Seguramente, muchos tomarán nota de lo que se requiere para ser un experto.
Escaló un rascacielos, manejó una motocicleta a toda velocidad, saltó entre edificios y se lanzó al vacío. ¿Hasta dónde puede llegar Tom Cruise? Parece que la respuesta se encuentra en Misión: imposible – La sentencia final, última película de la exitosa saga, y donde el sexagenario actor nos deleitará con más de una acrobacia histórica. Mucho se ha especulado sobre la rutina del actor para siempre salir victorioso de sus escenas, y a sólo semanas de verlo nuevamente en pantalla, es el mismo Tom Cruise quien revela la clave detrás de sus stunts: huevos, muchos huevos a la hora de comer.
Tom Cruise: un hombre de huevos
En entrevista para PEOPLE, el intérprete de Ethan Hunt habló sobre la preparación que requieren sus impactantes escenas. Si bien, hay un gran trabajo de logística, la parte más dura del proceso se la lleva él. Debe estar concentrado y en una excelente condición física para resistir a lo que el guion demanda. Si alguna vez se han preguntado qué comió el actor antes de colgarse de una avioneta en La sentencia final, aquí su respuesta:
“De hecho, me como un desayuno gigantesco. La cantidad de energía que requiere… Entreno muchísimo para eso de caminar sobre las alas. Como cosas como salchichas y casi una docena de huevos, tocino, tostadas, café y líquidos. ¡Ay, vaya que como! Piénsenlo: Hace frío allá arriba. Estamos a gran altitud. Mi cuerpo necesita mucha energía”.
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Haciendo énfasis en la impactante secuencia de su nueva película, Tom Cruise contó que, desde pequeño, sentía una fascinación por los caminantes de alas. Estos eran artistas que, en los primeros días de la aviación, se paraban y saltaban en las alas de los biplanos. Si una película le permitía replicar algo así, esa es Misión: imposible, donde la aeronave en cuestión volaba a una velocidad de 193 kilómetros por hora.
¿Con miedo a arriesgarlo todo?
En tono de broma, Cruise afirma que su madre (fallecida en 2017) se preocupaba mucho por la forma en que él arriesga su vida. Varias veces ocultó los detalles de sus acrobacias para no preocupar a la mujer que lo educó, pero afirma que todo es para dar la mejor experiencia a la gente que paga un boleto por verlo.
“No te sentirás tan conectado con el personaje si usara una máscara normal y un respirador en la boca (para los stunts acuáticos). Por suerte, cuando vuelas en jet, te entrenas para la hipoxia y la acumulación de dióxido de carbono. Empiezas a percibir tu cuerpo y cómo reacciona, así que supe cuándo parar. En la franquicia Misión, si fuera fácil, supongo que no querríamos hacerlo”, agregó.
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Ahora que su labor como Ethan Hunt parece haber llegado a su fin, Tom Cruise se sigue preparando en otras disciplinas. Según él, cualquier cosa podría servirle para futuros papeles, y como es un actor al que le gusta prepararse, el conocimiento nunca está de más.
“Aprenderé una habilidad y sé que eventualmente la usaré en una película. Aprendí a bailar porque me interesa esa forma de arte. Los profesores entienden cómo mover un cuerpo, qué hace la forma y la emoción que puede generar en los demás. Ya sea tocar el piano o tener más tiempo para bailar. O saltar en paracaídas o volar aviones o helicópteros. Lo maravilloso es que nunca estás ahí. Siempre puede ser mejor. No diría que toco el piano, disfruto golpeando las teclas… lo encuentro relajante”.
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