Cuando nadie creía en el personaje, el actor se encargó de cumplir su sueño.
Luego de la decepcionante versión de Deadpool que vimos en X-Men: Orígenes – Wolverine, Ryan Reynolds se enfrentó a numerosos retos para hacer que el mercenario volviera a los cines. No muchos confiaban en el potencial del personaje, pues una buena versión requería vulgaridad, violencia, y otros aspectos poco explorados en el cine de superhéroes. Cuando por fin se aprobó la primera película protagonizada por él, no había mucho presupuesto con el cual trabajar; sin embargo, eso no detuvo a Ryan Reynolds, quien contribuyó con su propio dinero para hacer que Deadpool se realizara de la mejor forma posible.
En entrevista para The New York Times, el actor recalcó que batalló duranta casi 10 años para que la cinta viera la luz. 20th Century Fox cedió, pero bajo condiciones especiales, como el ya mencionado bajo presupuesto. Este obligó a que no se tuvieran muchos guionistas, algo con lo que Reynolds no estaba de acuerdo. Él quería que, por lo menos, un par de ellos (Rhett Reese y Paul Wernick) estuvieran en el set de filmación supervisando todo y disponibles para cualquier cambio. Fue así que aportar su dinero se convirtió en la única alternativa para lograrlo.
“Cuando por fin le dieron luz verde a Deadpool, ni una sola parte de mí pensaba que esto sería un éxito. Incluso dejé de cobrar por hacer la película sólo para volver a ponerla en pantalla: no permitieron que mis coguionistas Rhett Reese y Paul Wernick estuvieran en el set, así que tomé el poco salario que me quedaba y les pagué para estar en el set conmigo. Así pudimos formar una verdadera sala de escritores”.
Si por algo se reconoce a Ryan Reynolds, es por su perseverancia. Durante años, el también protagonista de Linterna Verde luchó por llevar este proyecto a cabo. Sabía que tenía muchos factores en contra, pero también creía en el potencial de su personaje. Al final, los obstáculos dieron resultados, pues Deadpool se convirtió en todo un fenómeno: recaudó más de $780 millones de dólares en todo el mundo, y fue una de las películas con mejores críticas de su año. Lo sucedido le dio una importante lección a su protagonista.
“Creo que uno de los grandes enemigos de la creatividad es tener mucho tiempo y dinero, y esa película no tenía ni tiempo ni dinero. Realmente hizo que nos enfocáramos en los personajes por encima del espectáculo, lo cual es un poco más difícil de ejecutar en una película basada en cómics. Estaba muy involucrado en cada detalle, por más pequeño que fuera, y no me había sentido así en un largo, largo tiempo. Recuerdo que quería sentir más de eso, no sólo con Deadpool, sino en todo”.
Hace algunos años, Reese y Wernick revelaron haber trabajado más de 6 años en el guion de la cinta. De ellos se supo, por primera vez, que Ryan había desembolsado dinero propio para el trabajo de los guionistas. El trío volvió a reunirse para Deadpool 2, pero en dicha ocasión tuvieron prácticamente el doble de dinero que la primera vez. Hasta ahora no se sabe cuál fue el presupuesto de Deadpool y Wolverine, pero Reynolds, el par de la primera película, Zeb Wells y el director Shawn Levy colaboraron para tener el mejor texto posible. A pesar de tener una producción mucho más ambiciosa, Reynolds admite que quiso preservar lo que hizo tan exitosa a la cinta de 2016.
“La necesidad es la madre de la invención. Mientras más límites haya en el proceso creativo, más comienzas a pensar fuera de la caja. Personalmente, no quería más dinero del que necesitábamos. Sólo queríamos el dinero suficiente para hacer lo que habíamos planeado, pero también encontrar maneras de retarnos en lo creativo”, agregó.
¿Listos para saber si en verdad la película se siente como sus antecesoras? ¿Le habrá afectado ser parte del MCU? Deadpool y Wolverine llegará a los cines el 24 de julio.
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