¡Como si estuvieras de vacaciones!
¿No saldrán de vacaciones? No se preocupen, con estas películas será como si se hubieran ido a los lugares que siempre desearon. Suena bien, ¿verdad?
Aquí les hacemos recomendaciones de las mejores películas sobre viajes:
Un romance indiscreto (Dir. James Ivory, 1985)
Esta cinta basada en la novela de E. M. Forster, nos cuenta el dilema de Lucy Honeychurch, una damisela de principios del siglo XX (Helena Bonham-Carter), que viaja a Florencia acompañada de una chaperona (Maggie Smith). Cuando llegan a hospedarse, se dan cuenta que los cuartos que les han asignado no tienen vista de la ciudad. Un hombre y su hijo rápidamente ceden su cuarto a las damas… un romance –indiscreto, pues Lucy está comprometida en matrimonio- aflora. La película es una delicia, con sus vistas de una Florencia maravillosa y personajes encantadores. Imposible no enamorarse, de la película y de la ciudad.
Para atrapar al ladrón (Alfred Hitchcock, 1955)
Otra de las mejores películas sobre viajes. El clásico de Hitchcock nos lleva a la Riviera Francesa de los años cincuenta. Ahí, John Robie, alias “El Gato” (Cary Grant), un ex ladrón de joyas debe de defender su inocencia ante una serie de robos en esta zona turística. ¿Su única salida? Atrapar al verdadero rufián. A su lado estará una guapísima distracción, Frances Stevens (Grace Kelly). Esta cinta exuda cantidades enormes de glamour y una belleza que proviene, no sólo de los increíbles paisajes sino de sus dos estrellas. Y hay también un tono ominoso, pues en una de esas retorcidas carreteras por las que circulan los protagonistas, morirá en la vida real, ya como princesa de Mónaco, la bella Grace.
Mediterráneo (Dir. Gabriele Salvatores, 1992)
Segunda Guerra Mundial. Un grupo de soldados italianos llega a la pequeña isla griega de Kastellorizo, en el Mar Egeo. Una vez ahí, se dan cuenta de que el barco que los trajo ha sido destruido. Al no tener salida, los militares –que no son profesionales- deciden adaptarse a su nuevo hogar. Restaurar frescos, bailar danzas griegas y enamorarse. Ésta no es precisamente una cinta de viajes, pero es imposible no desear el pasar el resto de la vida en esa isla perdida en el Mediterráneo, en pos de una existencia más simple y feliz. Una cinta que ganó el Óscar a Mejor Película Extranjera en 1992.
Pasaje a la India (Dir. David Lean, 1984)
Otra película adaptada de una novela de E. M. Forster. Hacia 1920, Adela Quested (Judy Davis), viaja de Inglaterra a la India para casarse con su prometido. La chica decide hacer un viaje junto con su futura suegra y el Dr. Aziz, para conocer unas mágicas cuevas, fuera de la ciudad ficticia de Chandrapore, donde se lleva a cabo la acción. Pero todo se pone de cabeza cuando Adela acusa al hindú Aziz –quien habla inglés y es un médico educado- de haberla abusado sexualmente. Esta cinta resulta interesante no sólo por el vistazo a las costumbres y sitios sagrados de la India, sino, sobre todo, porque pone de manifiesto las diferencias culturales tan grandes –y el profundo resentimiento que se ha ido acumulando- entre Inglaterra y la que en ese momento, era su colonia.
Pequeña Miss Sunshine (Dirs. Jonathan Dayton y Valerie Faris, 2006)
Otra de las mejores películas sobre viajes. La familia Hoover, simpática y disfuncional, emprende un viaje en camioneta desde Albuquerque, Nuevo México, hasta California, donde Olive (Abigail Breslin) competirá en el concurso de belleza, Pequeña Miss Sunshine. El viaje está lleno de aventuras, con personajes excéntricos que abarcan desde los papás (Greg Kinnear y Toni Collete) el hijo mayor (Paul Dano), el tío homosexual (Steve Carell) hasta el gruñón y extravagante abuelo (Alan Arkin). Una cinta que nos llega por lo entrañable de sus personajes y su manera de lidiar con los problemas de la vida… amén de que nos enseña grandes paisajes del desierto de Arizona.
Amarga pesadilla (Dir. John Boorman, 1972)
Ya el título nos pone en advertencia, de que este viaje no será del todo grato. Un grupo de 4 amigos decide hacer un último trayecto en canoa a través de Georgia, pues el río que van a surcar pronto desaparecerá para unirse a una presa. El problema es que, durante el recorrido, tendrán un encuentro terrible con los lugareños. El asunto se volverá literalmente de vida o muerte. El filme de Boorman, con una historia que atrapa y muy buenas actuaciones de Jon Voigt y Burt Reynolds, puede que no nos seduzca a planear ese viaje a los rápidos… pero si nos animamos, sí nos invitará a estar alertas.
La princesa que quería vivir (Dir. William Wyler, 1953)
En un tono mucho más ligero está el clásico de William Wyler, sobre una princesa (Audrey Hepburn) que escapa su confinamiento y el protocolo estando en Roma, para ir a conocer la ciudad en compañía de un guapo periodista, interpretado por Gregory Peck. Con una historia reminiscente de los cuentos de hadas, Hepburn nos conquista con su encanto en la película que fuera su debut, y en la que demostró su cualidad de estrella… y Peck está sensacional como el atractivo galán. Italia como destino turístico se impone una vez más y sentimos enormes ganas de viajar a la Ciudad Eterna.
Antes del Amanecer (Dir. Richard Linklater, 1995)
Pero Europa no sólo es Italia y este filme lo demostrará. Un par de jóvenes en los años 90 –él americano (Ethan Hawke), ella francesa (Julie Delpy)- se conocen en un tren que va de Budapest a Viena; una vez en la ciudad, deciden pasar la noche juntos… pero no piensen mal: lo harán caminando y turisteando por la bellísima capital austriaca. Tomando vino verde y conversando sin parar sobre sus expectativas, su futuro y las diferencias culturales de ambos. Verbosa y grata, esta cinta –la primera de una trilogía- se convirtió una cinta de culto para la Generación X, y a su director Richard Linklater, lo hizo un referente.
Perdidos en Tokio (Dirª Sofia Coppola, 2003)
¿Qué tendrían en común una joven recién casada (Scarlett Johansson) y un veterano actor (Bill Murray) que ha vivido glorias pasadas? Una patria, Estados Unidos; pero sobre todo, un sentimiento de soledad y desvinculación, mientras comparten –cada quien por su lado- una prolongada estancia en un hotel de Tokio. Este par de almas se encontrarán en lugar muy lejos de su origen y el vínculo que forman, es para nosotros conmovedor, de tan realista y emotivo. Su guión le valió un Oscar a la también directora Sofia Coppola.
Vacaciones (Dir. Harold Ramis, 1983)
Para terminar, no podía faltar esta comedia, que es una de las mejores películas sobre viajes, y que inició una serie de filmes inspirados en la locura que puede significar viajar. Todos los veranos, la familia Griswold hace un viaje… pero este año, Clark Griswold (Chevy Chase), decide ir a un parque de diversiones llamado Wally World. Lo acompañan su esposa (Beverly D’Angelo), su hijo (Anthony Michael Hall) y su hija (Dana Barron). Muchas aventuras les suceden en el camino y la situación se pone cada vez más bizarra. La gran ventaja de esta cinta es que, pese a lo desbocado y cómico de las circunstancias, no utiliza un humor vulgar. Chevy Chase está sensacional como el optimista Clark y el resto del elenco, hace buena comparsa. Es notoria la pluma de John Hughes, quien escribió está historia y el buen trabajo como director de Ramis.
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