James Cameron ayudó al director de X-Men a salvar la franquicia con una importante sugerencia para hacer felices a los fans.
Cuando se trata de un gran espectáculo de acción emocionante, James Cameron es indudablemente uno de los mayores exponentes de Hollywood y ahora se reveló cuál fue su contribución a las películas de X-Men de Bryan Singer.
El prolífico director ha creado algunas de las películas más icónicas de la industria que han cautivado a las personas. Desde Terminator, Mentiras verdaderas y Titanic, hasta las películas de Avatar, Cameron ha dejado huella al generar drama y magia en la pantalla.
El ganador del Óscar también es famoso por sus declaraciones audaces sobre las franquicias de superhéroes. Cameron ha hablado abiertamente de su escepticismo hacia el Universo Cinematográfico de Marvel, al comparar sus películas de Avatar con las películas de Marvel. A pesar de sus críticas, el cineasta de Terminator tuvo una pequeña pero importante influencia en una película de X-Men que finalmente marcó una gran diferencia en la saga.
El estatus de James Cameron en Hollywood hoy en día le permite al director el lujo de no andarse con rodeos al hablar de otras películas y directores. A pesar de no ser un fanático, Cameron fue influyente al darle a X-Men: Días del futuro pasado un valioso cambio de imagen.
El director de la película, Bryan Singer, consultó a James Cameron sobre el clímax en el cual Wolverine, interpretado por Hugh Jackman, se despierta en una línea temporal alternativa donde el director y su editor incorporaron un efecto visual borroso para añadir matices al dilema del personaje.
Pero cuando Singer le presentó esta idea a Cameron, el cineasta de Titanic no quedó impresionado con el uso de la técnica, ya que consideraba que ocultaba la verdadera intención de la escena.
Aunque pequeña, la aportación de James Cameron a X-Men ayudó a que fuera un éxito en los fans
En una entrevista con IGN, Singer mencionó su conversación con Cameron y dijo:
“Así que envié eso a Jim, y Jim me llamó y me dijo: ‘Bryan, esa cosa borrosa hizo que yo pensara que me iban a sorprender, y no estaba satisfecho. Pensé que era una mentira y que iba a fracasar, y todo sería oscuro. Y de repente, todo estuvo bien'”.
Singer decidió confiar en el instinto de Jim Cameron para el personaje y finalmente eliminó el efecto borroso de la película. El cineasta de Marvel añadió que esta fue la única sugerencia que el director de Avatar había hecho, al tiempo que expresaba su admiración por cómo había resultado la película de otra manera.
A través de su pequeña pero significativa sugerencia a Bryan Singer para el clímax de X-Men: Días del futuro pasado, James Cameron demostró ser un maestro del detalle y del instinto. La capacidad del cineasta para entender la línea sutil entre el éxito y el fracaso quedó evidenciada en su toma de decisiones en Terminator 2: El juicio final. En la película, Arnold Schwarzenegger vuelve como un cyborg, pero con una apariencia completamente diferente a la de su papel asesino en la primera película. Ahora es un héroe que viaja al pasado para salvar al joven John Connor, y la interpretación de Schwarzenegger recibió críticas entusiastas de los amantes de la acción y los fans del ex-Mr. Olympia.
Pero la estrella de Mentiras verdaderas confesó que no estaba contento de ser catalogado como un héroe en la película, ya que quería que su personaje fuera el antagonista, con matices aún más escalofriantes y oscuros en comparación con la primera película.
Sin embargo, James Cameron no quedó impresionado en absoluto con la idea. En última instancia, la persistencia y la terquedad de Cameron aseguraron que la idea de Schwarzenegger no viera la luz del día. Esta decisión del director ganador del Óscar resultó ser el mejor resultado para la película.