Estas cinco novelas habían sido etiquetadas de inadaptables. Al menos hasta que sus retos fueron enfrentados por genios realizadores.
Se dice que el cine no conoce de imposibles. Tal vez sea cierto, o tal vez no… La premisa ha sido puesta a prueba por todo tipo de obras a través del tiempo, pero pocas tan desafiantes como las novelas etiquetadas como inadaptables. Historias tan elaboradas en todos los sentidos que han provocado toda clase de dolores de cabeza en las producciones. Muchas se quedan estancadas en el denominado infierno de la preproducción. Pero cada determinado tiempo surge alguien que descifra el modo de adaptarlas.
A continuación, un recuento con las cinco novelas presuntamente inadaptables que resultaron en grandes películas.
Duna: Partes uno y dos (Dir. Denis Villeneuve, 2021-2024)
La obra maestra de Frank Herbert tenía tan bien establecida la etiqueta de inadaptable que ésta prevaleció aún después de la adaptación realizada por David Lynch. La complejidad de la empresa es comprensible, pues hablamos de una novela que bien podría ser descrita como una fusión de El padrino y Flash Gordon. Una misión imposible, al menos hasta que el genio de Denis Villeneuve tomó el poder del desierto en sus manos para construir una épica cósmica que narra la caída y el ascenso de los Atreides, cuyo viaje se tornará decisivo para todo el universo. Con la llegada de Duna: Parte dos, la saga se consolida como una de las más importantes de la sci-fi cinematográfica, presentando una épica de escala apabullante que aborda más a fondo los temas de la novela de Frank Herbert.
El club de la pelea (Dir. David Fincher, 1999)
Una de las novelas inadaptables mejor conocidas. La obra cumbre de Chuck Palahniuk fue duramente criticada tras su publicación. No es para menos, ya que sus críticas a la masculinidad tóxica y al hiperconsumismo fueron vistas como una simple oda a la violencia. Los incontables debates en torno a la obra contribuyeron en buena medida a su popularización, pero también le dieron la etiqueta de inadaptable. Algo comprensible, pues parecía imposible llevarla a la pantalla sin meterse en un embrollo ético y psicológico. La hazaña sólo fue posible gracias a la destreza del joven talento de David Fincher. Luego de su flamante Se7en, volvió a sorprender para demostrar que más que una promesa era una realidad. Una aseveración que, como todos sabemos, se cumplió al pie de la letra.
El ladrón de orquídeas (Dir. Spike Jonze, 2002)
No es que El ladrón de orquídeas fuera realmente inadaptable. Es más bien que las bases del libro apuntaban más al documental que a la ficción. Hablamos, después de todo, de la investigación del floricultor John Laroche en su búsqueda de la llamada orquídea fantasma. Y es aquí donde entra la figura de Charlie Kauffman. Siempre fiel a su estilo se desprendió de todos convencionalismos para convertirse a sí mismo en el personaje principal de esta historia: ¡un escritor que batalla en el guion de una obra inadaptable! Esto abre paso a la más exquisita metanarrativa que fusiona realidad y ficción. Y lo hizo de un modo tan sorprendente que resultó en un Óscar a Mejor guion para el hermano ficticio del creativo que fue expresamente creado para esta cinta.
Watchmen (Dir. Zack Snyder, 2009)
Hay quienes piensan que los superhéroes son cosa de niños. La historia del cómic, sin embargo, ha demostrado lo contrario en incontables ocasiones. Una de las más gloriosas nació de la pluma de Alan Moore, quien convirtió estos personajes en una cruda metáfora sociopolítica y en una dura crítica a la naturaleza humana. Watchmen puede presumir una de las historias más complejas en la historia de la ficción, lo que le ha llevado a ser equiparado con diversos clásicos literarios y de paso, a ser tachada de inadaptable. Etiqueta que se desprendió ante el talento de Zack Snyder, que con todo y la polémica erradicación del calamar gigante, construyó una obra maestra que sigue siendo incomprendida a más de una década de su estreno.
Cloud Atlas (Dirs. Tom Tykwer, Lana Wachowski, Lilly Wachowski, 2012)
Otra película basada en una de las novelas inadaptables. Adaptar una novela en distintos tiempos siempre es una labor desafiante. Imaginen el reto de una segmentada en seis temporalidades distintas. ¿No les parece suficiente? Entonces ampliemos los lapsos temporales que irán del siglo XIX al XXIV. Y si todavía quieren más, entrelacemos las historias de todos estos personajes, vinculados por los más sencillos actos de bondad o de maldad, en una resonancia que perdura a través del tiempo. Cloud Atlas es una obra tan exquisita como elaborada, destacando que esta última propiedad le valió el estatus de inadaptable. Para fortuna de todos, las Wachowski nunca han creído en imposibles, lo que les hizo aliarse con Tom Tykwer para una película que ha sido difícil de digerir para muchos, lo que no le impide tener una ferviente base de aficionados que la ha llevado al culto.
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