No volverás a ver las películas igual.
¿Alguna vez imaginaste que el mundo de Jurassic Park y Jurassic World fuera diferente? Una popular teoría en Internet revela un lado más oscuro de la saga de dinosaurios, y sabemos que te dejará impactado.
La película original Jurassic Park, lanzada en 1993, marcó un antes y un después en la historia del cine, ofreciendo a la audiencia un espectáculo visual sin precedentes sobre la resurrección de los dinosaurios.
Dirigida por Steven Spielberg, la cinta no solo se consolidó como un hito del cine de ciencia ficción, sino que también dio inicio a una franquicia multimillonaria que sigue vigente con nuevas entregas. Pero por más que los fans estén felices con el rumbo que tomó la saga, eso no indica que no haya espacio para algunas teorías. Dentro del vasto universo de comentarios que los fanáticos hicieron en torno a Jurassic Park, hay una teoría que propone una interpretación radicalmente diferente de los dinosaurios que habitan el parque: ¿Qué pasaría si no fueran dinosaurios, en absoluto?
Una loca teoría
Una teoría lanzada en Reddit, por Brownra04, sugiere que los dinosaurios no son verdaderos dinosaurios, sino que en verdad son criaturas únicas creadas a raíz de experimentos genéticos. Según esta visión, lo que John Hammond, el magnate detrás de la creación del parque, hizo fue crear un espectáculo. El hombre utilizó “monstruos Frankenstein” hechos de material genético de reptiles y anfibios, no una resurrección auténtica de especies extintas.
Esta teoría no solo pone en duda las bases científicas de la franquicia, sino que también redefine al propio John Hammond como una figura mucho más amoral de lo que se había imaginado.
¿Un espectáculo o una mentira?
La premisa de la teoría radica en las numerosas inexactitudes científicas que presentan los dinosaurios de la película. En primer lugar, la idea de que se pueda extraer ADN de mosquitos atrapados en ámbar para crear clones de dinosaurios está cuestionada por muchos expertos. El ADN se degrade con el tiempo y es prácticamente imposible que se preserve en condiciones que permitan su uso para la clonación. Por si fuera poco, los dinosaurios de Jurassic Park, en su mayoría, presentan características físicas y comportamentales que ahora sabemos que son inexactas.
El T. Rex, por ejemplo, se retrata sin plumas, cuando hoy se sabe que, en realidad, tendría una capa de plumas. Además, la figura del velociraptor también fue exagerada en cuanto a tamaño y agresividad.
La conspiración dice que estas criaturas no son más que una mezcla de material genético de diferentes animales, diseñadas para cumplir con las expectativas del público. En lugar de ser dinosaurios auténticos, los seres que vemos en pantalla serían representaciones alteradas y modificadas, pensadas exclusivamente para entretener y generar ganancias.
Un show esperado
Algo que apoyaría a esta teoría es la notable diferencia que hay entre el Hammond de su historia original, el libro de Michael Crichton y la adaptación de cine.
En el libro, el empresario no solo se muestra como un visionario, sino como un hombre con una visión distorsionada de la ciencia, dispuesto a manipular la verdad para que su parque sea rentable. En uno de los pasajes más reveladores, Hammond compara su creación con los circos de pulgas que solía organizar en su juventud, dando a entender que su interés real radica en el espectáculo más que en la veracidad científica. Además, el libro y la película muestran cómo Hammond insisten en crear dinosaurios que actúan conforme a la imagen pública que la gente tiene de estas criaturas.
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La teoría no solo se sostiene sobre los cimientos de la película original, sino que también cobra sentido para las secuelas de la saga.
Jurassic World introduce la idea de dinosaurios creados a partir de un diseño genético artificial, como el caso del Indominus rex, un animal híbrido con el único objetivo de impresionar a las multitudes. Esta criatura, al igual que los dinosaurios del parque original, es un ejemplo de lo que Jurassic Park pudo ser todo el tiempo: un espectáculo de ciencia ficción en lugar de un intento genuino de resucitar a los dinosaurios del pasado.
En Jurassic World: El reino caído, la ingeniería genética no solo se limita a los dinosaurios, sino que se expande a la clonación humana, lo que refuerza aún más la noción de que el mundo de Jurassic Park está plagado de aberraciones científicas creadas no para el avance del conocimiento, sino para obtener ganancias económicas y control.
¿Una confirmación?
Con el próximo estreno de Jurassic World: Renace en 2025, los fanáticos especulan sobre la posibilidad de que la saga finalmente revele la verdad sobre los dinosaurios de Jurassic Park.
La película podría ofrecer una explicación definitiva de que estos “dinosaurios” no son más que criaturas genéticamente manipuladas, una perspectiva que cambiaría por completo la manera en que entendemos el legado de la franquicia. En lugar de simplemente luchar por la supervivencia, los humanos y estos “dinosaurios” entrarían a una batalla más profunda contra los horrores de la ingeniería genética descontrolada.
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