Conoce el problema que enfrentó la estrella.
¿Tu crees en los eventos que suceden a causa del destino? Para Nicole Kidman esto quedó muy claro después de concebir a su primera hija biológica, Sunday Rose. Te contamos la impactante historia de su nacimiento que, incluso para la misma actriz, solo puede verse como un milagro.
La historia de Nicole
A sus 57 años, Nicole Kidman se encuentra en uno de los puntos más estables y completos de su vida personal. Actualmente, está casada con el músico ícono Keith Urban y es madre de cuatro hijos. Isabella Jane y Connor Anthony, los hijos adoptivos de la actriz junto a su exesposo Tom Cruise, y Sunday Rose Kidman Urban y Faith Margaret Kidman Urban, las dos adolescentes de su familia presente.
Aunque todo se muestra feliz y tranquilo para la vida de Kidman, lo que muchos no saben es el incansable y complejo camino que atravesó para poder dar a luz a su primera hija biológica; Sunday.
La joven de 16 años nació el 7 de julio del 2008 y, a los 40 años de Nicole, llegó para cambiar su vida y presentar un milagro. Resulta que, durante aquella época, la actriz ya no creía que podría quedar embarazada, pues intentó concebir hijos junto a Cruise en dos ocasiones, pero ambas terminaron mal, sufrió dos pérdidas gestacionales.
Sintiéndose incapaz de dar a luz a un bebé, en su siguiente matrimonio, el cual comenzó en 2006, Kidman tomó medidas drásticas y, entre los métodos poco ortodoxos de la naturaleza, encontró la solución a su preciado deseo.
¿Cómo sucedió?
En el mismo año que tuvo a Sunday, Nicole dio una entrevista para The Australian Women’s Weekly (vía Marie Claire) en la que habló de lleno sobre el proceso que atravesó para lograr embarazarse y posteriormente convertirse en madre, biológicamente hablando.
Ella atribuye su embarazo a unas misteriosas aguas del norte de Australia. No se trata de una historia de ciencia médica, sino de una de esas coincidencias mágicas que sólo la vida, o la fe personal, puede explicar.
Según sus propias palabras, todo sucedió gracias a un rodaje. Cuando filmó la película Australia, de Baz Luhrmann, la actriz tuvo la oportunidad de visitar las regiones salvajes e aisladas del norte del país australiano. Con ello, Nicole encontró más que escenarios surreales para el rodaje.
“En esta película no pasó nada por poco… tuvimos calor y lluvias torrenciales y gripe equina y luego me quedé embarazada”, dijo en la entrevista.
Kidman explicó que, en Kununurra, una zona de belleza impresionante y espiritualidad para las comunidades locales, descubrió una cascada que se convertiría en parte de su historia personal.
Durante los descansos del rodaje, ella y varias mujeres del equipo técnico solían ir a bañarse en la cascada para relajarse. Pero, más que una simple actividad recreativa, aquel ritual acuático se convirtió en una experiencia espiritual y emocionalmente liberadora.
Lo que sorprendió a todo el equipo de rodaje es que, a los pocos meses de acabar la filmación, tanto Nicole como seis mujeres más se embarazaron. Inmediatamente lo atribuyeron a su vivencia mística en las tierras australianas.
“De esta película nacieron siete niños y sólo uno fue varón. Hay algo en el agua de Kununurra, porque todos nos bañamos en las cascadas, así que ahora podemos llamarla el agua de la fertilidad”, expresó.
Tiempo después, incluso su esposo, Urban, confirmó la veracidad de los hechos. El músico expresó para Daily Mail lo impresionado que quedó por cómo lograron concebir a su primera hija:
“Sí pasó. Y había otra mujer que también lo hizo. Eran dos. Ella nadó en ellas [las cascadas].”
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