Entre los papeles que llegó a rechazar, Molly Ringwald recuerda claramente el del protagónico en la cinta Mujer bonita.
Rechazar y perder papeles en Hollywood es una tarea complicada y dolorosa para cualquier actor. Tal fue el caso de Molly Ringwald, quien tuvo que luchar mucho para poder hacerse de un nombre, aunque en el camino llegó a darle el lujo de decirle que no a roles como los de Mujer bonita.
Al principio de su carrera, la icónica actriz Molly Ringwald se forjó un nombre como la nueva chica preferida de Hollywood, con películas como The Breakfast Club, Pretty in Pink y Sixteen Candles, pero cuando quiso diversificarse, le resultó difícil. En una entrevista reciente con The Guardian, esto fue lo que dijo Ringwald:
“Realmente no sentí que los papeles más oscuros estuvieran disponibles para mí. Los que quería hacer, no los conseguí. Yo era demasiado joven para ciertos papeles. Estaba en esa extraña etapa intermedia”.
Mientras intentaba navegar por la industria y descubrir qué proyectos se adaptaban mejor a ella, rechazó varios papeles que, a sus ojos, no la retaban como actriz. Entre todos estos destaca el de Vivian Ward, de la película Mujer bonita, el cual al final fue a dar a manos de una entonces desconocida Julia Roberts.
Ringwald recuerda que, si bien la actriz de Erin Brockovich y eventual ganadora del Óscar “estuvo maravillosa” en la exitosa comedia romántica de 1990, “a mí realmente no me gustó la historia. Incluso entonces, sentía que había algo asqueroso en el guion”.
La película dirigida por Garry Marshall sigue a una trabajadora sexual (Roberts) que es contratada por un hombre de negocios (Richard Gere) para ser su cita en algunos eventos sociales, pero terminan enamorándose. Tras el éxito de la película, Roberts recibió una nominación al Óscar por su papel de Vivian.
Los papeles que perdió Molly Ringwald
Ese no fue el único papel que Ringwald no consiguió en su extensa trayectoria. Tampoco obtuvo los roles centrales en El silencio de los inocentes, de 1991, y Secretaria ejecutiva, de 1988. Recordó que el director de esta última película, Mike Nichols, le dijo: “‘Tu personaje realmente necesita estar en ese momento en el que sientes el dolor. Tú tienes toda la vida por delante, nadie va a creer eso de ti'”.
En general, la actriz de la serie Riverdale, un ícono juvenil que marcó una generación en los 80, recordó haber tenido problemas para sortear el ser el centro de atención en Hollywood durante su época de películas junto al reconocido cineasta John Hughes. “Es difícil crecer bajo ese nivel de atención”.
“Reconozco completamente mi privilegio, pero necesitaba salir de todo ese escrutinio. Simplemente no estaba hecha para eso de la manera en que otras personas lo están. Algunas personas son realmente buenas en eso. ¡Taylor Swift es increíble! Pero no me sentía cómoda con ese nivel de estrellato”.
