Las 10 mejores películas de Nicole Kidman

¿Qué tanto se ha transformado para sorprender a la audiencia?

No importa si es en un musical, una cinta familiar o un drama para adultos, ver a Nicole Kidman en los créditos principales ya nos asegura una estupenda actuación. Desde sus primeras películas, la actriz demostró tener lo necesario para interpretar todo tipo de personajes. Con cuatro décadas en la industria y numerosos premios en su haber, queda claro que estamos ante una de las mejores intérpretes en su generación, una que no tiene miedo a asumir todo tipo de retos. A continuación, te presentamos las mejores películas de Nicole Kidman.

NOTA: Las películas se presentan en orden cronológico de estreno.  

Todo por un sueño (1995)

En esta fascinante y polémica película interpreta a Suzanne Stone-Maretto, una mujer ambiciosa y manipuladora que hará cualquier cosa para alcanzar la fama en el mundo de la televisión. Suzanne es todo menos una protagonista convencional. Su sed de fama la lleva a tomar decisiones cada vez más extremas, desafiando los límites de la moralidad. Kidman logra que simpaticemos con Suzanne a pesar de sus acciones cuestionables, lo que hace que la película sea aún más intrigante.

Ojos bien cerrados (1999)

Esta película, dirigida por Stanley Kubrick, la mostró como una actriz capaz de abordar temas complejos y de asumir riesgos en su interpretación, alejándose de la imagen más dulce que había proyectado anteriormente. La cinta sigue al doctor William Harford, quien explora la relación con Alice, su pareja, adentrándose en un submundo sexual y oscuro. Alice es un personaje complejo, que lucha con inseguridades y deseos reprimidos. Kidman logra transmitir una amplia gama de emociones, desde la vulnerabilidad hasta la sensualidad, y todo de forma convincente. Kubrick llevó a Kidman a explorar los límites de su trabajo, y el resultado fue una interpretación fascinante.

Mouling Rouge: Amor en rojo (2001)

Satine, la estrella más rutilante del Moulin Rouge, encandila a toda la ciudad con sus bailes llenos de sensualidad. Atrapada entre el amor de dos hombres, lucha por hacer realidad su sueño de actuar. La interpretación de Kidman como Satine es uno de los puntos más fuertes de la película, pues deslumbra con su belleza y cautiva con su talento. Satine es un personaje lleno de contradicciones: por un lado, es una mujer fuerte y decidida, pero por otro, es vulnerable y anhela el amor verdadero. Junto a Ewan McGregor logra escenas encantadoras, y si a ello le sumamos un espectacular diseño de producción, es una experiencia que nadie se puede perder.

Los otros (2001)

En esta inquietante película, Grace es una mujer extremadamente religiosa y protectora, quien se muda con sus dos hijos que sufren de una extraña sensibilidad a la luz, a una antigua mansión en la costa inglesa. Kidman va desde la ansiedad y el miedo hasta la determinación y la fe, creando un personaje complejo y fascinante. Aunque hay momentos de tensión y claustrofobia, no se trata de un título de horror convencional. Nicole logra hacer la película aún más importante con su trabajo, y eso logra que el giro final sea aún más impactante.

Las horas (2002)

La actuación de Nicole Kidman en esta cinta  es considerada una de las mejores de su carrera, y por ella ganó un Oscar como Mejor actriz. Interpreta a la famosa escritoria Virginia Woolf en un momento crucial de su vida, y para ello se sometió a una profunda transformación física. El maquillaje y los prostéticos faciales la hicieron prácticamente irreconocible, creando una imagen muy fiel a la escritora. Kidman logró conectar profundamente con el personaje de Woolf, transmitiendo al público la complejidad de una mujer que buscaba expresarse a través de su escritura. Se vio frágil, genial, y al mismo tiempo atormentada por sus búsquedas.

Dogville (2003)

Kidman interpreta a Grace, una mujer refinada que llega a un pequeño pueblo buscando refugio. A medida que avanza la película, vemos cómo su relación con los habitantes cambia drásticamente, revelando la oscuridad que yace bajo la superficie de la comunidad. Dogville es una película muy particular, con un estilo visual minimalista y otros elementos dignos del cine de Lars Von Trier. Este hace una dura crítica a la naturaleza humana, explorando temas como la hipocresía, la crueldad y la violencia. Kidman se convierte en el vehículo para transmitir este mensaje, siendo tanto víctima como símbolo de lo que ocultamos los humanos.

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Reencarnación (2004)

Aquí vemos a la ganadora del Oscar como Anna, una mujer viuda que se encuentra sumida en un profundo duelo por la pérdida de su esposo. Su vida da un giro inesperado cuando un niño de diez años afirma ser la reencarnación de su marido fallecido. Desde la incredulidad hasta la fascinación maternal, Nicole Kidman logra una actuación tan fascinante como otras. En la trama podemos encontrar temas complejos como la muerte, el duelo, la reencarnación y la naturaleza del amor, los cuales son explorados a través de Anna y la forma en que deconstruye sus creencias.

Al otro lado del corazón (2010)

Becca es una mujer que lucha por superar la trágica pérdida de su hijo pequeño en un accidente. La película explora el dolor, la culpa y el proceso de duelo de una familia destrozada por tan grande pérdida. Kidman logra transmitir de manera muy realista las emociones por las que atraviesa Becca, desde la profunda tristeza y el shock inicial, hasta la ira y la confusión. Es fácil sentir su dolor aun cuando no se haya vivido una experiencia similar. Se trata de un título que conmueve por todo lo que hace pensar, y donde Kidman entrega una de sus mejores actuaciones. Ideal para enfrentar el duelo.

Destrucción (2018)

Erin Bell es una agente que estuvo infiltrada en un grupo criminal, situación que la destruyó emocionalmente. Años después, el líder de la banda reaparece y Erin debe reunirse con sus antiguos compañeros de grupo para entender qué destruyó su pasado. Para encarnar este papel, Kidman adoptó un aspecto envejecido y desgastado, con arrugas, ojeras profundas y una apariencia general muy alejada de su imagen habitual. Su personaje es atormentado por la culpa y el pasado, y nadie mejor que Kidman para reflejar esa duda. Entre las consecuencias de sus actos y su camino a la redención, Destrucción nos hace pensar cómo todos tenemos cicatrices que no han cerrado.

Babygirl: Deseo prohibido (2024)

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En su más reciente película la vemos como Romy, una mujer con la vida aparentemente perfecta. Todo cambia cuando un pasante de su empresa le despierta emociones y deseos reprimidos desde hace años. Su actuación en esta película le le valió numerosos premios, incluyendo la Copa Volpi a la mejor interpretación femenina en el Festival de Venecia. Aun con sus escenas llenas de erotismo y desnudos, Babygirl no cae en lo vulgar; es la exploración de los fetiches y fantasías más profundos, así como de las frustraciones que, muchas veces, no nos dejan fluir. Su química con Harris Dickinson es inmejorable, y la dirección de Halina Reijn está llena de elegantes decisiones.

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