sentido, también alabó la carrera de Glen Powell, quien ha construido un estatus importante a base de personajes secundarios, y sin necesidad de recurrir a las grandes franquicias o universos cinematográficos.
“No te despiden por hacer una secuela o una historia de origen, algo que ya existe. No te metes en problemas por lo que es obvio y comercial. Lo que cambió es que las películas reciben luz verde del departamento de marketing y luego se convirtieron en opciones realmente seguras. Es difícil hacer eso con películas tipo Marvel, porque ya tienen personajes establecidos, por ejemplo. Glen es de una vieja escuela, ha interpretado algunos papeles maravillosos como secundario, pero los personajes tienen que evolucionar y cada vez hay menos de ellos”.
Afortunadamente, pronto llegó el apoyo, y Cómplices del engaño, basada en una historia real, llegará a las salas de Cinépolis el próximo 20 de junio. ¿Será otro éxito para Glen Powell?
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